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Carrera armamentística en Asia

La Razón La Razón

Japón ha aprobado un plan para aumentar el gasto militar un 5% durante los próximos cinco años para adquirir sus primeros «drones» de vigilancia, más cazas y destructores navales para así afrontar la expansión militar china. El revisado plan de defensa fue adoptado por el Gabinete junto a la nueva estrategia de seguridad, lo que refleja que el primer ministro, Shinzo Abe, se esfuerza en dar notoriedad al Ejército japonés y en que su país juegue un rol más importante en la diplomacia y la seguridad internacionales. Los expertos dijeron que la estrategia y el plan de defensa están en línea con el giro en el poder de los últimos años.

Pero a los países vecinos de Japón, e incluso a algunos de sus ciudadanos, les preocupa que las nuevas informaciones aparten al país de su Constitución pacífica adoptada después de la Segunda Guerra Mundial. «Mucha gente dentro y fuera de Japón piensa que Abe a lo mejor no ha aprendido la lección de la historia bélica nipona y existe un peligro de que un papel más grande por parte de Japón signifique un aumento de la militarización en el largo plazo», dijo Koichi Nakano, profesora de Política Internacional en la Universidad Sophia de Tokio.

Yousuke Isozaki, asesor de Abe en asuntos de seguridad, describió la nueva estrategia «de progreso», en el contexto de convertir a Japón en un país «más normal». «Mientras que Japón ha preservado el principio del pacifismo consagrado en su Constitución, el país ha sido demasiado parcial en esa dirección». A su modo de ver, «sólo estamos intentando acercarnos al nivel de un país normal, no tenemos intención en absoluto de convertirnos en una potencia militar», señaló Isozaki. «La política pacífica es uno de los valores más importantes de Japón y pienso que deberíamos mantenerlo. Pero algunas partes han sido demasiado restrictivas y deberían modificarse para que Japón pueda hacer contribuciones internacionales».

El anterior Plan de Defensa, adoptado en 2010 por el partido ahora en la oposición, cortó el gasto militar en unos 750.000 millones de yenes, es decir, el 3%. Este nuevo plan refleja también que la defensa de Japón es ahora una prioridad en el mar de China Oriental, donde se disputa con Pekín la nacionalidad de islas inhabitadas. Japón quiere formar una unidad anfibia, similar a los marines estadounidenses, para responder rápidamente a cualquier invasión de esas islas. Japón también desplegará un sistema de alerta precoz, submarinos y antimisiles defensivos en la zona.

Japón destinará 23,97 billones de yenes (232.400 millones de dólares) a la defensa en los próximos cinco años, por encima de los 23,37 billones de yenes de los cinco años previos. De 2014 a 2019, Tokio planea comprar tres «drones», así como 28 cazas F-35, 17 aviones Osprey y cinco destructores, incluyendo a dos con el sistema antibalístico Aegis. Esta adquisición costará 24.700 millones de dólares, un 5% más al plan anterior.

El Gobierno de Abe también ha prometido revisar la prohibición de Japón sobre exportaciones de armas, una medida que podría revitalizar a contratistas del área de defensa en problemas, como Mitsubishi Heavy Industries y Kawasaki Heavy Industries. Ap