Países de Europa
Letta reclama a Merkel que no interfiera en la política italiana
El nuevo primer ministro italiano tuvo ayer su bautizo internacional en Berlín y ante la mandataria más poderosa del Viejo Continente, Angela Merkel.
El nuevo primer ministro italiano tuvo ayer su bautizo internacional en Berlín y ante la mandataria más poderosa del Viejo Continente, Angela Merkel. Era la primera etapa de la pequeña gira que llevará a Enrico Letta a París, donde se reunirá hoy con François Hollande, a Bruselas, donde se verá con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, y con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, y concluirá el lunes en Madrid con un encuentro con Mario Rajoy, al que telefoneó ayer antes de viajar a Berlín.
Tras su entrevista con Letta, con quien comparte sus inicios políticos en la democracia cristiana, Merkel dijo que cada país debe «cumplir con sus obligaciones» para salir de la crisis y que Italia, con el nacimiento del nuevo Gobierno, «ya ha hecho una parte del camino». Respondiendo en parte a las palabras del primer ministro italiano, quien insistió en su discurso del lunes ante el Parlamento en que la austeridad es insuficiente para superar la recesión, la canciller subrayó que para Alemania «el crecimiento y la consolidación presupuestaria no son contrarios, no van por caminos separados, sino que viajan juntos».
Letta, quien en estos primeros días en el poder está dejando un buen sabor de boca por su conocimiento de los temas, no se cortó delante de Merkel y se refirió con elegancia a las continuas injerencias en los asuntos políticos italianos que ha habido en los últimos meses por parte de miembros del Gobierno germano. «Nadie tiene intención de decirle a los ciudadanos alemanes lo que deben hacer, como tampoco los ciudadanos alemanes tienen intención alguna de decirles a los italianos lo que deben hacer», dijo. Deseó que Roma y Berlín trabajen juntas y explicó cuáles serán las dos prioridades de su Ejecutivo: restaurar la confianza en la política y en las instituciones y devolver la ilusión a los italianos en paro, hastiados de no ver una salida a su desesperada situación.
Para lograr estos objetivos, el vicesecretario general del izquierdista Partido Democrático pidió la acción conjunta de todos los países de la UE. «La crisis que nos golpea desde hace cinco años no ha encontrado soluciones suficientes porque no ha habido suficiente Europa». Si Italia y Alemania caminan juntas, deseó Letta, todo el continente se beneficiará de «grandes resultados».
Antes de emprender su gira, el nuevo Gobierno italiano pasó el último trámite que le quedaba para echar a andar formalmente: la votación de investidura en el Senado. La superó con 233 votos a favor, 59 en contra y 18 abstenciones. El lunes hizo lo propio en la Cámara de los Diputados. En su discurso en la Cámara Alta antes de la moción, Letta confesó el vértigo que le habían provocado las excelentes reacciones que ha tenido el nuevo Ejecutivo. «Me he dado cuenta de que tenemos un problema; hay unas expectativas excesivas sobre este Gobierno respecto a todo lo que el país necesitaría», comentó.
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