Sudán
Exteriores consigue evacuar a los españoles atrapados en el conflicto de Sudán
Estados Unidos, Francia, Jordania, Italia, Arabia Saudí y Reino Unido son algunos de los países que también han conseguido extraer a sus ciudadanos de la nación africana
España respira. Más de una semana después del inicio de la guerra civil de Sudán y en medio de graves tensiones, los ciudadanos españoles han comenzado a ser evacuados de Jartum en la noche de este domingo. Un Airbus A400M Atlas con cuatro motores de hélice perteneciente al Ejército del Aire despegó en torno a las 22 horas de la base aérea de Wadi Seidna, actualmente controlada por elementos del ejército regular sudanés, y puso rumbo con destino a Yibuti con nuestros compatriotas a buen recaudo en su interior. España se suma así a la lista de países que han completado la evacuación de su nacionales en Sudán, una lista que incluye a Estados Unidos, Arabia Saudí, Francia y Reino Unido.
El Airbus A400M tiene una capacidad de carga de 116 personas y pudo evacuar a 30 de los 60 españoles atrapados en el país africano en un primer viaje, además de una veintena de sudamericanos y otros nacionales europeos. Los evacuados tuvieron que recorrer por vía terrestre los 35 kilómetros que separan a la Embajada española en Jartum de la base aérea de Wadi Seidna, a sabiendas de que algunas de las zonas que atravesaría una ruta directa se encuentran todavía en disputa entre los bandos enfrentados, como podría ser el área del Hospital Haj El-Safi o los cruces de la orilla norte del Nilo Azul. La extracción tuvo que realizarse por carreteras secundarias, despegando el aparato del Ejército del Aire pasado el anochecer. Además de los evacuados en el operativo de hoy, otro grupo de españoles decidió, voluntariamente, permanecer en Sudán o abandonarlo por otros medios, mientras que otros habían conseguido salir del país antes de la puesta en marcha de este dispositivo.
Según fuentes de defensa, en las últimas 48 horas, las aeronaves implicadas en la misión han operado entre Yibuti y España para transportar todo el material y personal militar implicado en la operación. Para ello, se ha implicado a cerca de 90 militares de la I Bandera Paracaidista y del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, así como 80 miembros del Ala 31, Grupo 45, Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo y la Unidad Médica de Aeroevacuación del Ejército del Aire y del Espacio, así como un equipo de reconocimiento y enlace operacional del Mando de Operaciones y personal del Mando Conjunto de los Operaciones Especiales.
El plan de evacuación se ha realizado gracias a la rápida capacidad de acción del Ejército del Aire y mediante una constante comunicación con sendos bandos implicados en el conflicto. Otro cantar habría ocurrido si el portaaviones Juan Carlos I hubiera estado presente, como ha sido en otras ocasiones, entre los buques desplegados dentro de la Operación Atalanta que opera desde 2008 en las costas del Cuerno de África. Lo más probable en este caso, según apuntan diversos expertos, habría sido que la Armada hubiera llevado la batuta en las evacuaciones gracias a su extensa capacidad logística.
Existían dudas acerca de cómo se llevaría a cabo la evacuación de los 60 españoles y los “veinte sudamericanos y europeos” citados por Albares en la mañana del viernes. Todo dependía de las rutas disponibles. Una opción era la vía aérea, más rápida en el momento final de la extracción pese a necesitar unas condiciones de seguridad mayores; otra alternativa precisaría de transportar a los ciudadanos españoles hasta el Mar Rojo, donde sería evacuados por la vía marítima. Aunque Arabia Saudí consiguió evacuar el sábado a sus nacionales por la vía marítima desde Port Sudan, igual que la ONU ha puesto en marcha un enorme convoy con funcionarios de Naciones Unidas y nacionales de diversos países y que se dirige en estos momentos al conocido puerto del Mar Rojo, la carretera es sumamente peligrosa. En circunstancias normales, el trayecto entre Jartum y Port Sudan requeriría trece horas de viaje a través de 600 kilómetros de desierto, un trayecto que hoy se adivina más largo y peligroso a causa del conflicto.
La misión de extracción decidió llevarse a cabo después de que quedara claro que ninguno de los dos bandos respetaría de forma íntegra el alto el fuego solicitado por la comunidad internacional.
Una colaboración útil
Javier Mollá Ayuso, Director Regional de Seguridad de International SOS, posee 19 años de experiencia como oficial de Infantería de la Marina y 21 años de experiencia en lo que respecta a planes de evacuación en el sector privado. En una conversación telefónica sostenida con LA RAZÓN lamenta que el Ministerio de Exteriores no haya contado con su compañía para los planes de evacuación: “si supieran que nosotros ya llevamos allí [en Sudán] semanas moviendo a gente y sacándola, podrían apoyarse en nosotros”. Pone el ejemplo de Francia, que tiene contratadas dos aeronaves de International SOS a tiempo completo para evacuar a sus ciudadanos en caso de emergencia en cualquier lugar del mundo. Mollá confirma que ya han trabajado con ellos, entre tantos otros lugares, en Afganistán o incluso en Ucrania. También han llevado a cabo evacuaciones de particulares en Perú o en el Líbano, momento en que extrajeron hasta 800 personas utilizando autobuses.
Mollá recuerda que International SOS lleva a cabo una monitorización constante de las regiones afectadas, aunque no siempre considera la evacuación como la mejor alternativa. Tras el último golpe de Estado en Burkina Faso no evacuaron a los civiles (a excepción de un joven que sufrió un ictus), sino que les introdujeron en una situación de “stand fast” donde los afectados puedan aguantar hasta que la situación termine. Esta alternativa puede ser útil también por un tiempo acotado, como ha ocurrido en Jartum, donde los combates se desarrollan en la práctica totalidad de la capital y hace falta esperar a que las condiciones permitan una evacuación segura.
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