La Armada israelí entra en acción contra Hizbulá: así es la fuerza naval hebrea

Israel tiene una pequeña Armada, pero muy eficaz. Por primera vez desde que empezó la guerra en Líbano contra Hizbulá, barcos hebreos han participado en ataques contra objetivos del partido-milicia chií en Líbano, en el marco de una ofensiva que ya se desarrolla por tanto por tierra, mar y aire y que ha dejado más de 2.000 fallecidos en apenas unas semanas, según el balance de las autoridades libanesas.

La Armada israelí, creada en 1948 y con base en Haifa, opera actualmente buques de superficie y lanchas, incluidas algunas cuatro corbetas que actúan como unidades de defensa aérea, buques de control e interdicción marítima, plataformas de ataque con misiles, activos de patrulla y seguridad portuaria. La Armada israelí también cuenta con cinco submarinos diésel-eléctricos de clase Dolphin. Se desconoce si alguno de ellos ha sido reacondicionado para llevar misiles armados con armas nucleares.

Las corbetas que podrían haber participado en este ataque son las Sa'ar-6, construida por la empresa alemana ThyssenKrupp Marine Systems específicamente para la Armada israelí. Tres de las cuatro están en pleno funcionamiento y la cuarta está muy cerca, tras ser equipada con 20 sensores avanzados, armas y sistemas de comunicación. Todas desplazan 1.900 toneladas y están equipadas con una versión modificada del sistema Iron Dome, conocido como C-Dome, así como los sistemas de misiles Gabriel V y LRAD, este último capaz de derribar misiles de crucero y balísticos.

Este verano, la Armada hebrea recibió la segunda de las dos nuevas embarcaciones de desembarco -fabricadas en un astillero de Estados Unidos-, bautizada como INS Komemiyut, que se sumará a la INS Nahshon entregada en octubre de 2023. Las embarcaciones de desembarco se utilizan principalmente para transportar tropas y equipos a través del mar y desplegarlos en la costa durante un asalto anfibio.

Los barcos de la Armada israelí resultan vitales para proteger las plataformas de gas natural en alta mar explotadas por empresas de Israel, claves para la economía hebrea ya que proporcionan la mayor parte del suministro eléctrico del país. Otra misión encomendada desde hace años a la Armada es el bloque de la Franja de Gaza.