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Oriente Medio

Israel recrudece su batalla por tierra y aire contra Hamás en Gaza

Decenas de muertos por el bombardeo israelí del campo de refugiados de Jabalia, donde, al parecer, se escondía un cabecilla de Hamás

Las Fuerzas de Defensa de Israel recrudecen la ofensiva con la que pretenden neutralizar definitivamente las capacidades militares de Hamás en la franja de Gaza. Una jornada más desde que franquearon por primera vez la frontera del territorio controlado por el movimiento islamista, las tropas israelíes, a bordo de tanques y bulldozers, se batieron cuerpo a cuerpo con milicianos de Hamás en la ciudad de Gaza, principal núcleo urbano de la Franja con más de 600.000 habitantes.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, reiteraba este martes que las fuerzas de su país llevan a cabo en estos momentos una operación “a larga escala y profunda” en el interior de la Franja. Los enfrentamientos entre las fuerzas israelíes y combatientes de Hamás dejaron ayer dos nuevas víctimas mortales entre las FDI, dos jóvenes soldados de 20 años de edad.

Además, Tel Aviv anunció esta tarde el asesinato en un bombardeo contra el campamento de refugiados de Jabalia –en el norte de Gaza— de Ibrahim Biari, alto mando de un batallón local de Hamás, junto a “numerosos terroristas” más, según un comunicado del Ejército de Israel. Una operación destinada a destruir la infraestructura del movimiento islamista, incluidos túneles, que provocó el derrumbe de edificios residenciales. Según las FDI, Biari fue uno de los cerebros de la infiltración masiva de miembros de Hamás en suelo israelí en la mañana del pasado 7 de octubre, según recogía el medio "The Times of Israel".

Entretanto, la organización político-militar palestina anunciaba la “pronta” liberación de los rehenes extranjeros en el interior de Gaza y llamaba a “los países árabes e islámicos a adoptar una posición histórica para detener las masacres y el genocidio de la ocupación sionista contra nuestro pueblo palestino”.

Los ataques aéreos israelíes contra el campamento fueron constantes durante toda la jornada, y, según las autoridades sanitarias palestinas, varios cientos de personas murieron o resultaron heridas como consecuencia de aquellos. Hamás aseveraba que eran 400 las personas que habían fallecido o resultado heridas como consecuencia de la caída de “seis bombas de fabricación estadounidense” lanzadas por la aviación israelí sobre el citado campamento palestino. El Ministerio de Sanidad gazatí informó de que las víctimas del ataque fueron trasladadas al hospital Indonesio.

Asimismo, fuentes palestinas recogidas por la agencia local WAFA informaron de la muerte de al menos diez personas como resultado de un bombardeo israelí contra otro campo de refugiados, en este caso el de Al Shati, situado en la zona costera de la ciudad de Gaza.

Una jornada más, la organización político-militar en control de la Franja desde 2006 lanzó nuevamente cohetes en dirección a la zona centro y sur de Israel, de lo que dejó constancia el ruido de sirenas en la ciudad de Tel Aviv, según informó el diario israelí Haaretz.

El operativo antiterrorista protagonizado por el Ejército de Israel volvió ayer nuevamente a tener como escenario Cisjordania, donde las FDI demolieron la vivienda de uno de los principales líderes de Hamás. Además, los bombardeos israelíes en el territorio controlado por la Autoridad Palestina –políticamente en manos de Al Fatah— acabaron con la vida de un palestino de 70 años y de un adolescente de 14 años, según las autoridades sanitarias locales. Unos ataques que merecieron la condena de la embajadora estadounidense ante Naciones Unidas, Linda-Thomas Greenfield: “Condenamos estas muertes e instamos a Israel a evitar estos ataques y a trabajar con la Autoridad Palestina”. El balance mortal en Cisjordania se eleva ya hasta las 124 víctimas desde el estallido de la violencia, según fuentes locales.

Entretanto, Israel neutralizó ayer en el sur de su territorio un misil lanzado desde Yemen. Los rebeldes hutíes, una milicia apoyada por la República Islámica de Irán y en control de una parte del territorio del país árabe, se atribuyeron el ataque perpetrado mediante un dron hacia la ciudad israelí de Eilat, en el mar Rojo. Estados Unidos precisó que el proyectil lanzado por el grupo armado chiita –que libra una guerra contra las autoridades yemeníes desde 2014— es un misil de crucero de medio alcance.

La tensión sigue siendo máxima en la frontera entre Israel y Líbano. En la jornada de ayer, como en otras precedentes, el partido-milicia Hizbolá, peón de Teherán en suelo libanés, lanzó fuego de mortero hacia suelo israelí. La respuesta de las FDI no tardó: los bombardeos hacia localidades del sur del país de los cedros, entre ellas la ciudad de Tiro, uno de los feudos de la organización islamista chiita comandada por Hassan Nasrallah. Tel Aviv asegura haber golpeado con éxito objetivos operativos de Hizbulá en el sur del Líbano.

Por otra parte, las facciones palestinas acogidas en Líbano llamaron en la tarde de ayer a observar hoy miércoles “un día de la cólera” en protesta contra “la agresión sionista en la franja de Gaza”, según recogía ayer el diario libanés "L’Orient-Le Jour".

Además, tras haberse negado hasta ahora, las autoridades egipcias aceptaban ayer la apertura, que se hará hoy efectiva, del paso fronterizo de Rafah –el único con Gaza que no controla directamente Israel— para permitir el paso de heridos hacia su territorio, según fuentes médicas y de seguridad recogidas por la televisión egipcia.

Una nueva jornada de guerra, la vigésimo quinta, elevó nuevamente el balance de víctimas mortales entre la población palestina y siguió agravando la catastrófica situación humanitaria en la Franja. Según datos del Ministerio de Sanidad del Gobierno de Gaza, son ya al menos 8.525 las personas que han perdido la vida desde que comenzaron los ataques de Israel contra Hamás en la Franja. Entretanto, responsables de Unicef definieron ayer a Gaza como “una tumba para miles de niños” y “un infierno para el resto”. “Cuando acaben los combates, el coste para los niños y sus comunidades se sentirá en las próximas generaciones. Antes de la

última escalada, más de 800.000 niños –tres cuartas partes de toda la población infantil— en Gaza necesitarán ayuda mental y apoyo psicosocial”.

En el lado de Israel, la infiltración y cadena de ataques terroristas de los combatientes de la rama armada de Hamás han dejado al menos 1.300 muertos –1.138 identificados—, además de los 240 rehenes en manos de la organización palestina (y las 40 personas de las que no se tiene noticia).