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Entrevista

Rosario Marín, la primera tesorera latina de EE UU: “Los republicanos ya se están cansando de Trump”

Con tenacidad, valentía y una misión clara en la vida, esta mujer mexicana llegó a convertirse en la portavoz de las políticas económicas del expresidente George Bush

La exsecretaria del Tesoro de EEUU, Rosario Marín, es una de las mujeres latinas más importantes de la historia AtresmediaLa Razón

La historia de Rosario Marín (Ciudad de México, 1958) es sin duda la de una mujer triunfadora y un ejemplo de superación. Nacida en una familia humilde de México, se convirtió en la primera mujer inmigrante en ser nombrada Tesorera de Estados Unidos por el expresidente George W. Bush en 2001.

Antes de ocupar ese cargo, Marín fue concejal y alcaldesa (1994-1999) de Huntington Park, California, una ciudad de 85.000 habitantes a la que llegó cuando solo tenía 14 años. No tuvo muchos problemas para lograr adaptarse a la vida en Estados Unidos y destacar en la vida política del país.

También sirvió como Secretaria de la Agencia de Servicios al Estado y Consumidor en el gabinete del gobernador Arnold Schwarzenegger, donde tuvo a su cargo 17 departamentos con 17.000 empleados, siendo también la primera inmigrante en ejercer dicho cargo.

Rosario Marín durante su intervención en la segunda jornada de Metafuturo celebrado en el Ateneo de MadridAtresmediaLa Razón

Marín, una de las mujeres latinas más importantes de la historia, jamás pensó que iba a llegar a sobresalir en todas estas posiciones, ya que era banquera y su máxima aspiración era llegar a ser dueña de un banco. Su vida cambió con el nacimiento de Erik, su hijo con síndrome de Down, y ahí nació su fuerte compromiso con las personas con discapacidad.

En 1987, creó el grupo Fuerza para dar apoyo a las familias hispanas con niños que padecen algún tipo de discapacidad. La incansable lucha de Marín le hizo ganar numerosos premios, entre ellos el distinguido ‘Rose Fitzgerald Kennedy’ de las Naciones Unidas en 1995, el más alto reconocimiento internacional.

Con tenacidad, valentía y una misión clara en la vida, Marín forjó una carrera de liderazgo y ahora viaja por el mundo compartiendo sus experiencias con el único fin de inspirar a hombres y mujeres a que encuentren la fortaleza para alcanzar todos sus objetivos.

- ¿Convertirse en la primera mujer inmigrante en ser nombrada tesorera de EE UU marcó un antes y un después en su vida?

- Sí, definitivamente tuve el gran honor, pero obviamente lo logré con mucho sacrificio, esfuerzo y trabajo. No llegué a esa posición por mi cara bonita. A parte de ser banquera, fui concejal y alcaldesa de Huntington Park, y había trabajado con el exgobernador Pete Wilson durante mucho tiempo. No obstante, más que los títulos conseguidos son los logros que yo había obtenido en cada una de las posiciones que ocupé. Entonces fue algo que vio y valoró el expresidente George W. Bush, con quien yo había trabajado de forma voluntaria en su campaña como la portavoz hispana para los medios. Y cuando la Administración de Bush me llamó para ser Tesorera de Estados Unidos fue algo histórico mi nombramiento.

- ¿Cómo fue su relación con Bush?

- Tuve la gran fortuna de estar con él en campaña a nivel nacional. Pero una vez ya ejerciendo como Tesorera, Bush depositó en mí una confianza tremenda, no solo para el desempeño de mi labor sino también para ser la portavoz de sus de políticas económicas y en temas relacionados con la mujer y las personas con discapacidad. Me mostró su apoyo como mujer, como inmigrante y como mexicana. De hecho, tuve la oportunidad de visitar mi país durante mi periodo al frente del Tesoro.

- ¿Qué momento no olvida de su etapa al frente del Tesoro? Si no me equivoco, le pillaron los atentados del 11-S al poco tiempo de ejercer el cargo.

- Sí, yo había entrado en agosto de 2001 y el 11 de septiembre de aquel mismo año fue cuando tuvo lugar el ataque terrorista desgraciadamente. Fue muy difícil porque días antes de aquel trágico día, el expresidente Bush había invitado al por aquel entonces mandatario mexicano Vicente Fox para hablar sobre una posible reforma migratoria y de todas las posibilidades de comercio entre ambos países. De hecho, un momento que nunca olvidaré será a bordo del Air Force One con ambos presidentes, Bush y Fox, ese recuerdo me lo llevo a la tumba. El 11-S vino a cambiar la forma de protegernos como nación. Bush tuvo que reformar y ampliar todos los departamentos de Inteligencia, algo que tuvo repercusiones muy importantes para el bienestar de Estados Unidos.

- ¿Cuál es su percepción actual de Estados Unidos? ¿Cree que finalmente el país sufrirá una recesión en 2023?

