Dinastía Kim
Las explosivas revelaciones de un ex espía norcoreano a la cadena BBC
Kim Kuk Song concede su primera entrevista a un medio internacional en la que describe asesinatos selectivos de los enemigos del líder supremo y la obsesión por obtener dinero con el tráfico de drogas y armas para garantizar la supervivencia del régimen rojo
La cadena británica BBC ha logrado entrevistar a Kim Kuk Song, jefe de la todopoderosa agencia de espionaje de Corea del Norte. El ex espía describe la agencia como “los ojos, los oídos y el cerebro del Líder Supremo”. Kim Kuk Song reconoce haber enviado a asesinos a sueldo del Estado norcoreano a liquidar a los adversarios del régimen, así como haber construido un laboratorio para fabricar drogas con las que obtener fondos “revolucionarios”.
El ex espía reconoce en su primera entrevista con un medio internacional que el era “el más rojo de los rojos”, un leal servidor del régimen más hermético del mundo. Pero a pesar de haber llegado a lo más alto de la agencia de espionaje, en 2015 empezó a temer por su vida. El rango y la lealtad -dice en la entrevista- no garantizan tu seguridad en un régimen fundamentado en la paranoia de su máximo dirigente. Desde hace seis años reside en Seúl y trabaja ahora para los servicios de inteligencia surcoreanos. La BBC dice que todavía no se ha desprendido de las obsesiones de un espía. Mira siempre a los lados. Como si temiera ser observado.
Kim Kuk Song asegura que el régimen norcoreano necesita recursos para su supervivencia y no le importa obtenerlo de forma ilícita. Se dedica al tráfico de drogas a nivel internacional y ala venta de armas en Oriente Medio y África.
Un “guerrero”
Respeto al líder norcoreano, Kim Jong Un, hijo de Kim Jong Il, asegura que vive obsesionado por demostrar a su cúpula y a su pueblo que es un “guerrero”. Cuenta que en 2009, todavía bajo el mandato de Kim Jong Il se creó un “grupo de trabajo del terror” para liquidar a los “enemigos del régimen”. Fue un tiempo turbulento. El “amado líder” había sufrido un ataque al corazón y su hijo se disponía a sucederlo. La orden de asesinar a un alto funcionario norcoreano, Hwang Jang Yop, que había desertado al sur se convirtió para Kim Jong Un en un “acto para satisfacer a su padre”. “Yo personalmente dirigí y ejecuté el trabajo”, sostiene.
Pero el plan de asesinato selectivo salió mal. Dos mayores del Ejército de Corea del Norte aún cumplen una condena de 10 años de prisión en Seúl por su participación en el complot. Pyongyang siempre negó toda relación con lo ocurrido y acusó a Seúl de haberlo orquestado todo. El ex espía da otra versión.
Ataques al Sur
Respecto al episodio de Cheonan en 2010 en el que un buque de la Armada surcoreana fue hundido tras recibir el impacto de un torpedo causando la muerte de 46 personas, el ex espía asegura que en Pyongyang era un secreto a voces que habían participado los oficiales norcoreanos. “Se trató con orgullo, como algo e lo cual presumir”. Lo mismo dice sobre la lluvia de proyectiles sobre la isla surcoreana de Yeongpyeong en la que murieron cuatro personas, dos militares y dos civiles murieron.
También explica que a raíz de la década de hambruna que golpeó Corea del Norte en los 90, el entonces líder supremo, Kim Jong Il, ordenó captar “fondos revolucionarios” con el tráfico de drogas. Para eso, él mismo ordenó construir una fábrica para la producción de metanfetaminas y cristal”. Corea del Norte también ha traficado con heroína y opio.
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