Conflicto IsraelPalestina
Las 773 balas que desatan la ira palestina
El Ejército israelí acusa a Hamás de la violencia en la frontera de Gaza y amenaza con atacar el interior de la Franja si continúan las protestas. La ONU exige una investigación.
El Ejército israelí acusa a Hamás de la violencia en la frontera de Gaza y amenaza con atacar el interior de la Franja si continúan las protestas. La ONU exige una investigación.
Tras una jornada de violencia que dejó 15 palestinos muertos y alrededor de 2.000 heridos a manos del Ejército irsaelí en la frontera de Gaza, el mundo despertó con la sensación de que la mecha vuelve a prender en Israel en una nueva fase del enquistado conflicto árabe-israelí. El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abás, declaró ayer un día nacional de duelo y huelga general en Cisjordania por los fallecidos y los que todavía se recuperan en los hospitales, veinte de ellos en estado crítico. Según el Ministerio de Salud de la Franja, 773 personas llegaron a los hospitales con heridas de bala. Una información que contrasta con la del Ejército israelí que asegura que no se utilizó munición para dispersar a los manifestantes.
En un discurso pronunciado en Ramala, Abás afirmó que «la comunidad internacional debe intervenir para proporcionar protección al pueblo palestino». Como respuesta tuvo las palabras del secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres, que pidió una «investigación transparente e independiente» de los hechos y aseguró que el organismo mundial está dispuesto a «revitalizar los esfuerzos de paz». Sin embargo, el Consejo de Seguridad, tras una reunión de emergencia, no logró ponerse de acuerdo respecto a la terminología de un comunicado conjunto y su respuesta fue, una vez más, insuficiente. El embajador palestino ante la ONU, Riyad Mansur, expresó su decepción al respecto y criticó al organismo. «El consejo debe cumplir con su responsabilidad y poner fin a esta situación que amenaza la paz internacional y la seguridad». Por su parte, el Embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, aseveró que «la comunidad internacional no debe dejarse engañar», y apuntó que lo que hubo el viernes durante la primera jornada de la «Gran Marcha de Retorno» fue «una reunión violenta y terrorista presentada como marcha pacífica».
Mientras tanto, sobre el terreno, la situación continuó tensa y otra veintena de palestinos resultaron heridos en nuevos enfrentamientos. El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, Ronen Manelis, aseveró que Hamás incita a la población a enfrentarse con Israel mientras continúa intentando perpetrar atentados y advirtió que si esto continúa, la respuesta israelí será dentro de la propia Franja, y no solamente en la frontera, contra las organizaciones terroristas. «No permitiremos que esto se transforme en una zona de ping-pong, con respuestas puntuales a cada ataque terrorista. Si esto sigue así, no tendremos más remedio que responder dentro de la Franja de Gaza atacando blancos terroristas que consideramos son quienes están detrás de estos eventos», añadió.
Aunque en la zona fronteriza también ayer se registraron algunos incidentes violentos , no se asemejó a las protestas masivas del viernes. El portavoz del Ejército israelí aseguró que los palestinos «deforman intencionadamente los datos» y que los informes sobre aproximadamente 2.000 heridos son totalmente exagerados. Según el Ejército israelí, diez de los muertos pertenecen a organizaciones terroristas.
Por su parte, la organización islamista Hamás, que gobierna Gaza desde junio de 2007, confirmó ayer que cuatro de los muertos eran miembros de su brazo militar. «Participaron hombro a hombro junto al pueblo palestino en la marcha del retorno», dijeron, al tiempo que fuentes oficiales israelíes acusaban a Hamás de «usar a la población, incluyendo jóvenes y niños, arriesgando a la gente para atacar a Israel». La guerra de propaganda volvió a activarse y como suele ocurrir en estos casos ambos bandos se desmienten constantemente. Ayer, se hizo viral un vídeo en el que un joven palestino que corría «armado» con piedras era disparado por la espalda.
Desde hace semanas Hamás venía anunciando «la marcha» y organizándola activamente. Fueron los milicianos de Hamás quienes prepararon campamentos en el terreno aledaño a la frontera para presentar el hecho como una «protesta popular», encargándose también de poner a disposición de la población en diferentes partes de la Franja autobuses que los llevaban hacia la frontera. En medio de la multitud que aparecía ante las cámaras como el pueblo protestando espontáneamente, Hamás infiltró células armadas que intentaron perpetrar atentados y romper la valla divisoria, algo que el Ejército israelí logró frustrar.
Al llamar a los eventos del viernes «marcha del retorno», Hamás quiso volver a poner sobre la mesa el tema de los refugiados palestinos, exigiendo su vuelta al hogar. De fondo, la acusación de Israel de haber expulsado a los palestinos de sus casas. Todo ello enmarcado en una fecha simbólica, el 70º aniversario de la creación del Estado de Israel. De hecho, la intención de Hamás es continuar con las protestas hasta el próximo 14 de mayo, la fecha de la fundación. En la práctica, lo que esta postura presenta es un rechazo de la existencia misma de Israel.
El problema de fondo nació tras la creación del país, pero no por la declaración en sí misma de independencia, sino por el rechazo del mundo árabe a la resolución de Naciones Unidas que recomendó la creación de un Estado judío y otro árabe. Las heridas que siguen desangrando a Oriente Medio.
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