Después de dos días relativamente más tranquilos en partes de Ucrania, varias ciudades de todo el país fueron alcanzadas por misiles rusos. Cinco de ellos impactaron en la ciudad occidental de Lviv, cerca de la frontera con Polonia. Parte de la ciudad quedó sin electricidad y agua luego de que tres subestaciones eléctricas fueran dañadas. Los testigos hablan de nubes de humo negro y espeso que se elevan en varios lugares. Otras ciudades en las regiones de Vinnytsia, Dnipro y Kirovograd también fueron atacadas, según los informes iniciales. El alcance de los daños aún no está claro.

El embajador de Estados Unidos ante la OSCE, Michael Carpenter, advirtió que es probable que Rusia anuncie un referéndum falso en las Repúblicas Populares controladas por Rusia en parte de las regiones de Donetsk y Lugansk, buscando anexarlas formalmente. Carpenter no especificó cuáles serían los límites de los territorios anexados. Sin embargo, las constituciones de las así llamadas ‘repúblicas’ especifican las provincias enteras como su territorio y es probable que las tropas rusas presionen para establecer el control sobre toda la región y cualquier parte de Ucrania que puedan capturar.

Confirmando las advertencias anteriores del presidente Zelenski, EE. UU. también considera probable que Rusia buscaría proclamar una República Popular de Jerson en la región sur. Al no haber podido convencer a las autoridades locales de que cooperaran, Rusia comenzó a instalar a su propia gente en lugar de los funcionarios elegidos democráticamente y también introdujo el rublo ruso como moneda.

La inteligencia ucraniana informa que se les dice a las tropas rusas que se preparen para la continuación de la guerra hasta septiembre. Rusia podría incorporar los territorios ocupados en el sur de Ucrania como parte de la Crimea anexada.

Mientras tanto, Rusia inició el martes un ataque fuerte contra la acería sitiada en Mariupol, mientras unos 200 civiles aún permanecían por dentro. El subcomandante del regimiento Azov, Sviatoslav Palamar, dijo que Rusia empleó todo tipo de armas a su disposición, disparando contra la planta desde artillería, tanques, naves y enviando sus tropas tanto por tierra como por mar. Los ataques a la planta han continuado a pesar de que el presidente ruso Putin ordenó a cesar intentos de capturar la acería y concentrarse en su bloqueo. Al menos dos mujeres civiles murieron en los bombardeos el martes. También se teme que varias tropas ucranianas hayan muerto. El autor de una de las cuentas de Twitter más prolíficas de los que todavía están activas en Azovstal fue asesinado el martes. Palamar dijo que la situación es muy difícil y los defensores esperan “decisiones rápidas” por parte del presidente ucraniano Zelenski.

Asimismo, 156 civiles de la asediada Azovstal finalmente llegaron a la ciudad ucraniana de Zaporiyia después de un viaje de casi dos días el martes. Confirman que las tropas ucranianas les dijeron que podían intentar salir de la planta pero que era demasiado peligroso debido a los constantes bombardeos. El alcalde de Mariupol Vadym Boychenko había informado previamente de retrasos significativos debido a la “filtración” de los ucranianos por parte de las tropas rusas. Según Boychenko, todos los que se descubre que han trabajado para las autoridades locales son detenidos durante varias semanas o incluso meses. Están recluidos en cámaras abarrotadas, no se les da comida y apenas nada de beber, mientras son golpeados y torturados.

Los combates continúan a lo largo de toda la línea del frente, con Ucrania repeliendo 12 ataques enemigos en el último día solo en Donbas en el este del país. Las batallas cerca de Izium parecen ser las más mortíferas, mientras que las ciudades de Lugansk, como Rubizhne y Popasna, están siendo arrasadas por la artillería rusa. Al menos 16 personas han perdido la vida en los bombardeos en la región de Donetsk. Tres de ellos fueron asesinados en Vugledar mientras buscaban agua potable, mientras que al menos 10 personas fueron asesinadas cuando habían terminado su turno de trabajo y se dirigían a sus casas en una planta en Avdiivka. El centro de Jarkiv también fue bombardeado con un incendio en un parque de entretenimiento para niños, dejando una persona herida.

En la ciudad portuaria de Odesa el lunes, el ataque ruso más reciente con misiles mató a un niño de 14 años e hirió gravemente a una niña de 17 días después de que un dormitorio fuera atacado. El ataque llevó al presidente ucraniano a preguntar retóricamente: “¿Qué peligro representaban los niños y el dormitorio para Rusia?”. Un monasterio vecino también sufrió algunos daños, pero nadie resultó herido. En el ataque mortal anterior, el Santo Domingo, 9 personas murieron en Odesa, incluida una niña de 3 meses de edad y una mujer que se había enterado de que estaba embarazada varios días antes del ataque.

Las tensiones aumentan en la vecina Moldavia con el prorruso Transnistria informando que se evitó otro ataque a las torres de radio en Mayak. Transnistria había afirmado que los presuntos ataques anteriores fueron orquestados por Ucrania, mientras que Ucrania niega las afirmaciones y ve esto como un intento de distraer a algunas de las tropas ucranianas de los combates con Rusia.

Mientras, Kyiv afirma que más de 24.000 soldados rusos han perdido la vida desde el comienzo de la invasión. Las estimaciones de sus socios occidentales sugieren que el número no está muy lejos de la realidad. El último informe del Ministerio de Defensa del Reino Unido sugiere que las tropas rusas son mucho más débiles después de más de dos meses de combate y sufren de baja moral.

A Rusia no parece importarle mucho ganar nuevos aliados o mantener la neutralidad de algunos países. Los últimos comentarios del Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia han provocado una ola de indignación en Israel, que hasta ahora se ha mantenido en gran medida neutral en lo que respecta a la invasión rusa de Ucrania. Respondiendo a una pregunta de un periodista italiano sobre cómo Rusia puede etiquetar al presidente Zelenski como “nazi” si es judío, Lavrov comparó a Zelenski con Hitler, que “también tenía sangre judía”. Lavrov agregó que a menudo “los judíos son los mayores antisemitas”. El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Yair Lapid, dijo que “esta vez se ha cruzado el límite” y exigió una disculpa de Rusia. En respuesta, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia acusó a Israel de “apoyar un régimen neonazi” en Ucrania. Israel no ha enviado ayuda militar a Ucrania ni ha introducido sanciones contra Rusia.

Mientras tanto, el canciller alemán, Olaf Sholz, reprendió a Ucrania por no dar la bienvenida al presidente alemán Steinmeir y dio a entender que no visitará Kiev hasta que Steinmeier vaya allí. El embajador de Ucrania, Andriy Melnik, dijo que no era momento de ofenderse y recordó que esta es “la guerra de exterminio más brutal desde la invasión nazi de Ucrania” durante la Segunda Guerra Mundial. El líder de la oposición alemana Friedrich Merz estuvo de visita en Irpin y Kyiv el martes.

El Papa Francisco afirmó en una entrevista al Corriere della Sera que estaba listo para visitar Moscú para pedirle a Putin que detuviera la guerra, pero no recibió respuesta de Moscú. También criticó al patriarca ruso Kirill por apoyar la invasión. Este último pronunció un sermón el martes en el que afirmó que “Rusia nunca ha atacado a nadie”.