Barcazas contra barcos-bomba: Rusia recurre a un remedio rudimentario para proteger un puente clave

El pasado 17 de julio de 2023, el Ejército ucraniano se apuntó uno de esos tantos tan necesarios de vez en cuando en una guerra, aquellos que si bien no sirven para ganar batallas sí levantan la moral de la tropa por lo que tienen de propagandístico. Aquella noche, el servicio de seguridad ucraniano, el SBU, condujo hasta el estratégico puente de Kerch un barco explosivo no tripulado que hizo un enorme boquete en la estructura y, en la práctica, la inutilizó.

La colisión provocó una enorme explosión en el puente que une la península de Crimea, ocupada por Moscú en 2014, con el territorio de Rusia por el estrecho que tiene el mismo nombre, una línea de aprovisionamiento clave para Moscú. La explosión fue recibida por el Kremlin como una "provocación" que ocasionó importantes trastornos a su gestión de la guerra en el Mar Negro.

Desde entonces han venido una serie de ofensivas terrestres en la zona de Donetsk y en torno a la segunda ciudad del país, Jarkiv, que han puesto en jaque a Ucrania y han hecho a su presidente, Volodomir Zelenski, redoblar sus demandas de armamento.

Mientras tanto, Rusia se ha dedicado a reparar y a proteger el puente de Kersch para evitar que un ataque similar vuelva a interrumpir la conexión de la zona ocupada con el país, una medida que se daba por descontado, pero que ha sorprendido a los servicios secretos ucranianos y británicos.

Mediante imágenes por satélite han detectado que Moscú he situado al sur del puente ocho grandes barcazas a modo de "escudo" para constituirse en una barrera que impida el paso de otro barco suicida cargado de explosivos. En las imágenes facilitadas por el servicio de inteligencia británico se puede apreciar cómo tres de estas barcazas están situadas a la izquierda del tramo dañado y otras cinco a la derecha.

En el punto derruido hay además otra embarcación, pero no se ha facilitado qué tipo es. Las embarcaciones se situaron en el lugar a finales de mayo, y sustituyen a un intento anterior que sufrió los efectos de las tormentas.

Los expertos de inteligencia creen que este método podría ser eficaz en caso de que Ucrania, que ya ha descubierto el ardid, optara por el mismo sistema de ataque, pero poco podrán hacer en caso de ataque aéreo.