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Covid-19

Boris Johnson admite errores en su gestión de la pandemia

El ex primer ministro británico pide perdón a las víctimas por el dolor y el sufrimiento

El excéntrico Boris Johnson reconoció que «subestimó» el riesgo que planteaba el coronavirus, admitiendo que «incuestionablemente se cometieron errores» en la gestión de la pandemia. Aunque matizó que «en ese momento todo el mundo hizo lo que pudo». Tras una temporada apartado de los focos, el que fuera primer ministro volvió a protagonizar titulares con el inicio de su declaración ante la investigación oficial sobre la pandemia, presidida por la antigua jueza Heather Hallett. El exlíder conservador ha sido acusado por otros testigos en esta pesquisa de haber abogado por dejar morir a la gente mayor, de no entender los gráficos científicos y de gobernar con incompetencia y caos.

Al iniciar su testimonio, Johnson se disculpó por «el dolor, la pérdida y el sufrimiento» experimentados por las víctimas de la Covid-19 y, en un momento dado, contuvo incluso las lágrimas mientras hablaba de ese «trágico, trágico año». Muchos de los familiares de los afectados por el coronavirus se manifestaron a las puertas de la Corte. Cuatro personas lograron incluso entrar y se pusieron en pie mientras el exlíder tory prestaba declaración con carteles que decían «los muertos no pueden oír sus disculpas» antes de ser invitados a salir por personal de seguridad.

«De forma inevitable, en el proceso de intentar manejar una pandemia muy, muy difícil en la que teníamos que equilibrar daños estremecedores en cada extremo de la decisión, pudimos haber cometido errores», dijo Johnson. «De forma inevitable, fallamos en algunas cosas. Pero creo que lo hicimos lo mejor que podíamos entonces», añadió.

En diciembre de 2019, Johnson consiguió una abrumadora mayoría absoluta con la que pudo finalizar las negociaciones del Brexit. Pero su criticada gestión ante la crisis sanitaria y el escándalo del Partygate acabó con su carrera. En verano de 2022 dimitió como primer ministro forzado por sus propias filas y un año más tarde dejó su escaño en Westminster después de que una comisión concluyera que mintió de manera deliberada al Parlamento cuando, en plena polémica por las fiestas durante confinamiento, dijo en repetidas ocasiones que se habían seguido las reglas.

A lo largo de las cinco horas que duró su comparecencia –que continuará este jueves– Johnson se disculpó por «el dolor y la ofensa» causados a los que padecen covid prolongado por su afirmación de que los síntomas eran «tonterías» y comparables al «síndrome de la Guerra del Golfo».

Preguntado por el abogado Hugo Keith, aseguró que «asume la responsabilidad» por las decisiones tomadas, como la fecha del primer confinamiento, el 23 de marzo de 2020 –que otros testigos han dicho que fue demasiado tarde–, y la falta de protección en las residencias de ancianos. También reconoció que, al principio de la epidemia, entre enero y febrero de 2020, ni él ni su equipo «atribuyeron suficiente credibilidad» a las proyecciones científicas sobre muertes ni percibieron el riesgo real que suponía la Covid-19.

Aceptó que su «mentalidad» en ese momento, «al igual que la mentalidad de la abrumadora mayoría de los ministros y funcionarios en Whitehall (donde se ubican los principales edificios gubernamentales en Londres), no registró el grado de alarma que hubiera debido», defendiéndose así cuando le preguntaron por su ausencia en hasta cinco reuniones del comité de emergencia Cobra a principios de 2020.

Johnson adujo que «la gente no computó las implicaciones de las cifras», basadas en lo que estaba sucediendo ya en países como China e Italia, y no se le presentó a él «hasta mucho más tarde como un asunto de preocupación nacional». «Deberíamos habernos dado cuenta; deberíamos haberlo hecho, colectivamente, mucho antes. Debería haberme dado cuenta», dijo.

Former British Prime Minister Johnson faced questioning over handling of Covid-19 pandemicANDY RAINAgencia EFE

Frente a testimonios previos de que él dudó antes de imponer el encierro, Johnson rebatió que pretendía «poner a prueba» esa posible nueva política (en alusión al confinamiento) y sopesar «los argumentos a favor y en contra». Dijo «no estar seguro» de si sus decisiones llevaron a un exceso de muertes en Reino Unido –uno de los países europeos más afectados, con 232.112 decesos certificados– y señaló que «no ayudó» a limitar la cifra el hecho de que en el país haya «mucha gente mayor y esté densamente poblado».

El ex primer ministro, acusado de incompetente por antiguos colaboradores como su asesor Dominic Cummings, negó también haberse tomado un «largo» periodo de vacaciones en febrero de 2020 y aseguró que estuvo trabajando en privado. Sí admitió que se equivocó al aparecer en televisión dando la mano a pacientes de covid pero explicó que su intención era mostrarse animoso ante el virus, por el que él mismo fue ingresado en abril de 2020.

En otro momento del interrogatorio, el exjefe del Ejecutivo británico admitió que su equipo cercano de gobierno durante la pandemia estaba «demasiado dominado por hombres», pero rechazó las acusaciones de algunos altos funcionarios de que el ambiente era «tóxico» y que perjudicó la gestión. «El equilibrio entre géneros podría haber sido mejor», concedió, para matizar que hubiera sido preferible incluir a más mujeres en las reuniones.

Cuestionado sobre el lenguaje ofensivo y machista usado en mensajes de WhatsApp entre él y su círculo, especialmente por su hoy enemigo Cummings, Johnson sostuvo que era importante mantener una atmósfera «retadora», en lugar de una cultura «de deferencia» sin opiniones críticas.

Después de Boris Johnson, se prevé que comparezca ante la antigua magistrada en los próximos días el actual primer ministro, Rishi Sunak, que durante la pandemia era titular de Economía. La investigación oficial, que puede durar años, no identificará a culpables, sino que emitirá recomendaciones de cara al futuro, que los Ejecutivos no estarán obligados a adoptar.