Buenos Aires
El «caso Boudou» acecha al Kirchnerismo
La Justicia procesará al vicepresidente por falsificar la compra de un coche de lujo
Lo de la presidenta Cristina Kirchner y su vicepresidente Amado Boudou fue amor a primera vista. Se los presentó un amigo común durante un almuerzo en la Quinta de Olivos cuando el difunto presidente, Néstor Kirchner, hacía picadas (partidos de fútbol) y parrilla todos los domingos. Desde entonces, se convirtió en el niño bonito de la baronesa peronista. Pese a los celos de su hijo Máximo, que nunca lo miró con buenos ojos, siguió escalando peldaños en la Casa Rosada. Eran tiempos de gloria para Boudou, un «sex symbol» que recorría el barrio pudiente de Puerto Madero en su Harley. Con la chupa de cuero, la guitarra colgando y una modelo rubia a las espaldas. Pero el sueño se truncó. El vicepresidente y ex ministro de Economía se convirtió en un ángel caído. Y es que, aunque su progenitora ideológica no le soltó la mano, Boudou sigue siendo la oveja negra de la «familia K». La apuesta más arriesgada de Cristina. Un órdago que podría costarles caro a la presidenta y a sus delfines. Junto con otros escándalos de corrupción como sus negocios ocultos en la provincia de Santa Cruz o el blanqueo de capitales a través de cuentas ocultas en paraísos fiscales, ahora, otro capitulo judicial deja a Boudou como un cadáver político que camina sin rumbo. Un juez federal ha elevado a juicio oral la causa en la que está acusado de la supuesta falsificación de un documento público.
El vicepresidente, está acusado de falsificar los documentos de un coche de lujo de su propiedad desde 2003. Según expertos judiciales, próximamente se establecerá por sorteo la fecha y el tribunal que llevará a cabo el juicio. Se prevé que el funcionario apele ante la Cámara Federal de Casación Penal y la Corte Suprema para dilatar o impedir el proceso. Legisladores opositores reclaman que Boudou, quien preside el Senado, deje el cargo hasta que se aclare su situación judicial. «El kirchnerismo debe dejar de protegerlo», se queja el senador de la Unión Cívica Radical Gerardo Morales. Mientras tanto, diputados opositores reclaman que avance un juicio político en su contra. El delito del que se acusa a Boudou contempla una pena de uno a seis años de prisión, aunque las condenas menores a tres años no implican prisión. Además, se enfrenta otras investigaciones judiciales. En la que aparece más comprometido es en la llamada «causa Ciccone», la única imprenta de billetes de curso legal en el país. Otro magistrado procesó al vicepresidente por supuestamente haber participado de una maniobra irregular para apoderarse de la compañía en 2010 cuando ejercía como ministro de Economía.
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