Siria
Los niños en el campo de batalla del EIIL
No sólo han visto cómo Siria se ha sumido en una terrible guerra civil, han vivido las muertes de sus seres queridos, la devastación de sus lugares de origen por su propio Gobierno, sino que también han sido francotiradores, han luchado en el campo de batalla o han espiado al enemigo. Y aún no han cumplido la mayoría de edad. En un nuevo capítulo de las atrocidades que se cometen en Siria, la ONG Human Rights Watch (HRW) ha denunciado el uso de menores soldado por parte de los grupos que combaten en el país árabe, incluyendo la milicia extremista del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL) que los recluta a cambio de «educación». Una educación que incluye manejo de armas y otorgarles el privilegio de participar en ataques suicidas.
Amr, que luchó junto al EIIL en el norte de Siria con tan sólo 15 años, confesó a HRW que los líderes de su comando le animaban a él y a otros niños a ser voluntarios en ataques suicidas. También el Frente al Nusra, filial de Al Qaeda, recluta menores soldados de un modo parecido. Majed, de 16, recuerda que el Frente al Nusra les alistó a él y a otros niños de su comunidad prometiéndoles educación gratuita en una mezquita local que incluía entrenamiento militar y tiro al blanco. «Los comandantes pedían tanto a niños como a adultos que se apuntaran para los ataques suicidas. Algunas veces los combatientes lo hacían voluntariamente y otras te decían: 'Alá te ha escogido'». Muchos menores se unen a estas milicias en contra del presidente Bachar al Asad porque lo hacen sus familiares o amigos; otros porque sus hogares se han convertido en un frente de batalla sin futuro ni posibilidad de ir a la escuela; incluso hay quien lo hace por motivaciones personales. En su mayoría son niños, aunque las Unidades de Protección de los Kurdos también han alistado a niñas para que protejan «checkpoints» o patrullen sus zonas de control. «Los grupos armados sirios no deberían aprovecharse de los niños vulnerables alistándolos en sus filas», denunció Priyanka Motaparthy, investigadora de los derechos de los menores de Oriente Medio para HRW. «Los horrores del conflicto armado sirio sólo empeoran al lanzar a los niños al campo de batalla». En este sentido, HRW llama a todos los grupos armados a que se comprometan públicamente a prohibir el reclutamiento y uso de niños, así como desmovilizar a todos los combatientes o ayudantes menores. Riad, de 17 años, se unió al Ejército Libre Sirio (ELS) con 15. «Después de luchar, serví en la comisaría de Policía de los rebeldes. El EIIL vino y tomó el control de la comisaría y me gustó cómo actuaban, así que me uní a ellos. Me fui a su campo de entrenamiento en Kafr Hamra, en Alepo. Había unas 300 personas y tantísisimos tenían menos de 18... Incluso había niños más pequeños que yo, con 13 años. Les gusta la gente joven porque se convertirán en fuertes combatientes. El líder del campo nos dijo que prefería a los jóvenes».
Aunque este informe de HRW, con entrevistas a 25 niños, no documenta casos dentro del Ejército de Asad, en 2012 la ONU ya denunció, entre otras atrocidades, el uso de menores como escudos humanos.
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