Las autoridades de Irán han afirmado este jueves que uno de los terroristas suicidas que se inmoló el 3 de enero cerca de la tumba del general Qasem Soleimani en Kermán era un israelí con ciudadanía tayika, al tiempo que ha recalcado que ha expandido sus operaciones a países extranjeros para detener a otros implicados en el ataque, reclamado por el grupo yihadista Estado Islámico.

El Ministerio de Inteligencia iraní ha señalado en un comunicado publicado en su página web que uno de los terroristas suicidas ha sido identificado por su apellido, Bozrov, de 24 años y miembro de Estado Islámico. Así, ha dicho que el hombre fue a la provincia turca de Van, desde donde se desplazó a Afganistán para recibir formación en un «campamento» de Estado Islámico en la provincia afgana de Badajshán, desde donde fue enviado por el grupo yihadista a Irán.

«El terrorista entró en el país a través del paso fronterizo de Saraván –en la provincia de Sistán y Baluchistán, situada en la frontera con Pakistán– con la ayuda de traficantes de personas», ha recalcado el organismo, que ha agregado que posteriormente se desplazó a Kermán. En este sentido, ha recalcado que el sospechoso se reunió en Kermán con el considerado «cerebro» del atentado, un hombre de nacionalidad tayika identificado por su alias, Abdulá Tayiki, quien habría entrado igualmente al país cruzando la frontera con Pakistán.

«Además de dirigir la operación, está especializado en la producción de bombas de fabricación artesanal», ha señalado, al tiempo que ha apuntado que el hombre abandonó Irán «dos días antes del trágico desastre», que dejó más de 90 muertos. De esta forma, ha incidido en que el objetivo inicial del ataque era el cementerio en el que está enterrado Soleimani, si bien ha argumentado que los «terroristas» optaron por atentar en los alrededores «tras comprobar las estrictas medidas de seguridad» en las instalaciones.

El Ministerio de Inteligencia iraní ha manifestado además que cuenta con «pistas significativas» sobre la identidad del segundo terrorista suicida, sin más detalles, y ha cifrado en 35 los detenidos en el país por su relación con el atentado, ejecutado contra una ceremonia en honor a Soleimani en el cuarto aniversario de su muerte en un ataque con dron de Estados Unidos en el aeropuerto de Bagdad.

En su reivindicación de la autoría del atentado, el grupo Estado Islámico identificó a los dos terroristas como Omar al-Mowahed y Seif-Allah al-Mujahed.

«El proceso de identificación de los que trazaron y dirigieron este acto de terrorismo continúa con velocidad y precisión, dentro y fuera del país», ha recalcado, al tiempo que ha hecho hincapié en que actuará «fuera de las fronteras» para «perseguir a los criminales responsables del derramamiento de sangre de decenas de inocentes».

El número de víctimas mortales del atentado se elevó el jueves a 94, frente a las 91 del domingo. Al menos 14 de los muertos eran ciudadanos afganos. Es el mayor ataque terrorista que ha sufrido Irán desde la instauración de la República Islámica al término de la revolución de 1979.