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Diplomacia

Meloni se distancia de Berlusconi en su primer viaje a Kyiv

La primera ministra italiana confirma el apoyo militar y económico a Ucrania

La italiana Giorgia Meloni, junto a Volodomir Zelenski, ayer en Kyiv SERGEY DOLZHENKOEFE

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, viajó este martes a Kiev para trasladar el apoyo de su Gobierno al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, después de las polémicas declaraciones prorrusas de uno de sus principales socios en la coalición, el exprimer ministro Silvio Berlusconi.

Meloni había prometido a Zelenski visitar la martirizada capital de Ucrania antes del primer aniversario de la invasión rusa, durante el breve encuentro que ambos mantuvieron el pasado 9 de febrero en Bruselas, en el marco de un consejo europeo al que fue invitado el primer ministro ucraniano. Una reunión de apenas unos minutos en la que la líder de Hermanos de Italia confirmó a Zelenski el suministro del sistema de defensa antiaérea Samp-T, lo que permitirá al Ejército ucraniano defenderse de gran parte de su territorio de los ataques de drones y misiles rusos.

En su primera visita a Kyiv como primera ministra, Meloni avanzó que Roma está trabajando en una conferencia para discutir sobre la reconstrucción de Ucrania y confirmó el apoyo económico y humanitario al país. Sin embargo, la primera ministra rechazó el envío de cazas de combate, tal y como pide a sus aliados de la OTAN Zelenski.

“Italia dará toda la ayuda posible para crear las condiciones para las negociaciones, pero hasta entonces, dará todo tipo de apoyo militar, financiero y civil”, subrayó Meloni durante la rueda de prensa posterior a su reunión con el presidente ucraniano. “Aquellos que apoyan militarmente a Ucrania son aquellos que trabajan por la paz”, añadió. Un mensaje que fue interpretado como una advertencia directa a sus socios en el Ejecutivo, el líder de la Liga, Matteo Salvini, y Silvio Berlusconi, quienes rechazan el envío de nuevas armas a Ucrania.

El anuncio de la visita de Meloni a Kyiv, que fue adelantado solo unos días antes por el primer ministro ucraniano, abrió una grieta en la coalición de Gobierno después de que Berlusconi asegurara la semana pasada que si él hubiera sido primer ministro no se habría reunido con Zelenski, a quien considera responsable de “la devastación de su país” y “la matanza de soldados y civiles”.

Las declaraciones de Berlusconi provocaron la indignación del Partido Popular Europeo (PPE) al que pertenece Forza Italia, la formación del ex Cavaliere, que decidió marcar las distancias con el líder italiano y suspender una importante cumbre de los conservadores europeos en Nápoles prevista para junio. “El apoyo a Ucrania no es una opción”, dijo el presidente del PPE, Manfred Weber.

Ante Zelenski, la primera ministra se vio obligada a subrayar el apoyo total de su Gobierno a Ucrania, a pesar de las declaraciones prorrusas de Berlusconi, que nunca ha renegado de su estrecha amistad personal con el presidente ruso, Vladimir Putin. “Lo importante son los hechos y la mayoría parlamentaria que sostiene este Gobierno siempre ha estado unida en el apoyo a Ucrania y confío en que siga siendo así”, dijo Meloni, tratando de zanjar la polémica sin éxito.

Mucho más duro fue el primer ministro ucraniano, quien recordó que “la casa de Berlusconi nunca ha sido bombardeada, nunca han llegado con tanques a su jardín, nadie ha matado a sus familiares y nunca ha tenido que hacer la maleta a las tres de la mañana para escapar”. “Y todo esto”, añadió Zelenski, “gracias al amor fraternal de Rusia”.

Meloni viajó a Kyiv en tren desde Polonia, donde el día anterior mantuvo una reunión con su homólogo polaco, Mateusz Morawiecki, quien es uno de sus mayores aliados en la Unión Europea, para “comprender personalmente lo que necesita un pueblo que lucha por su libertad”, declaró nada más llegar a la principal estación de trenes de la capital ucraniana.

Antes de reunirse con Zelenski, Meloni visitó las localidades de Irpin y Bucha, situadas cerca de la capital, donde el Ejército ruso llevó a cabo una masacre de civiles, que fue calificada de crímenes de guerra por parte de la comunidad internacional. Desde allí, la primera ministra italiana calificó de “propaganda” el discurso que Vladimir Putin acababa de pronunciar en Moscú, en el que culpó a Occidente de la guerra. La realidad, según la primera ministra italiana, es diferente de lo que el presidente ruso cuenta. “Él es el agresor y Ucrania es la víctima. Él es el responsable de todo esto”, denunció.

“Putin dice que la propaganda rusa que en Ucrania hay un régimen y que ellos quieren liberar al pueblo ucraniano, pero yo no veo un régimen, veo un pueblo que pide al Gobierno de luchar contra los rusos”, añadió Meloni.