Tribus

Así es la vida de los masáis: conoce sus costumbres y tradiciones

Los masáis viven en África, son aproximadamente 850.000 personas y su idioma principal es el 'ol maa'

Celebrando el acuerdo con las familias masais
Los masáis se dedican principalmente al ganadolarazon

Los masáis son una tribu formada por 850.000 personas aproximadamente que viven en África, principalmente en Kenia y Tanzania. Se les conoce como pastores y guerreros y son seminómadas, es decir, que migran a otros territorios en busca de alimentos y tierras.

Su lengua principal es el 'ol maa', no obstante, muchos masáis, principalmente los más jóvenes, entienden y practican el suajili y el inglés. Es una de las tribus que suscita más curiosidad en cuanto a su forma de vida, sus costumbres o su estructura social.

Forma de vida de los masáis

Los masáis se alimentan principalmente de mantequilla y de animales como las cabras y los antílopes que ellos mismos cazan. También beben leche de vaca que tiene que ser ordeñada por las mujeres y utilizan la sangre de buey para mezclarla con la leche y así obtener una medicina.

Para cazar utilizan flechas con punta de madera y cuerdas de cuero que ellos mismos hacen. Además, viven en poblados llamados enkang, cuyas casas, apodadas bomas, están construidas a base de ramas, paja y excrementos de vacas.

Sus prendas de vestir son diferentes tejidos de algodón con tonos rojos y lilas, generalmente de apariencia fina simulando mantas. Vestiduras que complementan con adornos y collares con perlas de colores hechos por las mujeres.

Estructura social de los masáis

En la actualidad se conocen que hay cinco clanes diferentes, las cuales se organizan más o menos de la misma forma. Cada clan se divide en grupos y subgrupos. Primero, según las edades: niños, jóvenes y adultos. Después por el sexo y finalmente, entre las mujeres adultas también se dividen según si han tenido hijos o no.

El trabajo de los más pequeños consiste en cuidar al ganado. Las mujeres, por su parte, además de las funciones ya citadas como el ordeño de los animales o la realización de los collares, también deben cuidar de las casas, barrerlas, limpiarlas y reparar el techo de las mismas si estas se rompen debido a las altas temperaturas del sol.

Las mujeres masáis son las encargadas de reparar las casas
Las mujeres masáis son las encargadas de reparar las casasDe Jerzy StrzeleckiLa Razón

Los hombres, jóvenes y adultos, se dividen a su vez en dos grupos. Unos se encargarán de conducir el ganado y llevar a los animales a pastar a través de la sabana africana. El otro grupo, apodado moran, son los hombres que, exclusivamente, se dedican a luchar y a robar. Roban principalmente ganado para el sustento posterior de todo el pueblo.

Todos los masáis siguen al profeta, también llamado Laibon. Un cargo que es hereditario y que actúa como juez. Es la máxima figura en el pueblo dado que además es el intermediario entre los masáis y su dios llamado Ngai. También predice el futuro, atrae las lluvias, preside ceremonias, autoriza las guerras y asegura la fertilidad.

Creencias y costumbres

La religión de los masáis es monoteísta y su dios se llama Ngai. Los masáis creen que Ngai les trae las lluvias, siendo este el principal motivo por el que creen en él. Además, en su cultura, la hierba es sagrada. Tanto es así que, por ejemplo, cuando un niño está a punto de ser pegado por un adulto, se puede librar del ataque si consigue arrancar en ese mismo momento un puñado de hierba.

Los enfermos no son bienvenidos en dicha tribu. Esto se debe a que los masáis creen que si dentro de una casa muere una persona, esta ya queda contaminada e inutilizada. Entonces, antes de que llegue a morir, les echan al medio del campo donde son devorados por hienas y otros animales.

En esta tribu, al igual que pasa en la mayoría de las tribus africanas, también existen los matrimonios por conveniencia, siendo los padres los que escogen al marido de su hija. Además, a las mujeres se les sigue practicando la ablación también conocida como mutilación genital.

Otra de las costumbres más reconocidas en esta tribu, tanto en hombres como en mujeres, es su práctica de agrandar el agujero de los pendientes. Con ello, intentan conseguir que entren todo tipo de objetos como corcho o colmillos de animales.