Naciones Unidas
Biden, desde la Asamblea General de la ONU: «Rusia cree que el mundo se cansará y le permitirá brutalizar a Ucrania sin consecuencias»
El presidente de Estados Unidos llama a la unidad y advierte de que ningún país estará seguro si Ucrania pierde la guerra
Volodimir Zelenski siguió con atención desde Nueva York el tercer discurso de Joe Biden ante la Asamblea General de la ONU. El presidente de Estados Unidos esbozó en cuestión de 30 minutos un paisaje global atenazado por los efectos del cambio climático, la inseguridad alimentaria y el avance del autoritarismo, uno de los argumentos recurrentes de su primer mandato.
Dedicó una parte de su discurso a desmontar la narrativa que acusa a Washington de inflamar su rivalidad con Pekín: «He dicho que estamos a favor de la desvinculación, no de la desconexión. Queremos gestionar de forma responsable la competencia entre nuestros países para que no desemboque en un conflicto». Y finalizó su intervención con una defensa inequívoca de Ucrania: «Rusia es la única responsable de esta guerra y Rusia es el único obstáculo para la paz».
«Rusia cree que el mundo se cansará y le permitirá brutalizar a Ucrania sin consecuencias», advirtió Biden desde la tribuna ante la atenta mirada de Zelenski, flanqueado en todo momento por su jefe de gabinete, Andriy Yermak, y su ministro de Asuntos Exteriores, Dmitro Kuleba. «Pero yo les pregunto lo siguiente: Si abandonamos los principios fundamentales de Estados Unidos para apaciguar a un agresor, ¿puede algún miembro de este organismo sentirse seguro de que está protegido? Si permitimos que se trocee Ucrania, ¿está segura la independencia de cualquier nación? La respuesta es no. Debemos hacer frente a esta agresión descarada hoy para disuadir a otros posibles agresores mañana».
Pretendió Biden dejar una imagen de líder mundial, tejer un hilo de consenso entre los 193 miembros de las Naciones Unidas y apelar al Sur Global. Aprovechó en este sentido las ausencias del presidente chino, Xi Jinping, y del líder ruso, Vladimir Putin. Tampoco acudieron el primer ministro británico, Rishi Sunak, ni el presidente francés, Emmanuel Macron. Quizá por ese motivo empleó menos tiempo en intentar convencer a los países que todavía no han tomado partido por Kyiv para que dieran un paso al frente del que utilizó en su discurso del año pasado. Aunque dejó claro que su Administración, «seguirá apoyando al valiente pueblo de Ucrania en la defensa de su soberanía e integridad territorial, y de su libertad» en compañía de sus aliados.
Remarcó Biden que la política exterior de su Administración no busca «contener a ningún país» sin referirse en un primer momento a Pekín. Pero puntualizó poco después que «en lo que respecta a China, tratamos de gestionar responsablemente la competencia entre nuestros países para que no se incline hacia el conflicto». La etapa de distensión con el gigante asiático, inaugurada en la cumbre del G20 de Bali del pasado mes de noviembre, ha dejado una batería de encuentros al más alto nivel entre diplomáticos estadounidenses y chinos.
La Casa Blanca hizo público el domingo el último cara a cara que mantuvieron en Malta durante el fin de semana el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, y el ministro de Exteriores, Wang Yi.
Mencionó Biden la crisis del fentanilo, el desarrollo de la inteligencia artificial, el terrorismo, la defensa de los derechos humanos, el avance de los derechos de las mujeres y de los derechos del colectivo LGTB, además del control de armas. Pero no tuvo tiempo para entrar en detalles. Hizo hincapié en las recientes expresiones del cambio climático —olas de calor, incendios forestales, sequías e inundaciones, como la que ha sufrido Libia— y pidió más medidas para combatirlo. «Desde el primer día de mi Administración, Estados Unidos ha tratado esta crisis como la amenaza existencial que es, no sólo para nosotros, sino para toda la humanidad», expresó.
Pero no tiene previsto Biden asistir a la cumbre especial sobre el clima que ha organizado el secretario general de la ONU, António Guterres, para discutir las fórmulas para reducir las emisiones. El enviado especial de EE UU para el clima, John Kerry, asistirá en su lugar.
Biden, por su parte, aprovechará su estancia en las Naciones Unidas para reunirse con otros líderes mundiales, entre los que destacan los mandatarios de las cinco repúblicas de Asia Central que formaban parte de la Unión Soviética —Uzbekistán, Kazajstán, Kirguistán, Tayikistán y Turkmenistán—. Será la primera vez que un presidente de Estados Unidos lo hace.
Sullivan insistió en rueda de prensa que esta cumbre no iba «en contra de ningún país», sino destinada a construir «una visión para una región más estable, próspera e integrada, así como para comparar notas sobre cómo contrarrestar y disuadir eficazmente a Irán».