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Terrorismo

Un informe denuncia la complicidad del Estado Islámico y Al Qaeda con las redes de contrabando e inmigración

Lsas bandas yihadistas tratan de utilizar el Sáhara como camino de sus células hacia Europa

Ghaly, cabecilla del JNIM de Al Qaeda en el Sahel Archivo

Al Qaeda e Estado Islámico (ISIS, Daesh) fortalecen su influencia en la región del Sahel al participar en redes de contrabando a través del Sahara y expanden potencialmente los lazos de los grupos yihadistas en el norte de África, según un informe del Instituto para el Estudio de la Guerra, con sede en Estados Unidos.

El Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (JNIM) y el Estado Islámico en el Gran Sahara (ISSP) cooperan con actores locales en la región del Sahel y el Sahara, con el fin de ampliar sus operaciones en la región y apoyar ataques dirigidos contra ejércitos regulares, especialmente en Níger y Mali.

El informe llama la atención sobre el hecho de que los secuestros llevados a cabo por organizaciones islámicas en la región, en cooperación con grupos criminales locales, son un punto de entrada y un indicador importante de la infiltración y penetración de la rebelión en la región del Sahel; subraya que “el fortalecimiento de la influencia de las redes criminales transsaharianas conducirá a la expansión del alcance de los grupos salafistas-yihadistas y aumentará la amenaza de conspiraciones externas para incluir el norte de África y quizás también Europa”.

“La fuerte presencia de estas redes a lo largo de las rutas de contrabando a través del Sahara fortalecerá los vínculos entre los grupos islamistas en la región del Sahel y las redes de apoyo y facilitación en el norte de África”; “los esfuerzos antiterroristas dirigidos contra el Estado Islámico en el norte de África han afectado en gran medida a las redes de la organización en Argelia y Libia, ya que los datos de los lugares de conflicto no han indicado ningún ataque del ISIS en estos dos países desde 2022, pero la organización todavía tiene presencia en el suroeste de Libia”.

En un contexto similar, el informe subraya que “Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) sigue activa en el suroeste de Libia y Argelia, donde opera principalmente como centro logístico y corredor de tránsito a lo largo de las rutas de contrabando transaharianas”.

“Los informes de la ONU confirman que Al Qaeda sigue utilizando el suroeste de Libia como centro logístico para apoyar a sus filiales en África occidental. También indican la presencia de esta organización a lo largo de las rutas de contrabando entre Argelia, Libia y Níger, y que trabaja con contrabandistas tuareg para el contrabando de drogas, armas y inmigrantes”.

“Daesh ha mostrado una clara intención de utilizar sus redes transsaharianas para apoyar a células de ataque en el norte de África y Europa y el movimiento de combatientes extranjeros”. El desmantelamiento por parte de las autoridades de seguridad marroquíes de una célula terrorista vinculada a yihadistas de la región del Sahel, y las numerosas operaciones que permitieron a la seguridad marroquí frustrar varios complots terroristas.

Por su parte, “el JNIM puede estar más centrado en lograr objetivos económicos a través de su presencia en redes en todo el Sahara, dados los informes de que el grupo está considerando separarse de Al Qaeda”.

A pesar de esta posibilidad y adoptar así el modelo de los talibanes afganos o de la Hay’at Tahrir al-Sham siria, el mismo informe sugirió que “Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin probablemente mantendrá una red humana y vínculos comerciales con intermediarios vinculados a Al Qaeda en el Magreb Islámico, y ambas partes seguirán beneficiándose económicamente de la participación directa en el contrabando o de la imposición de impuestos a los comerciantes".