Rusia

Elecciones en Rusia: Los cachorros de Putin votan por primera vez

Han nacido y crecido bajo el mandato del presidente, único jefe del Estado al que han conocido. El 86% de los jóvenes de entre 18 y 24 años le apoyan incondicionalmente.

Elecciones en Rusia: Los cachorros de Putin votan por primera vez
Elecciones en Rusia: Los cachorros de Putin votan por primera vezlarazon

Han nacido y crecido bajo el mandato del presidente, único jefe del Estado al que han conocido. El 86% de los jóvenes de entre 18 y 24 años le apoyan incondicionalmente.

Son los cachorros de Putin, una generación que no ha conocido otro presidente que el ya encumbrado zar estepario. En el año 2000, cuando Vladimir Putin ganó sus primeras elecciones –aunque en 1999 ya ejerció como presidente interino tras la dimisión de su antecesor, Boris Yeltsin–, nacieron 1,3 millones de rusos, los cuales se suman a los otros casi seis millones que acudirán este domingo por primera vez a las urnas.

Siete millones de nuevos votos en total que el Kremlin se ha encargado de seducir sin descanso. Unos jóvenes que según las encuestas han caído rendidos a los pies del ex agente del KGB ya que según un sondeo realizado por la empresa independiente Levada Center, el 86% de aquellos que tienen entre 18 y 24 años aprueban la gestión del presidente, cinco puntos por encima de la media del país. Es más, el 67% de ellos consideran que Rusia va por el buen camino frente al 56% de la población total.

Las juventudes «putinistas» pisan fuerte, aunque es conveniente marcar las diferencias regionales. Sin bien en grandes ciudades como Moscú o San Petersburgo la mayoría de ellos apuesta por la abstención, que según las encuestas podría rozar el 54%, en las zonas rurales el Kremlin tiene asegurado su apoyo. Especialmente en la zona del Cáucaso. «Aunque también tiene férreos defensores en Moscú, donde Putin compra votos a cambio de buenas sumas de dinero. Es decir, les calla con dinero, así están contentos y no libran nuevas guerras. Además, son jóvenes que no producen, sólo consumen», explica un sociólogo ruso que prefiere mantenerse en el anonimato. Con una oposición debilitada y con el único candidato que seduce a los «millennials», Alexei Navalny, inhabilitado por supuestos casos de corrupción, una gran parte de los jóvenes capitalinos dudan entre quedarse en casa o votar en blanco porque las alternativas «legales» tampoco les convencen.

Es el caso de Alexey Kruk, que camina acelerado hacia el restaurante donde trabaja como sumiller. Tiene 25 años y dice que la política no le interesa «porque siempre gana el mismo», así que «no dejaré de ir a trabajar para acudir a una votación en la que ya se sabe el resultado». Sin embargo, su opinión más que ser mayoritaria es una excepción entre sus coetáneos. La propaganda del Kremlin ha calado en los postadolescentes, especialmente entre aquellos con baja formación y poco acceso a medios de comunicación, alejados de las grandes urbes. Esto según las estadísticas, porque siempre hay excepciones. La idea de la gran Rusia, la amenaza de Occidente y la constante sensación de vivir en una guerra de la que sólo Putin puede salvarles es el mantra que penetra con fuerza en su mentalidad.

La «Generación P» lleva intrínseco un desmesurado nacionalismo y conservadurismo. No es extraño que la mayoría de los jóvenes de pequeñas ciudades o poblaciones alejadas de grandes urbes contraigan matrimonio a los 20 años y formen rápidamente una familia. Unos estándares que contrastan con la sociedad occidental. Éste es el caladero de votos del «putinismo». «Nuestro presidente ha hecho un gran trabajo, Putin es bueno. Además se hizo con el control de Crimea, que es un lugar paradisíaco de sol y playa que a los jóvenes nos encanta», asegura Alina Mirzova, de 21 años, que se estrenará en estos comicios. «A mí lo que me importa es la seguridad y el trabajo, así como tener un buen nivel de ingresos, y con Putin vamos por el buen camino», añade esta estudiante.

«Yo lo tengo claro, votaré por Putin y quiero que la gente se anime a votar, es un acontecimiento muy importante. Además, creo que en esta ocasión ha sido una campaña muy equilibrada en comparación con años anteriores», indica Tania Koneva, de 27 años, original de Astracán, al sur del país. Ella reconoce que Putin, «como cualquier figura de su nivel, es un personaje complicado, pero como presidente sólo se preocupa por la buena imagen de Rusia. Está tratando de devolver a su país al glorioso pasado y reconstruir un gran imperio», destaca. Tania representa a la perfección el sentir de su generación y rechaza que estas ideas formen parte de un lavado de cerebro como «dicen por ahí». «Putin es garantía de la conservación de los valores de la familia, el respeto y la amistad que se están perdiendo en otras partes del mundo. Hace un buen trabajo», asevera. De la misma opinión es Maxinova Oxana, que luce orgullosa una camiseta de su presidente. Ella es del sur aunque vive en Moscú, y tiene claro que el primer voto de su vida en unas elecciones presidenciales será para Putin. «Está haciendo mucho por nuestra patria, sus méritos son innumerables. El domingo elegiremos nuestro futuro y por eso tenemos que ir a votar por Putin. No creo que los demás candidatos sean dignos de ocupar este alto cargo en nuestro país», subraya esta veinteañera. A ella lo que más le preocupa es la educación porque «se ha deteriorado mucho en las últimas décadas y gracias a Putin se está mejorando poco a poco».

