Cómo frenar el auge del populista AfD

La versión digital de la revista alemana «Stern» asegura que ayer se descorcharon botellas de champán en la sede de Alternativa para Alemania (AfD). Una metáfora, o no, que sirve para testar el ánimo de esta formación populista tras el anuncio de la canciller. «AfD necesita de Merkel para movilizar a los votantes descontentos», aseguran desde este magacín. Un requisito que a pesar de la popularidad de la canciller no parece descabellado si se tiene en cuenta que para muchos Merkel es la única responsable de la llegada de miles de refugiados y por ende, del despertar a una indignación que está llevando a esta formación populista a muchos parlamentos regionales.

Con todo, la prueba de fuego se dirige a las generales del próximo otoño o a una cita electoral en la que ya se da por seguro la irrupción de AfD en el Bundestag. Ayer se dio un paso más para gestar ese momento. La líder de este partido, Frauke Petry, concurrirá como candidata directa a las generales de 2017 desde un distrito de Sajonia, uno de los estados desde el que han recibido más apoyos. Petry recibió la mayoría de los votos; algo que –como en el caso de Merkel– no causó mucha sorpresa ya que desde su origen esta mujer de 41 años se definió como la principal baluarte de una formación que asienta sus pilares en el sentir antieuropeo y xenófobo.

De hecho, de celebrarse ahora las elecciones y según un sondeo realizado por el instituto Emnid, los populistas de AfD irrumpirían en la cámara con el 13 por ciento de los votos. Un porcentaje que aunque dista mucho del 33 que se llevaría el grupo de Merkel, pondría a la canciller en ciertos apuros para desenvolverse con serenidad en una legislatura en la que también desde el exterior tendrá que lidiar con el ascenso de los populismos. Una corriente que en sus desconocidas vicisitudes podría poner en aprietos a la canciller por mucho que sume once años en su cargo o sea la mandataria de la Unión Europea con más experiencia de gobierno. Implacable en temas de escena internacional pocos se atreven sin embargo a vaticinar cómo hará frente a los nuevos desafíos.