Cargando...

Poder aéreo

Un bombardero B-52 hace una demostración de fuerza cerca de la frontera con Rusia

El bombardero estratégico estadounidense se acercó a 16 kilómetros de territorio bielorruso

Un bombardero B-52 hace una demostración de fuerza cerca de la frontera con Rusia Fuerza Aérea Finlandesa

Un bombardero B-52 Stratofortress estadounidense realizó una demostración de fuerza sobrevolando Tallin, la capital de Estonia, para conmemorar el Día de la Independencia de este país báltico que mira con temor lo que considera el afán expansionista de Rusia ante un cierre en falso de la guerra de Ucrania. El vuelo del B-52, que tuvo lugar en el tercer aniversario de la invasión rusa, se acercó a 80 kilómetros de la frontera rusa en dirección a San Petersburgo. Mientras sobrevolaba Tallin, el bombardero estratégico -columna vertebral del sistema aéreo estadounidense- se unió a una formación con cuatro cazas furtivos F-35A y un par de F/A-18 Hornets.

Se cree que los F-35 pertenecían a la Fuerza Aérea de los Países Bajos, que actualmente participan en la misión de la Policía Aérea del Báltico desde la base aérea de Ämari en Estonia. Los F/A-18 eran de la Fuerza Aérea de Finlandia.

En su viaje de regreso, el B-52 voló a través de Letonia y Lituania, antes de cruzar al espacio aéreo polaco, a través del llamado Corredor Suwalki, una franja de tierra de aproximadamente 100 kilómetros de longitud de gran importancia estratégica porque conecta el enclave ruso de Kaliningrado con Bielorrusia, y separa a los países bálticos (Lituania, Letonia y Estonia) del resto de la Unión Europea y la OTAN. El bombardero se acercó a unos 16 kilómetros de la frontera con Bielorrusia.

​Estados Unidos no mantiene B-52 permanentemente estacionados en Europa. En su lugar, realiza despliegues temporales como parte de las misiones de la Fuerza de Tarea de Bombarderos para fortalecer la seguridad regional y la defensa colectiva de la OTAN.​ El Stratofortress ha servido a Estados Unidos desde la década de 1950 como el principal bombardero de largo alcance capaz de transportar cargas convencionales y nucleares para la Fuerza Aérea americana.

Los expertos consideran que la misión en los bálticos del B-52 no puede pasarse por alto, especialmente en medio de un reinicio de las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, y entre Washington y la OTAN, desde que el presidente Donald Trump asumió el cargo. Para los tres países bálticos, la presencia del B-52 cerca de Rusia resulta especialmente simbólica y expresa el compromiso de Estados Unidos en la defensa de las tres repúblicas ex soviéticas.

La semana pasada, el Pentágono autorizó una salida de bombarderos B-52 de la base de la Real Fuerza Aérea Fairford, en el Reino Unido, sobre Medio Oriente por segunda vez en apenas dos días, mostrando su poder de largo alcance mientras la administración Trump presiona a Irán para negociar su programa nuclear. Los aviones sobrevolaron seis países alineados con Estados Unidos en la región, uniéndose a una escolta de cazas de cada una de estas naciones, según informó el Comando Central de Estados Unidos en un comunicado.

El B-52, en proceso de modernización

El B-52 se encuentra en un proceso de modernización con nuevos motores Rolls-Royce, actualizaciones de radar y mejoras de aviónica para permanecer operativo hasta 2050. Una vez completada esta modernización pasará a llamarse B-52J. Sin embargo, los críticos argumentan que mantener esta vieja estructura desvía recursos en detrimento del bombardero furtivo B-21 Raider.

El B-52 y el futuro B-52J siguen siendo un potente símbolo del poder aéreo estadounidense. Han servido como pilar de la tríada nuclear estadounidense y como caballo de batalla para misiones de ataque de precisión convencionales en múltiples guerras. Su historial de combate, desde Vietnam hasta Irak y Afganistán, demuestra su capacidad para ofrecer una potencia de fuego abrumadora a larga distancia.