Armas
Por qué Rusia está lanzando misiles antiaéreos S-300 para atacar objetivos de tierra en Ucrania
Moscú se está quedando sin proyectiles de crucero Kalibr y sin misiles balísticos Iskander
Rusia utilizó 16 misiles antiaéreos modernizados lanzados desde un sistema de defensa S-300 en el ataque contra la ciudad ucraniana de Zaporiyia en el murieron más de treinta personas y 88 quedaron heridas, según ha informado el gobierno de Kiev. El S-300 -ya utilizado por Rusia en la guerra de Siria y de Chechenia- sería el equivalente a los misiles defensivos Patriot de Estados Unidos y tiene un alcance de hasta 150 kilómetros.
Rusia opera tanto el sistema S-300P -montado sobre un chasis con ruedas 8x8- como el S-300V, que emplea un chasis con tanque de oruga y que ofrece una capacidad mejorada de misiles antibalísticos. Los dos tipos de sistemas han sido utilizados por Rusia y Ucrania en lo que va de guerra. La versión S-300PS se usa desde mediados de la década de 1980 e incluye misiles 5V55R con un alcance máximo de hasta 56 millas contra objetivos aéreos.
No está claro por qué Rusia ha usado el S-300 para atacar objetivos terrestres en Ucrania ahora. Algunos observadores militares apuntan a una posible escasez de armamento más adecuado, como misiles tácticos tierra-tierra. Desde el inicio de la invasión el 24 de febrero, han salido a la luz informes, algunos de ellos publicados en Estados Unidos, que sostienen que Rusia estaría agotando su arsenal de misiles de crucero de ataque terrestre lanzados desde bombarderos, así como misiles lanzados desde buques de guerra de superficie y submarinos.
De forma más específica, la inteligencia militar ucraniana estima que Rusia se está quedando sin misiles de crucero Kalibr y misiles balísticos Iskander, dos de sus principales sistemas de ataque terrestre.
Otra explicación apuntada por Thomas Newdick indica que Rusia tendría excedentes envejecidos del S-300 que se utilizarían mejor en objetivos terrestres estáticos que en situaciones de defensa aérea de alto riesgo.
Sea como sea, el ministro del Interior ucraniano, Denys Monastyrsky, ha informado en un comunicado que un misil lanzado desde un S-300 explotó nada más tocar el suelo. Las versiones anteriores de este artefacto detonaban hundiéndose varios metros en el suelo, de manera que formaban profundos cráteres, pero golpeaban a menos personas que se encontraran cerca del lugar del impacto. “Esto se hace para que muera la mayor cantidad de gente posible. Y ahora hemos visto lo letal que es y pueden morir personas”, dijo Monastyrsky.
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