Rusia presiona en Donetsk con duros combates en la estratégica Vugledar

Rusia intensifica su incursión bélica en Ucrania, desoyendo todos los llamamientos a Vladimir Putin para que detenga el derramamiento de sangre y retire sus tropas del territorio del país invadido. En paralelo a los combates en Bajmut, las fuerzas rusas y las ucranianas están librando una dura batalla en la ciudad de Vugledar, en la región oriental de Donetsk. Rusia presiona para conquistar más terreno en Ucrania antes de que llegue la ayuda militar internacional. Vugledar cuenta con una población actual de poco más de 17.000 habitantes, pero es una ciudad puente para recuperar Mariupol. Si finalmente cae en manos de Rusia, eso dificultaría las opciones de Kyiv para liberar la zona.

El portavoz de la Brigada 68 del Ejército ucraniano, Yevhen Nazarenko, advierte de que si las tropas rusas se han con el control de Vugledar “el enemigo podría controlar nuestras rutas logísticas. Sería capaz de controlar una gran área desde la posición más alta en la que se encuentra la ciudad y podría obligarnos a retirarnos unos 20 kilómetros a Kuragove en el norte”.

La ciudad ha sido fuertemente bombardeada por la artillería rusa y múltiples lanzacohetes sin que ningún edificio haya quedado intacto, aseguran fuentes locales. El jefe de Donetsk designado por Rusia, Denis Pushilin, insistió este lunes en que las tropas rusas entraron en la ciudad y tomaron posiciones en los suburbios del este. Las fuentes oficiales ucranianas todavía no confirman esta información.

El Estado Mayor del Ejército ucraniano insistió este lunes que las tropas ucranianas “han creado un infierno” para las fuerzas atacantes rusas, infligiéndoles grandes pérdidas en los últimos días. Según los informes más recientes, una compañía de reconocimiento de la 155ª brigada rusa de sus fuerzas del Océano Pacífico ha sido “completamente eliminada” al intentar un asalto frontal. Fuentes regionales rusas también han confirmado numerosas bajas entre los soldados que fueron trasladados a miles de kilómetros para combatir en Ucrania.

Aun así, Nazarenko apunta que, a diferencia del grupo mercenario “Wagner” en Bajmut, los soldados rusos libran un combate más convencional. Admite que los rusos lograron un “progreso limitado” al capturar posiciones en las aldeas cercanas a la ciudad, pero la situación se estabilizó este lunes. Según Nazarenko, las unidades ucranianas en el área tienen las armas necesarias para continuar la defensa, pero no las suficientes para intentar una contraofensiva para repeler al enemigo.

Según otro portavoz del Ejército ucraniano, los rusos están tratando de desgastar a las fuerzas ucranianas, encontrar el eslabón débil y abrirse paso en su defensa en Donetsk. La estrategia del mando ucraniano es agotar al máximo a los invasores y reducir su “potencial ofensivo” como ya hicieron en Lugansk en primavera y verano antes de recuperar territorios en Járkiv y Jersón.

Numerosas bajas

Si bien Rusia ha logrado progresar tanto cerca de Bajmut como de Vugledar, los analistas subrayan que es probable que todavía carezca de las fuerzas para infligir derrotas decisivas a las fuerzas ucranianas. Señalan que a Rusia le ha llevado unos 9 meses capturar la ciudad de Soledar con una población de 10.000 personas. Ucrania ya afirmó antes que Rusia sufrió grandes bajas en su anterior intento de capturar Vugledar en noviembre pasado cuando la misma Brigada 155 sufrió grandes pérdidas.

Rusia está demostrando una necesidad imperiosa para avanzar y mostrar victorias militares por lo que está arriesgando más y dejando de lando tácticas más lentas y menos costosas. Ucrania también está pagando el precio de la falta de armamento pesado y la necesidad de instruir rápidamente a los reclutas sin experiencia militar por lo que el Ejército está sufriendo pérdidas relativamente altas. La llegada de las municiones y equipos militares prometidos por Occidente podría jugar un papel importante, salvando las vidas de los civiles que tienen que convertirse en soldados para proteger sus hogares.