Víctimas
Lo que hay detrás de la foto de Tatiana y sus hijos asesinados cuando escapaban de los ataque rusos en Ucrania
La imagen de los cuerpos de esta familia que vivía en Irpin ha dado la vuelta al mundo y es ya un símbolo de la brutalidad del conflicto
Es una de las imágenes más desgarradoras de la guerra deVladimir Putincontra Ucrania. Tatiana Perebeinis, contable de la empresa estadounidense de software SE Ranking, con sede en Silicon Valley, yace en el suelo muerta al lado de los cuerpos de sus hijos y un trasportín de mascotas, junto a una alcantarilla a 25 kilómetros de Kiev. Esta familia ucraniana fue asesinada por soldados rusos cuando intentaban huir de la ciudad de Irpin. Llevaba días barruntando la posibilidad de irse de esa ciudad situada a las afueras de Kiev y sometida desde hace días a un fuego intenso por parte de la tropas del Kremlin.
Cuando la madre decidió finalmente huir hacia la capital de Ucrania por un corredor humanitario de refugiados civiles, Tatiana, de 43 años, y sus dos hijos (Alise, de 9 años, y Nikita, de 18) fueron abatidos por disparos enemigos en una carretera de Irpin. También murieron un amigo de la familia y los perros que les acompañaban. En el momento del ataque, el marido y padre de familia no estaba con ellos.
Un reportero del periódico New York Times describió cómo fue el ataque en esta ciudad: “A medida que los morteros se acercaban a los civiles, la gente corría, tratando de encontrar un lugar seguro. Pero no había nada para esconderse. Un proyectil cayó en la calle, levantando una nube de polvo de hormigón y dejando a una familia -una mujer, su hijo adolescente y su hija, que parecía tener unos 8 años, y un amigo de la familia- tendida en el suelo”. Era Tatiana. Su marido supo que su familia había muerto al ver la noticia en el periódico y en Twitter.
Sergiy Perebeinis ha tratado de desahogarse publicando en su cuenta de Facebook cómo se siente al ver cómo su vida se ha venido abajo en cuestión de minutos: “Trato de aguantar pero es muy difícil”. “Cuarto día de pie, miles de kilómetros de camino”, dice Sergiy, que está de vuelta en Ucrania tras conocer el trágico destino de su familia. Su dolor es inmenso al saber que el cuerpo de su esposa está ahora dentro de una bolsa negra en una morgue llena de cadáveres por el aumento de las muertes desde que comenzó la guerra el pasado 24 de febrero. “Me reuní con periodistas testigos y me entregaron algunos de los objetos personales que quedaron tirados en la calle cerca de los cuerpos”, escribió Perebeinis.
Anastasia Avetysian, compañera de trabajo de Tatiana, dijo al New York Times que estaban en contacto diario con ella. “Incluso cuando estaba escondida en el sótano era optimista y bromeaba en nuestro chat de grupo diciendo que la empresa ahora necesitaría hacer una operación especial para sacarlos, como ‘Salvar al soldado Ryan’”.
“Era una mujer muy amable, valiente y con un gran sentido del humor, siempre animaba a todos los que la rodeaban, era realmente como una hermana mayor para todos nosotros”, dijo Ksenia Khirvonina, portavoz de SE Ranking. “Siempre tenía respuestas a todas nuestras preguntas, incluso las más tontas, sobre finanzas personales o impuestos o cómo actualizar sus tarjetas visa”, añadió Khirvonina.
Como tantos otros ucranianos, Tatiana Perebeinis se enfrentó al dilema de salir del país o quedarse dentro de Ucrania tras el estallido del conflicto. Finalmente decidió quedarse para atender a su madre enferma y también porque su hijo de 18 años no podía salir de las fronteras ucranianas porque puede ser llamado a filas en cualquier momento, según explicó su compañera Khirvonina. Su hijo había comenzado la universidad este año y estaban entusiasmados en la familia: “Ella siempre hablaba de él, de lo inteligente que era. Fue una gran madre, les dio a sus hijos todo lo que pudo”. Tatiana y su familia se trasladaron a Kiev desde Donetsk en 2014, cuando empezó la guerra allí tras la invasión de las tropas rusas. En 2018, el marido compró un apartamento en Irpin, donde hacían vida desde entonces.
La agencia AP cuenta que el edificio de apartamentos de la familia fue bombardeado el día antes de su muerte, lo que les obligó a trasladarse a un sótano sin calefacción ni comida. Ante la precariedad de la situación y viendo que el Ejército ruso se acercaba cada vez más, la familia optó por huir a Kiev, relató Khirvonina. “Pero luego las tropas rusas comenzaron a disparar contra civiles inocentes”, dijo.
La empresa de EEUU en la que trabajaba Tatiana emitió este comunicado: “No hay palabras para describir nuestra pena ni para reparar nuestro dolor. Pero para nosotros es crucial no dejar que Tania y sus hijos Alise y Nikita se queden en meras estadísticas. Su familia fue víctima del fuego contra civiles, que según la ley es un crimen contra la humanidad”.
El propio presidente de Ucrania, Volodimyr Zelenski, mencionó en su discurso del domingo el trágico destino de Tatiana y su familia: “Castigaremos a todos los que cometieron atrocidades en esta guerra. En nuestra tierra. Encontraremos a todos los bastardos que dispararon a nuestras ciudades, a nuestra gente, que bombardearon nuestra tierra y lanzaron cohetes. No habrá un lugar tranquilo en esta tierra para vosotros”.
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