1.500km de alcance

Kim Jong Un refuerza su disuasión nuclear

Corea del Norte prueba un misil de largo alcance capaz de albergar una cabeza nuclear y con Seúl y Tokio como objetivos

El misil de crucero lanzada por Corea del Norte recorrió 1.500 kilómetros sobre territorio y aguas norcoreanas
El misil de crucero lanzada por Corea del Norte recorrió 1.500 kilómetros sobre territorio y aguas norcoreanasKCNAAgencia EFE

Corea del Norte ha probado con éxito un misil de crucero de 1.500 km de alcance, capaz de lanzar una cabeza nuclear o convencional contra objetivos en todo Corea del Sur y Japón, según aseguraron el lunes los medios de comunicación estatales.

Los misiles sobrevolaron en “órbitas de vuelo patrón 8” durante más de dos horas durante el fin de semana, recorriendo unos 1.500 kilómetros sobre tierra y aguas de Corea del Norte antes de alcanzar objetivos, aseguró el lunes la Agencia Central de Noticias de Corea. Ese alcance sería suficiente para impactar en la mayor parte de Japón, y el informe de la Agencia (KCNA, por sus siglas en inglés) calificó el nuevo misil de “arma estratégica de gran importancia”.

Misiles de prueba en Corea del Norte
Misiles de prueba en Corea del NorteTeresa Gallardo

Las armas demuestran “otro medio de disuasión eficaz para garantizar de manera más eficaz la seguridad de nuestro estado y contener enérgicamente las maniobras militares de las fuerzas hostiles contra la RPDC”, dijo la agencia, utilizando el acrónimo de la República Popular Democrática de Corea.

Calificándolo como un “arma estratégica” desarrollada en los últimos dos años, los medios estatales aseguraron que los misiles de crucero servirán como un “eficaz elemento disuasorio que garantizará la seguridad de nuestro Estado con mayor firmeza y vencerá poderosamente los movimientos militares anti-RPDC de las fuerzas hostiles”.

“Se han realizado con éxito pruebas detalladas de las piezas del misil, decenas de pruebas de empuje en tierra del motor, diversas pruebas de vuelo, pruebas de control y guía, pruebas de potencia de la ojiva, etc.”, añadió.

Al parecer, Kim Jong Un no estuvo presente para observar los ensayos. La KCNA señaló que el máximo responsable militar de Kim, Pak Jong Chon, asistió junto a la Academia de Ciencias de la Defensa Nacional y pidió a los científicos de defensa del país que fueran “a por todas para aumentar” las capacidades militares del Norte.

Las autoridades militares de Corea del Sur, Estados Unidos y Japón no informaron sobre la actividad durante el fin de semana. El Secretario Jefe del Gabinete de Japón, Katsunobu Kato, indicó en rueda de prensa que Tokio estaba “preocupado” por las informaciones sobre el ensayo y que trabajaría estrechamente con Estados Unidos y Corea del Sur para supervisar la situación.

El Mando Indo-Pacífico de EE UU señaló que el ensayo “pone de manifiesto que Corea del Norte sigue centrándose en el desarrollo de su programa militar y las amenazas que supone para sus vecinos y la comunidad internacional”. Subrayó que el compromiso de Estados Unidos con la defensa de Corea del Sur y Japón era “férreo”.

Momento diplomático poco propicio

El movimiento de Pyongyang se produce sólo cuatro días después de que celebrara un desfile cívico-militar a medianoche, y seis días después de que Corea del Sur probara con éxito un misil balístico de producción nacional desde un submarino sumergido, el primer Estado no nuclear que lo hace.

De confirmarse, estos supondrían los primeros lanzamientos de Corea del Norte notificados desde que disparara dos misiles balísticos de corto alcance en marzo.

Según un anuncio del 10 de septiembre del Departamento de Estado de EE UU, Sung Kim, representante especial de EE UU para Corea del Norte, viajará a Japón del 13 al 15 de septiembre para celebrar una reunión trilateral con el director general japonés de Asuntos Asiáticos y Oceánicos, Funakoshi Takehiro, y el representante especial de la República de Corea para Asuntos de Paz y Seguridad en la Península Coreana, Noh Kyu-duk.

El funcionario estadounidense también se reunirá con otros altos funcionarios japoneses para tratar temas que incluyen no sólo el compromiso de EE UU con la desnuclearización completa de la Península de Corea, sino también los secuestros de ciudadanos japoneses por parte de Corea del Norte, este último un tema muy emotivo en la política japonesa que se remonta a la década de 1970.

¿Un arma táctico-estratégica?

Jeffrey Lewis, director del programa de no proliferación en Asia Oriental del Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de Monterey, aseguró que la capacidad para volar por debajo del radar y evadir los sistemas de defensa encaja con el objetivo de Kim de disuadir un ataque dirigido por Estados Unidos.

“El plan de guerra de Corea del Norte es atacar preventivamente a las fuerzas estadounidenses en Corea del Sur y Japón si una invasión parece inminente”, aseguró Lewis. “Los misiles de crucero ofrecen ventajas significativas en términos de sorpresa, penetración de las defensas y precisión”.

La prueba supone la última señal de cómo el Norte ha seguido ampliando sus capacidades armamentísticas desde que las conversaciones con Estados Unidos para desmantelar sus programas nuclear y de misiles balísticos se estancaron en 2019.

Las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU prohíben a Corea del Norte poseer o probar tecnologías de misiles balísticos -una definición amplia que se extiende a los vehículos de lanzamiento de satélites-, pero los misiles de crucero están permitidos. Los misiles balísticos vuelan en parábola mientras que los misiles de crucero lo hacen en una trayectoria plana.

Las imágenes de la KCNA mostraban el disparo de un misil de crucero desde un vehículo de carretera, en lugar de hacerlo desde una base. La movilidad de las armas, gracias a la correspondiente capacidad de dispersión y ocultación, mejora su capacidad de supervivencia.

El alcance declarado sitúa a toda Corea del Sur y Japón -incluidas bases estadounidenses clave como Pyongytaek en Corea y Yokosuka y Okinawa en Japón- dentro de su radio de acción.

Durante el congreso del gobernante Partido de los Trabajadores celebrado en enero, Kim redobló su promesa de reforzar su capacidad de disuasión nuclear frente a las sanciones y presiones de Estados Unidos. Hizo pública una larga lista de objetivos de incorporar nuevos y sofisticados equipamiento, incluyendo misiles balísticos intercontinentales de mayor alcance, submarinos de propulsión nuclear, satélites de espionaje y armas nucleares tácticas.

Kim también aseguró entonces que sus científicos de defensa nacional estaban desarrollando misiles de crucero de alcance intermedio con las ojivas más potentes del mundo.

Las pruebas de armamento de la República Popular tienen como objetivo desarrollar un programa nuclear y de misiles que pueda hacer frente a lo que reivindica como hostilidad de Estados Unidos y Corea del Sur, pero también son consideradas por observadores externos como una forma de hacer patente sus exigencias políticas a los líderes de Washington y Seúl.