Turquía

El Gobierno de Al Sarraj al rescate de la lira turca

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y Fayez Sarraj, presidente del Gobierno de Unidad Nacional de Libia.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y Fayez Sarraj, presidente del Gobierno de Unidad Nacional de Libia.larazonAgencia AP

La intervención del presidente turco, Recep Tayyp Erdogan, no es altruista. Sus intereses son inmensos en el país y es por eso que apoya al gobierno de Al Sarraj.

Erdogan se ha reunido en Turquía dos veces con el líder del Gobierno de Unidad Nacional de Libia (GNA), Fayez Al Sarraj, en noviembre y diciembre. La última, que tuvo lugar el 16 de diciembre en el Palacio Dolmabaçe, no estaba en la agenda del presidente turco. Se produjo bajo un secreto absoluto para evitar filtraciones. Anteriormente, Turquía había enviado tropas y mercenarios para apoyar al GNA, según fuentes de inteligencia.

Fue durante la visita del 27 de noviembre a Estambul que los dos funcionarios firmaron un acuerdo de delimitación marítima y otro para la cooperación militar. Iniciativas denunciadas severamente el 23 de julio por el presidente francés Emmanuel Macron, quien las vio como una violación de la soberanía griega y chipriota. “No es aceptable que el espacio marítimo de un estado miembro sea violado o amenazado. Los que contribuyen a ello deben ser castigados”, insistió.

Pero estos no son los únicos actos que están en generando controversia. Las relaciones entre Turquía y el GNA van más allá y muestran cómo el régimen turco se beneficia de “sus amigos”. Fuentes confiables afirman que el gobierno de Al Sarraj ha depositado $ 8 mil millones en el banco central turco para apoyar la lira.

La crisis monetaria turca es uno de los problemas más difíciles para el gobierno de Erdogan. La lira turca alcanzó su mínimo histórico el 7 de mayo a 7,24 liras por dólar.

Erdogan siempre mira a sus amigos en busca de demostraciones de solidaridad para apoyar su moneda. Lo que Qatar ya había hecho y lo que habría hecho Libia, quien, a pesar de este acto de generosidad, todavía está luchando con sus propios problemas políticos, económicos y sociales.