Cuba

Lazos de sangre en la órbita de los Castro

Raúl, a pesar de que anunció que dejará la presidencia en 2018, definirá su futuro político y el del país en el VII Congreso del Partido Comunista.

Lazos de sangre en la órbita de los Castro
Lazos de sangre en la órbita de los Castrolarazon

Raúl, a pesar de que anunció que dejará la presidencia en 2018, definirá su futuro político y el del país en el VII Congreso del Partido Comunista.

Si muchos consideran que las reformas económicas en Cuba son lentas, los cambios en la estructura política van aún más despacio. El próximo mes de abril se celebra el VII Congreso del Partido Comunista, una cita clave para despejar incógnitas sobre la sucesión de Raúl Castro si, como anunció hace tiempo, abandona la presidencia del país en 2018, a tenor de la limitación autoimpuesta de un máximo de dos mandatos políticos.

«Estamos en un compás de espera», asegura el periodista cubano Reynaldo Escobar, quien considera que esta cita puede ser trascendental para el futuro del país. Una de las cuestiones por dirimir es si Raúl Castro y José Ramón Machado Ventura seguirán como primer y segundo secretario, respectivamente del PC cubano, cargo al que tienen derecho a continuar según las reglas del partido. Si continúa en el cargo, el presidente que salga en 2018, cuando Raúl se vaya, podría ser una marioneta manejada por Castro en la sombra, sostiene el periodista cubano Roberto Álvarez Quiñones. Y si se va, la gran pregunta es quién le sucederá.

Aunque la Constitución cubana establece que el buró político del PC es el máximo órgano de poder en el país, Reynaldo asegura que Cuba está gobernada por la generación histórica de la revolución, un grupo de nueve personas que integraron en 1965 la lista del primer comité central del Partido Comunista. «Casi todos tienen más de ochenta años, y un origen militar. Allí se cocina todo, lo demás es teatro», explica el periodista cubano, fundador de la web informativa 14 y medio junto a su esposa Yoani Sánchez. Una de las especulaciones dentro de la isla es la posibilidad de que el hijo de Raúl Castro ascienda en la estructura de poder en este congreso, aunque actualmente Alejandro Castro Espín, la persona más influyente en términos de seguridad en Cuba, no es miembro del Comité Central ni ministro, ni general.

En 2013, Miguel Díaz-Canel, un dirigente civil que frisaba los cincuenta años, fue nombrado vicepresidente del Consejo de Estado en sustitución del histórico dirigente Machado Ventura. Se creyó entonces que éste era un indicio de que la reforma política estaba en marcha y que Díaz-Canel podría ser el posible sucesor de Raúl. Para Reynaldo, se trata de un hombre gris, que repite el guión oficial, y que cuenta con pocas posibilidades de convertirse en el presidente del Consejo de Estado. Sin embargo, a Díaz-Canel se le ha dado mayor protagonismo en los últimos tiempos. Fue él el encargado de recibir al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a su llegada a La Habana esta misma semana. Mención aparte merece el yerno de Raúl Castro, Luis Alberto Rodríguez, quien se casó hace 20 años con Deborah Castro. Si se quieren hacer negocios en la isla, primero hay que hablar con Rodríguez. Él dirige Gaesa, el Grupo de Administración de Empresas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, el conglomerado empresarial más potente de Cuba. Recientemente, en 2014 fue ascendido a general de brigada. No forma parte sólo del círculo íntimo de los Castro sino también del familiar. El padre de dos de los nietos de Raúl es muy esquivo con la Prensa y eso que las empresas que administra suponen entre el 50% y el 80% de todos los ingresos totales de Cuba.

Más allá de las quinielas sobre el futuro, lo cierto es que nadie sabe qué pasará en el congreso de abril. «La estructura que hay en Cuba no le permite a las personas de bajo rango expresarse políticamente. Uno no sabe quién de esos señores es más liberal, más aperturista o más conservador, porque nadie conoce las posiciones individuales de los líderes políticos del partido, y por eso es muy difícil especular», explica Reynaldo.

Iroel Sánchez, periodista oficialista, considera que el relevo generacional viene ocurriendo hace tiempo en el PC cubano. «Basta mirar las edades de los delegados al Congreso y de los dirigentes del partido en provincias y municipios», explica a LA RAZÓN. A su juicio, «no hay ningún signo» de que Raúl abandonará el cargo de primer secretario del partido. «Cuando concluye su primer mandato –él se pronunció por limitar los mandatos a dos periodos, no a uno–, se le ve en excelente forma física e intelectual y están aún pendientes importantes transformaciones que han sido anunciadas desde el propio partido bajo su dirección».

Cuba se gobierna por la Constitución de 1976, reformada posteriormente en 1992 y 2002. Dicha Constitución establece que la máxima instancia de poder en la isla es el Partido Comunista, liderado por Raúl y el segundo secretario, el citado Machado Ventura, acompañados de un buró político.