"Sofagate"
Von der Leyen declara haberse sentido “sola y dolida, como mujer y europea”
La presidenta de la Comisión afea a Charles Michel su comportamiento ante el desplante de Erdogan en Turquía
“Soy la primera mujer en ser presidenta de la Comisión Europea y así es como esperaba que se me tratara en nuestra visita a Turquía, como una presidenta de la Comisión Europea. Pero no fui tratada así, no hay ninguna justificación. Se me trató así por ser mujer. ¿Qué habría pasado si hubiera ido de traje y corbata? Seguramente las mujeres aquí presentes habrán tenido experiencias similares. Me sentí humillada y sola, como mujer y europea. Nos afecta en el corazón de lo que somos, nuestros valores y cuán lejos hay que llegar para que a la mujer se la trate en pie de igualdad”, aseguró ayer la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en relación al conocido como “sofagate”, en quizás su discurso más duro hasta la fecha.
Con estas palabras la política alemana se refería al incidente diplomático ocurrido en el viaje a Ankara hace unas semanas junto al presidente del Consejo, el belga Charles Michel, cuando en su encuentro con Recep Tayyip Erdogan fue arrinconada en un sofá adyacente, sin que hubiera un asiento reservado para ella a la misma altura que el previsto para Michel.
El presidente del Consejo, lejos de ceder su asiento o pedir otro para Von der Leyen, se limitó a seguir el protocolo de la delegación turca. “Sé que algunos consideran que tenía que haber actuado de otra manera. Pero no lo hice para no crear un incidente político que habría podido seriamente dar al traste con meses de trabajo”, se volvió a exculpar ayer Michel ante los eurodiputados.
Como mea culpa, el político belga se comprometió a intentar desatascar la legislación para conseguir la paridad en los consejos de administración de las empresas, abordar la brecha salarial entre hombres y mujeres y a la posible creación de un grupo de trabajo dentro del Consejo en pos de la igualdad.
En realidad, el debate celebrado ayer en el hemiciclo europeo no estaba circunscrito a este incidente diplomático, pero era inevitable que el “sofagate” acaparara todos los focos en el repaso a este viaje a Turquía. En las últimas semanas los respectivos equipos de Von der Leyen y Michel han dado versiones contradictorias sobre el rango protocolario de los dos cargos, lo que ha puesto en evidencia las luchas internas en el seno de la cúpula comunitaria y el solapamiento de funciones, que por otra parte eran un secreto a voces en el hábitat bruselense.
Ayer, sin embargo, el debate estuvo centrado en la necesidad de evitar este tipo de incidentes y la lucha por la igualdad. El desplante a Von der Leyen ocurrió poco después de que Ankara anunciara su salida del Convenio de Estambul que lucha contra la violencia machista y la presidenta del Ejecutivo comunitario aprovechó para afear a aquellos Estados europeos que no lo han suscrito (Hungría, Letonia, Lituania, Eslovaquia, República Checa y Bulgaria; Polonia ha anunciado los tramites para abandonarlo).
“Esto no es aceptable, cualquier tipo de violencia contra la mujer y los niños es un crimen y debe ser castigado. Por eso quiero que la UE se adhiera al Convenio de Estambul, es una de las prioridades de mi Comisión. Pero como se está retrasando vamos a presentar una propuesta legislativa para prevenir y combatir la violencia contra las mujeres y los niños offline y online y vamos a proponer ampliar la lista de delitos recogidos en los Tratados para que se incluyan estos delitos”.
Críticas a Michel
Todos los grupos políticos afearon a Michel su conducta, aunque quizás las crítica más duras provinieron de los grupos de izquierda. “No bastan las declaraciones, si bien aceptamos sus disculpas porque como europea me sentí ofendida. Si nos mueven las sillas, nosotras moveremos las conciencias”, aseguró la representante de los socialistas europeos, Iratxe García.
“No espero mucho del presidente Erdogan”, aseguró la co- presidenta de los verdes Ska Keller para después arremeter contra el político belga. “Pero de usted, presidente Michel, sí habría esperado otra cosa. Si trata así a la presidenta Von der Leyen, ninguna mujer puede espera un trato distinto por su parte”.
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