Política

Egipto

El triángulo Ejército-Hermandad-Hamas

La Razón
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El expresidente Mohamed Morsi permanece arrestado e incomunicado en un lugar desconocido desde que fue depuesto en un golpe de estado militar con respaldo cívico y popular el pasado 3 de julio. Su familia reclamó que se le elevaran cargos o se lo dejase en libertad. Consiguieron lo primero. Un Juez de Instrucción ha iniciado una investigación contra Morsi basada en acusaciones de espionaje para una organización extranjera, Hamas, de haberse confabulado con ésta para fugarse de prisión en el pasado, y de conspirar con el movimiento fundamentalista palestino para realizar actos hostiles contra la nación egipcia y ataques y secuestros contra sus soldados. Ello equivale a un acto de traición que en un juicio castrense puede significar la pena de muerte.

Líderes de la Hermandad Musulmana protestaron, enfatizando que Morsi es un presidente electo que tiene inmunidad y que sólo puede ser juzgado bajo procedimientos constitucionales específicos. Alegan que se trata de una vendetta del general Abdel Fattah al-Sisi para deslegitimar a la totalidad de la agrupación. Probablemente los Hermanos estén en lo cierto, pero no menos cierto es que bajo el breve gobierno de Morsi los lazos con Hamas florecieron. Egipto dio la bienvenida a cuadros de alto rango de Hamas llegando a permitir que elecciones internas del grupo tuviesen lugar en el Cairo. Se ha señalado que las arcas de la Hermandad financiaron a Hamas. Y que Morsi no hizo lo suficiente para frenar el contrabando de armas, drogas y personas desde el desierto del Sinaí hacia la Franja de Gaza.

Desde que el general Al-Sisi tomó el poder financistas de la Hermandad fueron detenidos, entre quienes había aquellos que tenían conexiones con Hamas. Treinta mil soldados fueron desplegados en la zona del Sinaí y, según algunos reportes, cerca de ochocientos de los mil túneles que conectan a Egipto con Gaza fueron desbaratados.

Como en los viejos tiempos, el ejército ha emprendido la represión contra la Hermandad; y también contra sus conexiones con Hamas. Cuando estaban en los márgenes, los Hermanos respondieron con violencia. Ahora que están siendo atacados tras haber perdido el poder político ganado legítimamente, es de esperar que no permanezcan de brazos cruzados. Y resta por verse como reaccionará Hamas. Probablemente correrá sangre en el país.