Reino Unido
Los doce distritos que deciden el inquilino de Downing Street
Los laboristas podrían llegar al poder si la oposición supera en escaños a los «tories». Por primera vez, el Brexit puede hacer bascular hacia un lado u otro los tradicionales bastiones de los grandes partidos
El «premier» Boris Johnson lidera todas las encuestas, pero es el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, quien podría acabar en Downing Street, aun sin ganar ningún escaño más respecto a 2017. Un documento interno del Partido Conservador publicado ayer por «The Telegraph» advierte de que si los liberal demócratas, nacionalistas escoceses del SNP, verdes y otras formaciones minoritarias consiguen entre todas ganar tan solo doce escaños más respecto a los últimos comicios, el «premier» podría quedarse sin la ansiada mayoría absoluta que necesita para poder ejecutar el Brexit. El rotativo es la biblia para los «tories», por lo tanto, no se sabe hasta qué punto la noticia atiende a pura estrategia para asegurarse los votos o hay una verdadera preocupación.
Lo cierto es que el «lobby» pro UE está muy activo en la campaña. Solo en la última semana ha destinado más de 70.000 libras (alrededor de 83.000 euros) en anuncios en las redes animando a los «remainers» a votar de manera táctica para que, a través de un Parlamento fragmentado, se pueda conseguir un nuevo referéndum como el que propone convocar Corbyn.
Los laboristas saben que es prácticamente imposible que se puedan convertir en el partido más votado. Pero, a pesar de la impopularidad de su líder, no se descarta por completo que la oposición pueda terminar formando Gobierno en minoría, debido al complejo sistema electoral británico, donde, debido a sus peculiaridades, el partido más votado no siempre es el que consigue más escaños.
Un sistema uninominal mayoritario que divide a Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte en 650 circunscripciones, con una media de 70.000 electores cada una. Cada circunscripción elige a un diputado, no directamente al «premier»
Para ganar, el candidato no necesita una mayoría de votos. Solo requiere tener un voto más que el resto. En otras palabras, el candidato que más votos recibe se lleva el escaño mientras que el resto de sufragios caen en saco roto. El llamado «First Past the Post» (FPTP, traducido como «el primero que llega a la meta gana») data de 1948.
Analizando los resultados de las elecciones de 2015 es fácil comprobar lo poco representativo que resulta. La formación más perjudicada, sin duda, fue el UKIP, liderado entonces por Nigel Farage. A pesar de que fue la tercera fuerza más votada, recibiendo el 12,6% de los votos, tan solo consiguió un escaño. Por su parte, los nacionalistas escoceses del SNP –que solo tenían candidatos en Escocia– consiguieron 56 escaños con solo el 4,7% de los votos.
Los laboristas son los más beneficiados por este sistema porque tienen el voto distribuido de manera más uniforme por todo el país. Requieren, por tanto, de menos papeletas para conseguir una victoria nacional. Los conservadores, sin embargo, tienen el apoyo concentrado en determinadas zonas. Pero ahora el voto táctico del Brexit crea unas circunstancias excepcionales, ya que distritos euroescépticos que votaban laborista están dispuestos a apoyar a los «tories» para ejecutar el Brexit, mientras que distritos en los que los laboristas no tendrían ninguna oportunidad, podrían ser ganados por el apoyo de los pro UE.