Riad

El Estado Islámico atenta por segunda vez en Arabia Saudí

El grupo yihadista Estado Islámico (EI) asumió hoy la autoría de un atentado suicida contra una mezquita de las Fuerzas de Seguridad de Emergencia en la provincia de Asir en el que murieron al menos 13 personas. Este es el segundo ataque de estas características perpetrado por el EI en Arabia Saudí, después de que el 22 de mayo un suicida matara a una veintena de personas al detonar los explosivos que llevaba encima en un templo chií, en la provincia de Al Qatif (este).

El ataque de hoy, ocurrido en la ciudad de Abha (suroeste), fue protagonizado por un terrorista identificado como Abu Sinan Al Naydi, que logró saltarse los puestos de seguridad en torno a la mezquita.

Según un breve comunicado difundido por el EI, cuya autenticidad no ha podido confirmarse, el suicida llevaba adosado al cuerpo un cinturón de explosivos.

El canal de televisión estatal Al Ijbariya, que en un primer momento habló de 17 policías muertos, indicó que en el momento de la explosión el asaltante se encontraba en el centro de la sala de oración.

El ataque coincidió con el rezo del mediodía, el más importante y concurrido del día.

Según un portavoz del Ministerio de Interior, la explosión causó la muerte de diez agentes de seguridad y de tres trabajadores.

Otras nueve personas resultaron heridas, tres de las cuales se encuentran en estado grave.

El muftí general de Arabia Saudí -máxima autoridad religiosa del país-, jeque Abdelaziz al Shaij, condenó lo ocurrido y subrayó que "este atentado criminal no hará más que aumentar la cohesión entre el pueblo y el Gobierno".

"Este ataque terrorista ha sido una de las más repugnantes acciones, porque tuvo como blanco a fieles en una casa de Dios, y el islam no tiene nada que ver (con los terroristas), por lo que los predicadores deben delatar a estas bandas desviadas de la fe", manifestó.

El departamento de Sanidad de la provincia de Asir declaró una situación de emergencia en sus centros hospitalarios a los que, según fuentes oficiales, se han desplazado cientos de ciudadanos y residente extranjeros para donar sangre.

En noviembre pasado, el EI llamó a la guerra contra las autoridades de Arabia Saudí, a las que considera apóstatas, y urgió a los saudíes a rebelarse contra los chiíes de su país, la familia gobernante Al Saud y el Ejército.

Ese mes se registró otro ataque contra una mezquita chií en la población de Al Daluh, en la provincia de Al Ahsá (sureste), que acabó con la vida de ocho personas por disparos.

Arabia Saudí es miembro de la coalición internacional liderada por Estados Unidos que bombardea posiciones del EI en Siria e Irak.

El reino fue blanco de varios atentados terroristas a partir de mediados de la década de los noventa, lo que llevó a las autoridades a permitir que Estados Unidos estableciera bases militares en su territorio.

En mayo de 2003, una serie de explosiones de coches bomba sacudieron un complejo residencial en Riad, donde vivían expatriados árabes y occidentales, lo que causó una veintena de muertos y casi 200 heridos.

El Estado Islámico, una escisión del grupo terrorista Al Qaeda y que controla un vasto territorio en Siria e Irak, ha logrado llevar a cabo atentados, en su mayor parte suicidas, contra varios Estados de la región.

Sus ataques han estado dirigidos principalmente contra la minoría chií, considerada una secta herética por el Estado Islámico, que profesa el islam suní, el más extendido en el mundo musulmán.

El pasado 26 de junio, el EI perpetró un ataque contra la mezquita chií del Imán Al Sadik, situada en el centro de la capital kuwaití, en el que perdieron la vida al menos 27 personas y 227 resultaron heridas.

En el Yemen, la filial del EI ha reivindicado varios ataques, el mayor de los cuales, perpetrado el 20 de marzo, fue dirigido contra diferentes mezquitas de la capital, Saná, y causó más de 130 muertos.

EFE