El viento sopla en contra del partido de la canciller Merkel

A tan solo cinco semanas para las elecciones al Bundestag en Alemania la última encuesta vuelve a revolver el posible tablero del poder en el país, dando un empate al partido de la canciller Angela Merkel, que ya no se presenta, la Unión Demócrata Cristiana de Alemania y a su socio de coalición el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). El sondeo, realizado por el instituto Insa para el diario “Bild am Sonntag” dibuja esta caída de la CDU y ascenso del SPD con respecto a todas los pronósticos anteriores. Los Verdes de Die Grüne bajan un punto más y se colocan con 17 muy lejos de los 27 que se le daba hace unas pocas semanas.

La popularidad del líder de La Unión, Armin Laschet, sigue descendiendo, mientras que la del candidato del partido socialdemócrata no para de subir. Olf Scholz, Ministro de Finanzas de Merkel, alcanza en esta última consulta los 34 puntos, seguido de la candidata verde Annalena Baerbock y del propio Laschet, que queda en tercer lugar. Según el barómetro de la televisión pública ARD, el 41% de los alemanes desean que sea Scholz el próximo canciller del país. 16% apuestan por Laschet y tan solo un 12% ve a la única candidata en ese puesto, que es quien mas puntos ha perdido desde mayo, cuando era la favorita con el 26%.

Dentro de La Unión, la coalición electoral de la CDU con la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU) el descontento de una parte de los políticos por la elección de Armin Laschet es manifiesto. Después de que se le eligiera frente al actual Ministro-Presidente de Baviera Markus Söder, las dudas sobre su capacidad para convencer al electorado siguen muy presentes. La diputada de la CDU por la ciudad de Düsseldorf Sylvia Pantel habría pedido a Armin Laschet en una conferencia virtual del partido que “asuma las consecuencias, si las encuestas no mejoran en dos semanas”, según el diario Bild. “Es mejor que sea rápido y doloroso, a que tengamos que hundirnos unidos”, se la ha citado en otros medios. Otro diputado, Axel Müller, la habría apoyado en la petición y habría criticado la central del partido con una comparación histórica por la que más tarde se disculparía. El diputado Andreas Mattfeldt se habría mostrado a favor de mostrar más caras de la CDU durante la contienda electoral junto a Laschet para aminorar las posibles pérdidas.

Laschet no habría reaccionado a pesar de participar supuestamente en dicha reunión y se habría limitado a explicar lugares comunes para su partido como la supuesta puesta en entredicho de la “estabilidad política” de salir un gobierno progresista de socialdemócratas y verdes. Laschet ha asegurado en una entrevista con el Frankfurter Allgemeinen Sonntagszeitung que una coalición del SPD, los Verdes y La Izquierda sería “un peligro para Alemania” que pondría en juego la seguridad europea y el bienestar en el país. Scholz se ha mostrado en las últimas semanas abierto a una posible “coalición semáforo” con verdes y liberales, denominada así por los colores de los tres partidos. “Hay una larga tradición social-liberal en Alemania”, aseguró en un acto electoral.

El Ministro-Presidente de Schleswig-Holstein Daniel Günther de la CDU también ha criticado en el diario Handelsblatt la campaña electoral de su partido: “No convence a nadie”, aseguraba. La Unión necesita centrarse en temas “que sean importantes para la gente”. Se debe aspirar a conseguir “al menos el 30%” de los votos y por ello “no estamos satisfaciendo nuestras propias exigencias”. El presidente de la asociación conservadora “Werte Union” Max Otte defendió por el contrario a su candidato Laschet y aseguró que “en medio de una contienda electoral no se cambia el candidato” a la agencia alemana de noticias DPA.

La jubilación de la canciller Merkel, que sigue siendo muy bien considerada por la población, unida a los escándalos de su partido en torno a los contratos para la compra de mascarillas y test rápidos, así como las consecuencias más visibles del cambio climático que benefician al partido verde están complicando la reelección a la Unión. Esta última semana se ha sumado a todo ello, además, el descontento en relación a Afganistán y los soldados y sus trabajadores que continúan en buena parte sin poder ser rescatados del país.