China

El millonario Jack Ma vive en Tokio desde hace seis meses tras desafiar al régimen chino

El fundador del Alibaba criticó a los reguladores por crear una atmósfera hostil para el emprendimiento y la innovación

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Parece que el dragón rojo de Asia Oriental vuelve a estar en el punto de mira de la comunidad internacional. Esta vez es por culpa del multimillonario desaparecido, Jack Ma, aclamado en gran medida como el rostro de la nueva China. ¿Dónde está Ma? De acuerdo con el rotativo “Financial Times”, ha pasado los últimos seis meses con su familia en Tokio y otras partes de Japón, además de haber hecho un “tour” por Estados Unidos e Israel.

El periódico británico describe la nueva azarosa vida del carismático empresario, que ha frecuentado varios clubes privados de Tokio y se ha convertido en un “entusiasta coleccionista” de arte moderno japonés, además de estudiar la posibilidad de ampliar sus intereses empresariales hacia la sostenibilidad.

La última vez que se le vió fue en la Cumbre del Bund de Shanghái, el 24 de octubre de 2020, donde criticó a los reguladores chinos por crear una atmósfera hostil para el emprendimiento y la innovación. Describió el sistema financiero chino como un sistema que funciona “con mentalidad de casa de empeño” y que el entorno normativo era similar a intentar “utilizar la forma de gestionar una estación de tren para gestionar un aeropuerto”.

Sus comentarios fueron tan descarados que, al parecer, llamaron la atención del presidente chino, Xi Jinping. Las represalias no se hicieron esperar. El 2 de noviembre, Ma, junto con el presidente ejecutivo de Ant, Eric Jing, y el director general, Simon Hu, fue convocado y entrevistado por los reguladores. Cuando la Comisión Reguladora del Mercado de Valores de China hizo pública esta entrevista, la Bolsa de Shanghái decidió suspender la salida a bolsa de Ant el 3 de noviembre, justo dos días antes de que se pusiera en marcha.

Alibaba Group, el gigante tecnológico que fundó Ma y que lanzó su reputación internacional, tenía una participación del 33% en Ant Group. El precio de sus acciones cayó un 7% tras el anuncio. Pero eso no fue todo: en las próximas semanas se reformularon las leyes antimonopolio en China y se multaría a Alibaba.

A partir de entonces se hizo invisible. Probablemente, el multimillonario se había dado cuenta de que la larga mano del Partido Comunista caía sobre su grupo, que había pasado del comercio electrónico al crédito.

En los últimos dos años solo se le ha visto en actos filantrópicos en el campo chino, o participando en viajes de estudio en el extranjero. Nunca ha acabado bajo arresto domiciliario, pero ha tenido que cambiar su vida: antes le encantaba asistir a grandes actos públicos para propagar los triunfos de su imperio. El Partido lo apagó, pero sin privarlo de su libertad. La figura en la sombra lleva años ejerciendo de embajador del capitalismo chino en el mundo (siempre bajo la protección del Estado), Xi no parece tener interés en castigarlo.

No solo Ant ha sido objeto de escrutinio. La escena tecnológica china está dominada por tres empresas, a menudo denominadas BAT: Baidu, Alibaba y Tencent. En 2018, solo estas empresas invirtieron o fueron propietarias directas de más de la mitad de los 124 “unicornios” de la economía china (empresas valoradas en más de 1.000 millones de dólares). Las tres han sido acusadas de utilizar este poder para crear monopolios impenetrables e impedir la competencia en el mercado utilizando su gran escala para aplastar a los rivales más pequeños. En los últimos meses, el Gobierno ha hecho numerosas insinuaciones de que estaba dispuesto a meter en cintura a estos gigantes.

El mensaje del partido para la élite empresarial es alto y claro. El partido lo es todo. O muestras lealtad, o te borran de la circulación. De hecho, no es la primera vez que multimillonarios desaparecen o regresan misteriosamente bajo custodia del Gobierno aceptando cargos de corrupción, malversación, etc.