Guerra en Oriente Medio
Máxima tensión en Gaza al cumplirse el plazo de Israel para salir de la Franja ante una invasión inminente
La ONU considera imposible evacuar a los 1,1 millones de civiles que viven en la ciudad, algunos de ellos en situación vulnerable
Todo parece indicar que la operación terrestre del Ejército israelí contra la Franja de Gaza está a punto de empezar, después de que el Tsahal emitiese este jueves un ultimátum para la población civil viviendo en el norte del territorio palestino, unos 1,1 millones de personas, instándola a abandonar la zona en un plazo de 24 horas. El plazo se ha cumplido este sábado a las 15 hora española y la tensión es máxima en la Franja por la inminente invasión terrestre del norte de Gaza por parte de las tropas israelíes acumuladas en la frontera.
El Gobierno israelí ha pedido a los residentes que se marchen porque los combatientes de Hamás «se están escondiendo en túneles debajo de las casas», así como indicaron que el grupo pretende utilizarlos como «escudos humanos». Más aún, las tropas de Israel «seguirán operando de manera significativa en la ciudad de Gaza en los próximos días y desean evitar dañar a los civiles», según informó el ministerio de Defensa. Por su parte, Naciones Unidas aseguró que esta es una demanda «imposible» de llevar a cabo, tanto por el límite de tiempo como por la logística requerida para desplazar a un número tan grande de población.
En este sentido, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, reiteró ayer viernes en un inusual discurso durante el Shabat, el descanso preceptivo de los judíos, que Israel destruirá al Movimiento de Resistencia Islámico (Hamás). "Destruiremos a Hamás y ganaremos, pero llevará tiempo", ha aseverado el primer ministro israelí, agregando que están luchando "como leones" y que este es "tan solo el principio", según ha recogido el diario 'The Times of Israel'. Netanyahu, que ha hablado este viernes con varias familias que han perdido a sus seres queridos por los ataques del movimiento islamista palestino, ha subrayado que Israel "nunca olvidará" los "horribles actos" cometidos por el enemigo. Ha recordado además que el país tiene un "apoyo internacional tremendo". Israel se ha convertido esta semana en destino de representantes diplomáticos de algunas de las principales potencias internacionales.
Posible bombardeo del norte de Gaza
Si el ataque de Tel Aviv empieza con un bombardeo masivo del norte, las consecuencias para los civiles atrapados en el fuego cruzado serán, en palabras de la organización internacional, «devastadoras». Por ello, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, imploró al Gobierno de Netanyahu que reconsiderase su posición. «Las Naciones Unidas consideran imposible que tal movimiento tenga lugar sin consecuencias humanitarias devastadoras, por lo que hacen un enérgico llamamiento para que cualquier orden de ese tipo sea rescindida, evitando lo que podría transformar lo que ya es una tragedia en una situación calamitosa», explicó.
Por su parte, Josep Borell, el jefe de la diplomacia europea, también se manifestó en ese sentido, tildándola de «completamente irreal». No obstante, y como evidencia de que la advertencia del Gobierno de Israel ya no tiene marcha atrás, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA) ya ha trasladado su centro de operaciones y su personal internacional al sur, según informaron en redes sociales, a la vez que demandaron que las «autoridades israelíes a protejan a todos los civiles en los refugios de la UNRWA, incluidas las escuelas».
La determinación de Tel Aviv no solo permaneció inalterable, sino que sus representantes también criticaron duramente a los operativos de las Naciones Unidas en la zona. «Durante muchos años, la ONU ha hecho la vista gorda ante el armamento de Hamás, su uso de la población civil y de la infraestructura civil en la Franja de Gaza como escondite para sus armas y asesinatos», explicó el embajador israelí Gilad Erdan, a la cadena CNN. «Ahora, en lugar de apoyar a Israel, cuyos ciudadanos fueron masacrados por los terroristas de Hamás y que trata de minimizar el daño a quienes no están involucrados, predica a Israel. Es mejor que la ONU se centre en devolver a los rehenes, condenar a Hamás y apoyar el derecho de Israel a defenderse».
Por otro lado, el grupo de terroristas palestinos, los cuales son los dueños políticos y de la seguridad de la Franja, no solo hizo caso o miso de la misma, sino que instó a los habitantes a obviar el ultimátum que calificó de «propaganda falsa». Algo que, por otro lado, muestra el desdén y la poca preocupación del grupo por los ciudadanos a los que dice defender.
Mientras, en el interior de Gaza, la población sigue sufriendo los efectos de la escalada de violencia y los bombardeos israelíes. Además de no contar con refugios antiaéreos adecuados, los hospitales están desbordados y sin capacidades de atender enfermos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMD), los centros médicos están en el «punto de ruptura», motivo por el que volvió a pedir el establecimiento de un corredor humanitario, similar al realizado durante el conflicto de 2014, para que pueda llegar la muy necesaria ayuda. A propósito de esto, su portavoz, Tarik Jasarevic, aseguró que «se está acabando el tiempo para evitar una catástrofe humanitaria si no se pueden entregar urgentemente combustible, agua, alimentos y suministros humanitarios y de salud vitales para la Franja de Gaza en medio del bloqueo total». Sin embargo, el Gobierno de Netanyahu, sigue negándose a realizarlo.
Varias organizaciones internacionales han asegurado que el ultimátum de Israel a la población palestina equivale a una «sentencia de muerte» para los pacientes hospitalarios vulnerables, según informó la OMS. Las autoridades sanitarias de Gaza, por su parte, aseguran que es imposible evacuar a los pacientes hospitalarios vulnerables en el plazo de 24 horas. «Hay personas gravemente enfermas cuyas lesiones significan que su única posibilidad de sobrevivir es con soporte vital, como ventiladores mecánicos. Pedirles a los trabajadores de la salud que los desconecten es más que cruel», indicó Jasarevic.
Desde que el sábado pasado estallara el conflicto por el sorpresivo ataque de Hamás, 1.500 civiles han muerto en Gaza, según el ministerio de Salud palestino, y otras 1.300 han fallecido en Israel durante las masacres perpetradas por el grupo islámico y los cohetes lanzados desde la Franja. Tristemente, en estos momentos, la vida de los inocentes atrapados entre los dos fuegos parece ser lo que importa menos. Hamás sigue disparando sus misiles mientras Netanyahu promete que «todo terrorista es hombre muerto». Netanyahu está bajo presión pues una mayoría de la población le culpa de la matanza de civiles por parte de Hamás y el colapso de las Fuerzas Armadas.
Finalmente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, llegaron este jueves a Israel para mostrar su apoyo al país. «He llegado a Israel para expresar nuestra solidaridad con el pueblo israelí tras el terrible ataque terrorista de Hamas», escribió en redes sociales la presidenta. Por su parte, Metsola dijo que «estamos aquí con un mensaje de solidaridad después del peor ataque terrorista que Israel ha sufrido en años. El terrorismo no prevalecerá. La forma en que respondamos es importante. Podemos y debemos detener a Hamás y hacer lo que podamos para mitigar las consecuencias humanitarias»..
La presidenta de la Comisión tuvo que correr hacia un refugio en Tel Aviv después que sonaran las alarmas por el impacto de un misil lanzado por la organización terrorista desde la Franja de Gaza. El intercambio de disparos es incesante desde hace seis días.