Elecciones
Figueres, el más votado en la primera vuelta en Costa Rica
El ex presidente se disputará la Presidencia con el economista Rodrigo Chaves el próximo 3 de abril
Las elecciones presidenciales de Costa Rica del domingo evidenciaron la preocupación fundamental del país centroamericano: la economía. En contraste con otras naciones de América Latina, en Costa Rica el debate no se plantea en términos de democracia y dictadura. La jornada electoral arrojó a los dos candidatos más votados que irán a la segunda vuelta, de entre 25 aspirantes que se presentaron.
El 3 de abril se elegirá un nuevo presidente, en el entre el ex presidente José María Figueres (1994-1998), y el economista Rodrigo Chaves. Según los resultados preliminares del Tribunal Supremo de Elecciones, el primero obtuvo el 27,4% de los votos, mientras que el segundo alcanzó un sorpresivo 16,7% cuando las encuestas le daban cinco puntos. La abstención marcó 40,7%, la más alta en la historia del país.
Ambos candidatos enfocaron sus mensajes, como el resto de aspirantes, en la economía durante una campaña donde ningún tema condujo a la polarización. En esta oportunidad, la estabilidad financiera y las consecuencias de la pandemia fueron prioritarias en un país donde el desempleo escaló a 14,4% y la pobreza a 23% en 2021, cuando la deuda pública llegó a 70% del PIB.
Figueres, de 67 años, gobernó Costa Rica hace 24 años también con el Partido Liberación Nacional, el más experimentado en controlar el Ejecutivo, pues ha tenido nueve presidentes. El ex presidente, ingeniero de la academia militar estadounidense de West Point y con un máster en Administración Pública en la Universidad de Harvard, llamó a consolidar un triunfo en la segunda vuelta, pues «estamos a un paso de empezar el rescate y la transformación». También aseguró que en su partido «tienen las puertas abiertas otras opciones políticas porque queremos contar con ustedes para que nos ayuden a reformar este país que tanto queremos».
Para la segunda vuelta, seguirá cargando la mancha de haber sido procesado judicialmente en 2004 en un caso que expiró en 2011, pero para el que nunca declaró, pues no quiso regresar al país para dar la cara. Pero también las glorias de un apellido muy recordado por la sociedad costarricense, pues su padre, José Figueres Ferrer, fue uno de los políticos más influyentes en la historia del país que abolió el ejército en 1948.
Por su parte, Chaves ha conseguido buenos números y un lugar para la segunda vuelta en su primer intento en la política. Economista con ideas de derechas, forma parte del partido Progreso Social Democrático, fue ministro de Hacienda poco más de medio año durante el Gobierno del presidente saliente, Carlos Alvarado, con quien tuvo desencuentros que lo llevaron a abandonar el cargo.
También con títulos obtenidos en universidades estadounidenses, Harvard y la estatal de Ohio, Chaves ha admitido que las condiciones económicas que heredaría serán retadoras. “Va a haber mucha presión, pero tengo los atestados, experiencia y valentía”, ha explicado el economista de 60 años, que trabajó 27 de ellos en el Banco Mundial.
“Costa Rica está en una situación mala, pero no es un país malo (…) Podemos ser el Singapur de Centroamérica en ingreso per cápita, el Estonia en eficiencia del Estado, el Finlandia en educación pública”, dijo. Pero Chaves también tiene su lado oscuro, como la investigación por acoso sexual en el Banco Mundial, con hechos que habrían ocurrido entre 2008 y 2013. A raíz de ello, Chaves fue sancionado en 2019 y se le prohibió el ingreso al edificio del organismo, entre otras medidas. Él niega las acusaciones.
Este lunes, el economista ha señalado que llamará a personas de otros partidos para que se unan a un eventual gobierno suyo, en caso de que gane la segunda ronda del 3 de abril, en función de sus talentos y habilidades. “No todos los que han estado en la campaña han estado en el Gobierno y no todos los que van a estar en el Gobierno están en la campaña”, puntualizó.
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