A Matvéi, ingeniero químico de 28 años, le sorprenden estas afirmaciones tan tajantes de su compañera Maxinova. Él reconoce que el actual presidente y seguro vencedor de los comicios de mañana ha logrado muchos éxitos durante los 18 años que ha estado en el poder tanto en política exterior como interior, «pero también hubo cambios que no dependieron de él y no puede atribuírselos», apunta. Él no tiene ningún candidato favorito, así que lo más probable es que no acuda a votar. «El sistema político de Rusia no está sano y no es capaz de llevar a la presidencia a una persona brillante o ambiciosa capaz de representarnos. En Rusia se ha generado esa sensación de amenaza exterior constante de la que sólo puede salvarnos el actual mandatario, y eso no es justo», dice. Tampoco le gusta el opositor Navalny, al que define como «proyecto del Kremlin». No piensa así Danya Kholodny, de 20 años, que ha participado en las numerosas protestas que el «enemigo del Kremlin» (Navalny) ha promovido durante estos meses. La estrategia de este noveno candidato «fantasma» (no se le puede votar porque está inhabilitado) ha sido llamar al boicot, fomentar una abstención masiva que ponga en cuestión el liderazgo de Putin. «Navalny es la única persona de fiar. No tiene miedo del Gobierno y dice la verdad. Yo no quiero participar de este circo electoral que han montado en Rusia, es estúpido y naif. No son elecciones, es la reelección de Putin», asegura al tiempo que relata a este diario los enfrentamientos que ha vivido con la Policía por manifestarse en las calles de Moscú.

De hecho, dos de sus compañeros todavía siguen bajo custodia por protestar frente a una comisaría de Policía. «Es cierto que en algunos aspectos estamos en mejores condiciones que tras el colapso de la URSS, pero éste es un país lleno de corrupción, en el que matan a gente, donde la economía ha colapsado, que ha ocupado por la fuerza Crimea, que ha abierto una guerra en Ucrania y en el que, en definitiva, se ríen de nosotros», afirma Danya, que acude a la Universidad donde estudia informática. Curiosamente, y desafiando las estadísticas en el ámbito universitario, 47% de los estudiantes tiene claro que votará por Putin, según Levada Center. Valery Vokhmin es otro de esos jóvenes que se salen de los perfiles que dibujan las encuestas. Él estudia en la Universidad de Tecnología Stankin de Moscú, donde cursa el segundo año de informática. «Es una elección sin opciones. Por eso apoyo a Navalny y su llamada al boicot. Toda mi vida he estado bajo el régimen de Putin y veo cómo ha cambiado todo pero a peor. No hay libertad en internet, matan por opinar en contra del Kremlin... Eso no es democracia», apunta.

Sin embargo, según el analista Anton Barbashin, del «think tank» Intersection, en el caso de que Navalny hubiera podido presentarse su resultado habría sido nefasto porque tampoco termina de gustar. «Es cierto que la mayor parte de esta ''Generación Putin'' respalda al presidente porque no ha conocido otro en sus años de vida, pero las cosas cambiarán cuando estos jóvenes tengan que acceder al mundo laboral y se den cuenta de que el sistema no les responde como pensaban. Éste será entonces un problema importante para el Kremlin. De momento respiran a gusto, pero esto no durará siempre», sentencia.

Siete millones de nuevos electores rusos están llamados mañana a las urnas

Alina Mirzova, 21 años: Apoya la anexión a Crimea

Es la primera vez que va a participar en unas elecciones. Para ella, «Putin ha sido un buen presidente, lo está haciendo muy bien, además tomó Crimea que es un sitio de sol y playa y esto a los jóvenes nos encanta». A su modo de ver, Rusia va por el buen camino.

Timur Lenk, 29 años: Hay que votar, pero no a Putin

Para este joven las elecciones son legítimas, pero no equilibradas. Él cree que «tenemos que ir a votar. Votaré a alguno de los candidatos que no sea Putin, aunque realmente no sé de dónde han salido porque nadie sabe quiénes son ni su programa».

Valery Vokhmin, 20 años: La abstención del descontento

Este estudiante de tan sólo 20 años lo tiene claro: «Toda mi vida he vivido bajo el régimen y no quiero seguir así». Se refiere a vivir «bajo una amenaza a nuestras libertades y derechos». En estas elecciones presidenciales no acudirá a votar.

Tania Koneva, 21 años: Con el nuevo imperialismo

Natural de Astracán, representa a la perfección el sentir característico de su generación. «Votaré por Vladimir Putin porque hace mucho por Rusia y quiere devolver a nuestro país a su pasado glorioso, lucha por reconstruir el gran imperio».

Danya Kholodny, 20 años: Seguidor del «vetado» Navalni

Cuenta a LA RAZÓN quién sería su candidato perfecto para la presidencia de Rusia. Para él, «mi candidato siempre será Alexei Navalny», al que se ha vetado como candidato. «Es el único que no tiene miedo a hablar claro y va con la verdad por delante».

Maxinova Oxana, 20 años: Putin, garantía de futuro

El primer voto de su vida sólo tiene un nombre: Vladimir Putin. Para la joven, «sólo Putin es digno de ocupar la presidencia. Ha hecho mucho por su pueblo, por nuestra patria. Sus méritos son innumerables». Y es que «tenemos que pensar en nuestro futuro»

Avtandil Txilaoshiviili, 20 años: No son elecciones libres

El sentir de este joven ruso es el polo opuesto a la mayoría. Él ha elegido la abstención. «No votaré porque no son elecciones libres ni equilibradas. Putin ha permitido que haya mucha corrupción en Rusia. Y no hay ningún candidato que me interese».

Alexander Kokorin, 21 años: Ningún candidato es de fiar

Califica las elecciones de mañana de auténtico «circo electoral», por lo que no participará. «Ninguno de los candidatos son reales. Yo únicamente apoyo a Alexei Navalny, que ha hecho un gran trabajo aunque no le dejen presentarse a las elecciones».