El Ejército ruso estrecha el cerco militar sobre Bajmut

Mientras los funcionarios de la UE llegaban A Kyiv para discutir las perspectivas de Ucrania de convertirse en miembro del bloque, cientos de miles de soldados ucranianos y rusos continúan enzarzados en un combate mortal mientras Rusia busca avanzar en Donbás. La situación sigue siendo preocupante para Ucrania en Bajmut, en la región de Donetsk. Rusia busca capturarla tanto por su importancia logística y como prueba de que su ejército en Ucrania aún puede lograr éxitos. Pocos edificios han permanecido intactos en una ciudad que fue conocida por su vino espumoso y minas de sal.

Los mercenarios de Wagner se han reforzado con tropas rusas regulares que dependen de una gran cantidad de artillería, tanques y aviación. Si bien las fuerzas ucranianas también reciben refuerzos, carecen de armamento pesado. Los soldados participan en batallas continuas con pequeños grupos de asalto rusos que intentan infiltrarse en la ciudad. Varios vídeos muestran cuerpos de tropas rusas tirados en las calles de los suburbios de la ciudad, pero los ucranianos también pagan un alto precio por mantener las posiciones.

Rusia busca engullir la ciudad desde varios lados y aislarla de otras ciudades de la región. La situación en la carretera entre Bajmut y Kostiantynivka (en el suroeste) es especialmente preocupante, ya que varias fuentes rusas afirman tenerla bajo control. Fuentes ucranianas revelan, sin embargo, que aunque la carretera está siendo bombardeada, sus tropas han logrado alejar a los rusos recientemente.

Los analistas explican que Ucrania está tratando de infligir las mayores pérdidas posibles a los rusos, ganando el tiempo para que lleguen las armas tan esperadas de sus socios extranjeros. Existe un entendimiento claro de que si ceden, los rusos simplemente seguirán adelante en un intento de presentar un premio importante para su líder, Vladimir Putin, al borde del primer aniversario de la invasión.

Toda la región de Donbás es el principal objetivo de Rusia, así como Zaporiyia, según funcionarios ucranianos. Si bien Moscú insiste en que quiere «proteger a la población» en estas áreas, que ahora considera parte de Rusia, la realidad es completamente diferente, como recordó otro gran bombardeo de un área civil en Kramatorsk anoche.

Al menos tres personas fallecieron y 20 resultaron heridas después de que un misil ruso destruyera una gran parte de un bloque residencial en la ciudad mientras la gente estaba en sus casas. «Terrible noche, siento anhelo e ira en mi alma», compartió un voluntario, quien ayudó a sacar a los heridos desde debajo de los escombros. Se salvaron siete personas. Bohdan también escuchó la voz de Kostiantin que pedía ayuda desde debajo de los escombros. Prometió salvar al hombre atrapado, pero ocurrió otro colapso y la voz se quedó en silencio. Kostiantin fue hallado cuatro horas después. Sin vida.

«Me recuerda al cáncer u otras enfermedades. Cuando parece estar lejos de ti, no lo sientes tan intensamente como cuando te concierne directamente», compartió Karina, una residente de Kramatorsk que huyó de Odesa en verano. Todas las ventanas de su apartamento en el edificio frente a la casa destruida fueron voladas por la explosión.

La ciudad ha sido bombardeada continuamente con más de 50 personas muertas por un misil ruso en la estación de tren en abril y civiles muriendo allí casi todas las semanas. Aún así, al menos hay algo de vida con cafés y tiendas abiertas, mientras que otras ciudades, capturadas por Rusia, como Rubizhne o Popasna, están en gran parte arrasadas.