Angola
El «selfi basura» como denuncia
Los angoleños se niegan a acostumbrarse al nauseabundo olor de cientos de toneladas de basura acumuladas en sus calles y han lanzado una campaña de selfis posando en vías repletas de escombros para denunciar el grave problema público de salubridad que afecta a millones de ciudadanos. La idea nació de un grupo de jóvenes hartos de la inoperancia del Gobierno en materia de saneamiento en todo el país, con especial incidencia en la capital, Luanda.
"Selfie-Lixo"("selfi basura"en español) persigue soluciones a través de la provocación, con poses serias y repulsivas en calles abarrotadas de basura que se expanden por las redes sociales.
"Estos son los bonitos jardines de la ciudad", ironiza Luisa Emiliana, una de las chicas que participa en la campaña y que posa ante un improvisado vertedero en una zona de recreo.
Los angoleños han puesto cara al mal olor: fruncen el ceño, se tapan la nariz o sacan la lengua en señal de desaprobación. Titulan su foto, la acompañan del nombre de la calle donde ha sido tomada y la comparten en Facebook.
"Los conocidos Cuatro Campos de Luanda ahora son un vertedero", denuncia Dockas, otro activista, en una de las instantáneas.
Entradas de colegios taponadas por escombros, paradas de autobús rodeadas de suciedad, residuos amontonados en estanques de agua y basura que se entremezcla con los puestos de un mercado de frutas y verduras, son algunas de las instantáneas que reflejan el estado de la capital.
La campaña comenzó a conseguir frutos este verano. "Con nuestras fotos el Gobierno se ha visto obligado a reunirse varias veces en busca de una solución", asegura a Efe Magnos Domingos, organizador de la campaña y primer ciudadano que aportó su selfi a la iniciativa.
Cuenta que es imposible hacer un recuento de las miles de autofotos subidas a la red y que "casi todos los luandeses con Facebook se han sumado a la campaña", porque, al margen de sus ideologías políticas, "todos son sensibles con el medio ambiente".
Luanda, con seis millones y medio de habitantes, produce 1,3 millones de toneladas anuales de las 3,5 que genera el país, según datos del Ministerio de Medioambiente.
El problema no es reciente, sino que se arrastra desde hace más de un año. En octubre de 2014, las autoridades retiraron 44.000 toneladas en la provincia de Luanda.
¿Y qué sucede cuando la basura bloquea travesías y calles?: que los ciudadanos, desesperados, comienzan a quemar los deshechos por su cuenta, una actividad que arroja partículas contaminantes vinculadas con brotes de enfermedades, advierte la revista especializada Enviromental Science and Technology.
Los ciudadanos, hartos de soportar el olor, también están organizando recogidas de basura en grupos con medios improvisados, como remolques enganchados a vehículos todoterreno.
El Gobierno de Luanda ha desplegado en la última semana dos mil personas y cien camiones en el distrito de Viana, donde ensaya un nuevo modelo de recogida.
"Esto no resuelve el problema definitivamente, es una respuesta propagandística para limpiar la imagen del Gobierno, no una solución real", denuncia Magnos.
La campaña Selfie-Lixo exige un "plan factible y cuantificable"que haga efectiva la recolección de basura en Luanda a largo plazo.
La campaña ha dado otro paso y ahora va más allá de las redes sociales. Charlas, conferencias y grupos de trabajo analizan las causas y consecuencias y proponen soluciones paralelas para no vivir, literalmente, entre basura. Efe