Unión Europea
La Comisión lanza un «diálogo estratégico» para aplacar el descontento del agro en la cuenta atrás de las elecciones europeas
Bruselas ve con preocupación cómo el malestar de los agricultores puede incrementar el apoyo a formaciones de tinte euroescéptico
Bruselas ve con preocupación cómo el malestar de los agricultores puede incrementar el apoyo a formaciones de tinte euroescéptico, en plena cuenta atrás de las elecciones europeas que se celebrarán este 9 de junio.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dado esta semana el pistoletazo de salida de un «diálogo estratégico» con el sector en un intento de aplacar la «polarización». Se espera que las reuniones con una treintena de organizaciones presentes en toda la cadena alimentaria se prolonguen durante el verano.
Pero todo indica que aminorar la ira del sector no va a ser fácil. Las quejas son muchas. Los agricultores europeos quieren salarios justos y consideran que las políticas para luchar contra el cambio climático promovidas por Bruselas les perjudican, lo que se une a sus quejas por lo que consideran competencia desleal a través de los acuerdos de libre comercio que La UE firma con países terceros.
Bruselas teme que esto derive en una fractura entre campo ciudad ante unos agricultores y ganaderos que se sienten incomprendidos e ignorados por las élites urbanitas. Según los datos que maneja el propio Ejecutivo comunitario, la UE ha perdido 4 millones de explotaciones en los últimos 10 años y este clima de desesperación en el campo europeo constituye un caladero de votos para los partidos de tinte euroescéptico.
Las propias fuerzas hegemónicas también se enfrentan a un difícil dilema. Esta legislatura ha estado protagonizada por las divisiones en seno del Partido Popular Europeo (PPE) por las políticas medioambientales dictadas por la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, también de la misma fuerza política. Parte del Partido Popular Europeo cree que algunos postulados han ido demasiado lejos y que la revolución verde europea se está haciendo a un ritmo demasiado rápido, sin tener en cuenta las consecuencias económicas para ciertos sectores vulnerables.
La dudas del PPE sobre la Ley de Restauración de la Naturaleza hicieron que saliera adelante un texto descafeinado frente a la propuesta inicial, ya que el Partido Popular Europeo hizo suyas muchas de las reivindicaciones del mundo agrícola. Hasta ahora, el mayor éxito político de un partido creado expresamente para defender los derechos de los agricultores ha sido en Holanda, donde el Movimiento Campesino-Ciudadano se convirtió en el más votado en las elecciones provinciales que tuvieron lugar en marzo del año pasado.