Reino Unido
Dimite un asesor de Boris Johnson por sus opiniones racistas y misóginas
Andrew Sabisky, que trabajaba para el Gobierno británico desde hace solo una semana, defendía que el coeficiente intelectual de los negros era inferior a la de los blancos
El Gobierno de Boris Johnson se tuvo que deshacer ayer de uno de sus últimos fichajes como asesores. Andrew Sabisky, un joven de 27 años licenciado en Cambridge, anunció su dimisión, cuando apenas llevaba una semana en Downing Street, tras divulgarse antiguas afirmaciones suyas en las que sostenía, entre otros, que las personas negras tienen, de media, un coeficiente intelectual más bajo que las blancas.
El primer ministro había recibido críticas en los medios británicos tras haberse negado a distanciarse de las polémicas opiniones. Y finalmente el lunes por la noche no le quedó más remedio que invitar al trabajador a marcharse.
Cuando Dominic Cummings, el oscuro asesor del líder tory, publicó en su blog a principios de años la inusual oferta de trabajo para buscar “bichos raros e inadaptados” (literalmente) que estuvieran dispuestos a trabajar con él en Downing Street, Sabisky no se lo pensó dos veces. Mucho antes de que el estratega adquiriera la fama internacional al convertirse en el cerebro de la campaña pro Brexit, este joven ya seguía de cerca sus textos.
“Vestía como Cummings, hablaba como él y no tenía problemas en soltar lo que le pasaba por la cabeza, sin guardar las formas aunque estuviera hablando con un senior”, recalca una fuente del Gabinete a “The Times”. El problema es que sus comentarios no han pasado desapercibidos y a Johnson no le ha quedado más remedio que prescindir de sus servicios.
Por poner solo algunos ejemplos, Sabisky llegó a decir en el pasado que las personas negras son intelectualmente inferiores a las blancas y defendió el uso de la “anticoncepción forzada” para evitar embarazos no deseados entre adolescentes que terminen con la creación de una “subclase permanente”. Asimismo, señaló que el deporte femenino “es más comparable a los Juegos Paralímpicos que a los de los hombres” y apostó por el suministro de fármacos a menores para mejorar el rendimiento escolar, aunque el precio que haya que pagar sea “la muerte de un niño al año”.
Es lo que tiene la era de las redes sociales, donde todo queda ya grabado para la posteridad. Así que por mucho que Cummings quiera tener absolutamente todo controlado, en esta ocasión, sin embargo, no ha podido hacer nada para mantener a su discípulo.
El lunes por la mañana, durante un encuentro informativo con los medios, un portavoz del Gobierno se negó en repetidas ocasiones a condenar los comentarios del nuevo fichaje. “Los puntos de vista del primer ministro están bien publicitados y bien documentados”, reiteró hasta en más de diez ocasiones, en las que fue preguntado qué pensaba Johnson sobre la inteligencia de las personas negras o la eugenesia, otro de los controvertidos temas que había defendido en el pasado Sabisky. Sin embargo, por la noche la presión llegó a un punto en el que al premier no le quedó más remedio que actuar.
“Me apunté para hacer un trabajo de verdad, no para ser el centro de una gigantesca difamación”, afirmó anoche el ya ex asesor. “Espero que Downing Street contrate a más personas con un buen historial de previsiones geopolíticas acertadas y que los medios aprendan a dejar de utilizar declaraciones de forma selectiva”, agregó.
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