India
Las vacas bloquean el camino de la nueva India de Modi
Una semana después de la rutilante visita del primer ministro, Narendra Modi, a Silicon Valley para atraer inversiones y con la canciller alemana, Angela Merkel, en el país, en la India se habla de vacas y de un homicidio que, hasta el Gobierno reconoce, puede afectar a la imagen de la nación. El asesinato la semana pasada de Mohammad Akhlaq, un musulmán de 50 años, a manos de una turba que fue a buscarlo a su casa en Dadri, a las afueras de Delhi, por supuesta tenencia de carne de vaca, le ha dado una bofetada a la agenda del país, al poner de nuevo sobre el papel las tensiones religiosas en el gigante asiático.
Las reacciones han llenado las redes sociales, tanto a favor como en contra de los asaltantes, y los políticos discrepan sobre la responsabilidad de los asesinos.
Además, el Parlamento del estado de Jammu y Cachemira es un ring de boxeo desde hace dos días, tras la decisión del Tribunal Supremo de suspender la prohibición del consumo de bovino en la única región musulmana del país para que se determine cuál de los dos códigos penales vigentes en esa zona se aplica -uno de ellos no considera esta práctica delictiva-.
"India es una sociedad madura, tenemos que superar estos incidentes porque sin duda no nos dan buena reputación como país", admitió hoy el ministro de Finanzas, Arun Jaitley, en declaraciones al canal NDTV desde Nueva York.
Pero la situación en el país parece muy lejos de superar el aumento de la crispación.
El director de Relaciones Públicas de la Policía de Uttar Pradesh, S. K. Singh, indicó hoy a Efe que ese cuerpo ha pedido a Twitter que retire material "objetable"relacionado con la muerte de Akhlaq y un mensaje sobre un falso asesinato de un hindú a manos de un musulmán que fue denunciado por un usuario.
La petición fue presentada después de que Akhilesh Yadav, el jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, donde se encuentra Dadri, instara a tomar medidas contundentes contra aquellos que están "incitando al odio"en las redes sociales.
Yadav, que recibió ayer a la familia de Akhlaq, indicó: "no podemos recuperar lo que han perdido, pero podemos compartir su dolor y decirles que los culpables serán castigados severamente".
Pero la cosa no es tan sencilla. Según el ministro de Cultura, Mahesh Sharma, que dirige la clínica a la que fue llevado Danish, hijo de Akhlaq y también atacado por la turba, los asaltantes no tenían intención de linchar a nadie sino que todo fue un "accidente".
Sharma indicó que Danish no tenía "una sola fractura en su cuerpo salvo una herida que fue ocasionada por un golpe con un palo. Le había pegado un gamberro, pero eso significa que la intención no era linchar", dijo según los medios locales.
El líder del Partido Comunista de la India, D. Raja, respondió a Sharma acusándole de hacer comentarios "provocadores y sin sentido".
"No entiendo qué cultura representa Mahesh Sharma; su papel debería ser cuestionado, ya sea por tener alguna participación en este episodio o por si está tratando proteger a los acusados", dijo.
En la mayor parte de la India está prohibido el consumo de carne de vaca, animal sagrado para los hinduistas, pero bajo el Gobierno nacionalista del BJP de Modi en los últimos meses se ha ido endureciendo la aplicación de estas normas, algo que no afecta a la carne de búfalo, de la que la India es el segundo exportador mundial.
Pero hasta eso está bajo la lupa. El Ministerio de Agricultura se reúne hoy con los productores para "revisar si la cantidad de carne de búfalo producida en los mataderos legales para exportación coincide con lo que está siendo exportado".
"Si hay más, entonces ello podría indicar la posibilidad de que carne de vaca siendo ilegalmente suministrada para la exportación", indicó ayer el viceministro de Agricultura, Sanjeev Kumar Balyan.
El dirigente del opositor Congreso Nacional Digvijay Singh aseguró hoy que si el Gobierno presenta una "normativa central"prohibiendo el sacrificio de vacas, su partido podría considerarla.
Otro dirigente del Congreso, Ghulam Nabi Azad, líder de la bancada en el Senado, discrepó y advirtió hoy en un artículo de opinión en el prestigioso diario Indian Express de que todos los esfuerzos de Modi para atraer inversores a la India no servirán de nada si la "India democrática está en un estado de miedo y dolor". Efe