- Hemos tenido un total de 19 recesiones a lo largo de nuestra historia. Todas las hemos superado e inmediatamente después se ha producido un importante crecimiento económico. ¿Por qué la actual tesorera de EE UU, Janet Yellen, dice que no estamos en recesión? Porque las recesiones siempre van acompañadas de desempleo. Hace tres semanas, por ejemplo, había dos empleos por cada persona que estaba buscando trabajo. Nuestra tasa de desempleo se encontraba por aquel entonces en 3,4%, pero una economía crece cuando hay incluso un 4% de desempleo. En algunas recesiones incluso hemos alcanzado niveles de desempleo más altos que ahora. Siempre hablamos de Estados Unidos en relación a cómo nos encontramos económicamente porque lo que sucede aquí repercute a nivel internacional. De momento, podemos hablar de tres realidades que han sucedido en el país: para empezar, el presidente Joe Biden redujo la deuda externa por más de un billón de dólares, algo increíble. En segundo lugar, gracias al plan de estímulo económico anunciado por el propio Biden, mucha gente en EE UU logró reducir su deuda personal, algo que en una recesión suele aumentar por norma general porque las personas suelen pedir más crédito. Y por último, debido también a estos estímulos económicos, el ahorro a nivel particular y familiar se vio incrementado. A día de hoy, los ciudadanos en EE UU cuentan con mayores ahorros que antes de la pandemia. Lo importante no es saber si habrá recesión o no, sino cuánto podría durar, porque si viviéramos una recesión corta no habría tantos problemas. Lo que más me preocupa a día de hoy es que haya una inflación alta, pues afectaría más a las personas con pocos recursos económicos.

- Parece que Trump está en su posición política más débil en muchos años después de anunciar recientemente su candidatura a las presidenciales de 2024. ¿Qué opinión le merece el expresidente? ¿le ve como un candidato viable o más bien un obstáculo para el futuro del Partido Republicano?

- Cuando los republicanos se cansen de perder elegirán a un nuevo líder. De hecho, yo creo que ya se están cansando de Trump. Y lo digo yo que soy republicana porque creo en los principios del partido, pero no confío en Trump porque él no es un republicano como tal y no representa los valores de otros expresidentes como Ronald Reagan o George Bush. Por otro lado, veo a Trump a día de hoy como una persona muy agotada. Ha consumido ya todo su capital político, a pesar de que existe un porcentaje de personas que siempre lo van a seguir apoyando porque para ellos es como un Mesías, pero afortunadamente no es una mayoría en Estados Unidos. Trump perdió el voto popular la primera vez por tres millones de personas, mientras que en la segunda ocasión lo perdió por siete millones de votos. Y si finalmente se convierte en el candidato republicano para intentar ser el próximo presidente de EE UU, yo creo que perdería el voto popular en unos diez millones. El principal problema es que la gente le está dando mucho protagonismo a la figura de Trump cuando deberíamos estar hablando de Biden. Lo que sí puedo reconocer del expresidente es que es un hombre que sabe manipular los medios y acaparar más protagonismo que el actual presidente porque dice muchas barbaridades y hace que los medios se centren en él y obvien temas más relevantes. De hecho, estos dos años que Trump ha estado fuera del poder, los medios han hablado más de él que de Biden.

- ¿Y qué tal con Joe Biden? ¿está contenta con su labor al frente de la Casa Blanca?

- Por supuesto. Y reconozco el trabajo tan importante que él ha hecho porque cogió el país en una situación muy desesperante por la pandemia y, sin embargo, logró vacunar a medio planeta, no sólo a EE UU. En las políticas que él ha avanzado, Biden fue muy astuto, y eso que es un hombre mayor, pero muy sabio. Sabe como controlar diversas situaciones y lo que hay que hacer. En mi opinión, su Administración ha realizado un trabajo extraordinario, no perfecto, pero sí le ha puesto todas las ganas para sacar adelante a EE UU, pese a los ataques constantes de los republicanos contra él por no saber hablar bien y porque se le olvidan las cosas.

- También trabajó con el exgobernador de California, Arnold Schwarzenegger. ¿Cómo fue su experiencia con él?

- El exgobernador Schwarzenegger hizo muchas cosas buenas, especialmente en los temas relacionados con el medio ambiente. Tuvo también muy buenos asesores en muchas áreas de su Gobierno. Sin embargo, a nivel personal le falló mucho a su esposa por engañarla con la empleada del hogar que tenían contratada en su casa, pero esta controversia salió tras finalizar su etapa como gobernador. Sin embargo, esto dice mucho de la vulnerabilidad que tiene Schwarzenegger. Yo personalmente a la que conocía muy bien era a su ex mujer, María Shriver, por el premio que me entregaron su madre y parte de su familia. Entonces es algo que obviamente me dolió mucho porque María le ayudó mucho a Schwarzenegger para llegar a lo más alto.

- ¿Qué otros grandes retos se ha encontrado Rosario Marín a lo largo de su vida?

- El reto más difícil fue el haber tenido a mi hijo Eric con síndrome de Down. Eso marcó mi vida, pues supuso una transformación enorme tanto para mí como mi marido. Eric pasó por muchas operaciones complicadas y estuvo a punto de morir varias veces. Si tuviera que dar un consejo a la gente, les diría: “No importan tus retos ni los obstáculos que te encuentres en el camino, tú eres mucho más grande que ellos”.