Tras el Brexit
Johnson anuncia el mayor gasto militar desde la guerra fría
Este gasto representa “el mayor programa británico de inversión en defensa desde el final de la Guerra Fría”
Boris Johnson ha anunciado hoy una inyección de 16.500 millones de libras (18.460 millones de euros) en el presupuesto militar previsto para los próximos cuatro años, lo que representa “el mayor programa británico de inversión en defensa desde el final de la Guerra Fría”.
La medida tiene un gran significado político. Con el Reino Unido a punto de dejar ya a efectos prácticos la UE a finales de año, Downing Street quiere reafirmar su puesto en el tablero internacional, usurpado de alguna manera en este terreno en los últimos años por Francia. A pesar de salir del bloque, Reino Unido no quiere perder influencia. Y ante todo hay que demostrar a Joe Biden, el nuevo presidente electo, que los británicos seguirán siendo el principal socio de Estados Unidos.
En este sentido, está previsto que el Ejecutivo publique en enero la llamada “Revisión Integrada de la seguridad y la diplomacia de Reino Unido después del Brexit”. Y de nada habría servido presentar un gran programa sin presupuesto para poder llevarlo a cabo.
La jugada es todo un triunfo para Johnson y el ministro de Defensa, Ben Wallace, frente al responsable del Tesoro, Rishi Sunak. En plena pandemia y con un país ya en recesión, el Ejecutivo va camino de pedir prestado 400.000 millones de libras esterlinas para el actual año fiscal (abril 2020-abril 2021), un déficit récord en tiempos de paz. El Chancellor está pidiendo a todos los departamentos que aprieten el cinturón. No obstante, el primer ministro ha dejado claro que para determinadas cuestiones no es momento político ahora de escatimar gastos.
“Es nuestra oportunidad para transformar nuestras Fuerzas Armadas, reforzar nuestra influencia global, unir y nivelar nuestro país, ser pioneros en nuevas tecnologías y defender a nuestra gente y forma de vida”, explicó Johnson a través de videoconferencia a la Cámara de los Comunes, desde el confinamiento en el que se encuentra tras haber estado en contacto con un diputado de sus filas que dio positivo en coronavirus.
“He tomado esta decisión en mitad de la pandemia porque la defensa del reino debe ser lo primero”, afirmó el premier, quien agregó que “la situación internacional es más peligrosa y más intensamente competitiva que en cualquier otro momento desde la Guerra Fría y Reino Unido debe hacer honor a su historia y mantenerse firme junto a sus aliados”.
El líder “tory” especificó que los “adversarios” han evolucionado y operan “de maneras cada vez más sofisticadas, incluido en el ciberespacio”.
“Aquellos que tratan de dañar a nuestra gente ya no están confinados en algún campo de batalla lejano, sino que les pueden alcanzar a través de los teléfonos móviles en sus bolsillos o los ordenadores en sus casas”, añadió.
Por su parte, Ben Zaranko, del reputado think tank Instituto de Estudios Fiscales, señaló que, si bien la medida representaba un gran aumento en el gasto, la cifra de 16.500 millones era una “forma engañosa de presentarla”. “Sería más exacto decir que para 2024-25, el gasto en defensa será 7 mil millones de libras más alto de lo que hubiera sido con planes anteriores”, recalcó.
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, acogió con agrado el anuncio, aunque preguntó al Gobierno cómo tenía pensado financiarlo, algo que el primer ministro no especificó.
Mayor inversor en defensa de Europa
En cualquier caso, con ese incremento en el presupuesto, Downing Street aspira a cimentar su posición como el “mayor inversor en defensa” de Europa y el segundo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
El plan de inversión permitirá al ministerio de Defensa invertir en la “siguiente generación” de recursos militares, así como crear 10.000 puestos de trabajo anuales. Asimismo se creará una nueva agencia dedicada a la inteligencia artificial, una Fuerza Nacional Cibernética y un nuevo “comando espacial”, capaz de lanzar el “primer cohete” británico en 2022.
El incremento de fondos para investigación y desarrollo militar en los próximos cuatro años será de 1.500 millones de libras (1.680 millones de euros), hasta un total de 5.800 millones de libras (6.490 millones de euros).
Ese gasto “revertirá el declive sistemático en esa área crucial durante los últimos treinta años”, según el Gobierno. La investigación británica en defensa va a permitir “crear nuevos avances que superen los viejos límites de la logística” e irán “más allá del uso militar, con una enorme cantidad de aplicaciones civiles como vehículos autónomos y aviación”.
“Estas son excelentes noticias, que nos otorgan la certidumbre económica que necesitamos para modernizarnos, planear el futuro y adaptarnos a las amenazas que afrontamos”, indicó por su parte el ministro británico de Defensa, Ben Wallace. “Este acuerdo asegura puestos de trabajo y formas de vida en Reino Unido y nos permite invertir en nuestros fantásticos astilleros y en la industria aeroespacial, repartiendo prosperidad a cada rincón de Reino Unido”, destacó.
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