Redistribución de fuerzas

El Partido Popular Europeo, más poder, a pesar de la victoria socialista en Alemania

Además de asumir la presidencia del Parlamento Europeo, los conservadores también disponen de la presidencia de la Comisión y el Eurogrupo

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a la derecha, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lideran un encuentro con los líderes de los Balcanes. Al fondo, el socialista Josep Borrell
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a la derecha, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lideran un encuentro con los líderes de los Balcanes. Al fondo, el socialista Josep BorrellVirginia MayoAgencia AP

A pesar de que la retirada de Angela Merkel de la política europea y la victoria de Olaf Scholz como nuevo canciller alemán hacía presagiar un declive del Partido Popular Europeo (PPE) dentro de la cúpula comunitaria, lo cierto es que los conservadores siguen siendo la familia política con más poder. Ostentan la joya de la corona con la presidencia de la Comisión Europea que recae en la alemana Ursula von der Leyen, la presidencia de la Eurocámara tras la elección de Roberta Metsola y la del Eurogrupo (el irlandés Paschal Donohoe). De hecho, ahora mismo la familia socialista tan sólo cuenta con el español Josep Borrell como el máximo representante de la diplomacia comunitaria y ,los liberales, con el belga Charles Michel como presidente del Consejo.

Durante las negociaciones de altos cargos en julio de 2019 (después de que el PPE volviera a ganar las elecciones europeas) socialista y populares pactaron que la segunda mitad de la legislatura la presidencia de la Eurocámara recayera la familia popular. Tras la victoria en las elecciones alemanas, los socialistas europeos barajaron presentar su propio candidato –incluso se llegó a apuntar a la continuidad de David Sassoli quien parecía haberse recuperado de sus problemas de salud-, pero las reticencias de los liberales de Renew Europe a esta opción hicieron que fuera imposible el acuerdo.

Por eso -a pesar de que los socialistas europeos siguen considerando que están infrarrepresentados en el organigrama europeo- han acabado apostando por la estabilidad institucional. De hecho, ni socialistas ni liberales han presentado un candidato propio a la presidencia de la Eurocámara y el paso dado por los Verdes, que sí lo han hecho, ha sorprendido a los populares.

En el acuerdo suscrito este pasado lunes entre las tres fuerzas mayoritarias del Hemiciclo, los socialistas han conseguido un vicepresidente más del Parlamento Europeo (5 de las 14) y los liberales también obtienen dos más hasta sumar un total de tres. A pesar de que con este paso, la familia socialdemócrata gana poder, lo cierto es que el puesto de secretario general de la institución, muy importante en los bastidores del funcionamiento del hemiciclo, seguirá recayendo en el alemán de la CDU Klaus Welle. Esto último supone un importante tanto para el alemán Manfred Weber, el jefe de filas de los populares en la Eurocámara que ha renunciado a la presidencia de la institución ya que quiere sustituir en la presidencia del PPE al polaco Donald Tusk esta primavera.

Este reparto de puestos en la mesa de la Eurocámara –formada por el presidente, 14 vicepresidentes y 5 cuestores- ha enfurecido a los partidos políticos más pequeños, quienes creen que no resulta proporcional. La izquierda europea tampoco comparte el resultado de estas negociaciones.

“El PP logra un hat-trick: se asegura la Presidencia, blinda al secretario general y casi seguro también logrará el control de la mesa. En un contexto de retroceso electoral del PP en toda Europa, es una situación anómala debería llevar a las izquierdas europeas a reflexionar”, escribió ayer en Twitter el eurodiputado de Los Verdes Ernest Urtasun.