Venezuela
Lamento desesperado de un venezolano: “Temo un país con pandemia, caos y guerra civil”
El abogado Javier Enrique González anima a oposición y chavismo a formar un gobierno de unidad para que la crisis de Venezuela con el coronavirus “no acabe en una catástrofe mayor”
"No quiero ser catastrófico, pero veo condiciones para que esto acabe en catástrofe”. Es el anticipo de lo que puede ser una Venezuela sumida en el coronavirus relatado por Javier Enrique González Reinoza, profesor y abogado venezolano, asustado por las dimensiones de la tormenta que se avecina.
“Venezuela atraviesa un momento muy difícil que va a empeorar por la propagación del coronavirus”, explica a LA RAZÓN desde Caracas. “Primero, en mi país hay mucha gente mayor y vulnerable que lleva años alimentándose mal y su sistema de defensas es pésimo. Falta agua, no hay insumos médicos ni test para detectar el virus, los médicos no tienen protección para combatir esta infección. Vamos a morir. Si hasta ahora el virus se ha mantenido controlado es porque los venezolanos, sabiendo de todas estas carencias, se han escondido en sus casas pensando en el otro. Sabemos que si no nos escondemos se van a morir nuestros padres”, lamenta.
Años de crisis económica y de escasez han dejado la sanidad pública bajo mínimos, explica. “Sabemos que si no nos encerramos en casa vamos a morir porque nuestro sistema sanitario ya no existe. Estamos hablando de unas pocas camas con pocos respiradores y sin UCIS. Los médicos escasean y no pueden hacer los tratamientos. En esta situación el país puede aguantar cien casos, pero cuando lleguen a 1.000, ¿qué va a pasar?”. “La gente -añade- está cumpliendo las medidas de aislamiento hasta donde puede. Hay quienes no se encierran porque no tienen dinero y llegará un momento en que los recursos se acabarán, así que la situación para los próximos días es muy grave”.
Y avisa: “Los venezolanos no podrán aguantar mucho tiempo en casa porque faltan alimentos, medicinas y falla la conexión a internet para trabajar desde casa. Si no hay órdenes políticas para hacer llegar la comida y asegurar el suministro eléctrico, la situación será catastrófica. Espero equivocarme pero siento que se va a mezclar la pandemia, la guerra civil, el caos, el orden público, el hambre, la desestructuración por la muerte de los militares y de presos en las cárceles”.
“La gente está preocupada por el miedo al virus. No quiere salir para no exponerse al peligro, así que van a tener que usar las últimas reservas de comida. Los que se sientan desesperados saldrán a trabajar a riesgo del contagio y la inseguridad. Son tantos problemas que la gente no puede quedarse sentada a proyectar el futuro”.
Javier Enrique lanza su propuesta, que consiste en un gobierno de emergencia, el fin de las sanciones y medidas que rescaten al país de la crisis en la que se instaló hace años. “Necesitamos que el Gobierno de Nicolás Maduro acepte la propuesta de Estados Unidos o cualquier otra que suponga un gobierno de unidad para sacar adelante el país. De lo contrario, estamos ante un grave peligro no solo por las personas que van a morir por el virus sino porque se puede desencadenar una serie de sucesos que acabarían en una catástrofe sanitaria, política, económica y social”.
Por eso, apela a la unidad y la responsabilidad de todas las partes envueltas en este conflicto. “Se necesita el compromiso de todos, del chavismo, de la oposición, de los radicales de la oposición y de Maduro”. Sin embargo, las posibilidades de que una transición así se materialice está en función de otros factores, afirma: “No depende de Maduro ni de los amenazados por EE UU, sino de los segundos al mando, de los altos mandos militares. Los militares también van a morir, saben que sin recursos y si una buena organización del país para la pandemia van a morir muchos y se va a desatar el caos. Los delincuentes, que están armados y son muy peligrosos, van a provocar un gran desorden público y acabarán enfrentándose con las fuerzas del chavismo, con las denominadas FAES. Habrá una catástrofe de grandes dimensiones y por eso creo que Maduro podría aceptar esta propuesta lanzada por Estados Unidos para formar un gobierno de concentración, sin Guaidó y sin el propio Maduro, que organice elecciones en doce meses”.
La vida de este venezolano se halla sometida al vaivén político y al desabastecimiento crónico de productos de primera necesidad, pero también a la inseguridad que convirtió Caracas en una de las ciudades más peligrosas del mundo. “Soy abogado, estoy en contacto con la calle y sé lo que está sucediendo en los barrios, donde está la gente armada. Si la Fuerza Armada Venezolana no puede contener el orden público, ¿qué sucederá después, cuando se rebasen los servicios esenciales, las posibilidades de alimentación sean nulas y el virus penetre en la sociedad? La falta de gasolina ha generado mafias dentro de la Fuerza Armada, que se pueden quebrar por partes. Puede que suene fatalista, pero es lo que puede pasar en la medida que la gente tenga que salir y el virus se extienda”.
"Mi trabajo es advertir de los peligros que vienen. Pero yo tengo todas las esperanzas en que algo buena ocurra y que el Gobierno de Maduro acepte algún tipo de propuesta. Sería imperdonable que no se diera este paso”.
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