«Seré inmortal a base de jamón y buen tinto»

-Protagoniza «Los abrazos rotos», de Pedro Almodóvar. Da vida al hijo de un productor de cine. Eso sería estupendo en la vida real, ¿no?-Ja, ja, ja. Supongo que facilitaría algunas cosas y complicaría otras.-Ya puestos, ¿a qué productor elegiría como padre?-A Agustín Almodóvar. Y a Puy Oria como madre.-He leído en internet que Dani Martín, de El canto del loco, es su novio en el filme...-Sí, tenemos una relación, nos hemos acostado, aunque nada queda claro.-¿Cómo lleva rodar las escenas de cama?-Con pudor. Me gustaría ser más echado para adelante, pero aún tengo mucho pudor.-Bueno, ya es un chico Almodóvar...-Llevo ese cartel en la frente y ojalá sea por mucho tiempo.-Trabajar con Almodóvar parece el sueño de casi todos los actores...-Para mí lo era. No pensé que yo era el tipo de actor en el que Pedro se pudiera fijar.-Bueno, ya sabe qué les da. ¿Qué les da?-Lo da todo, nos da todo. Exige mucho y te examina todos los días, y a mí ese subidón de adrenalina me pone. Una película de Pedro te puede cambiar la carrera y la vida. A mí ya me la ha cambiado.-Defina al Pedro director.-Tiene un ojo prodigioso. Mira de frente las emociones y las maneja con sabiduría, desde la ternura al sadismo. Le gustan mucho los actores.-Hábleme de sus mitos...-La gente que admiro: Meryl Streep, Sean Penn, Philip Seymour Hoffman...-Y acaba de rodar con Bardem «Biutiful», de González Iñárritu.-Ha sido una gran experiencia, porque admiro mucho a Iñárritu y a Bardem. A mí me seduce la inteligencia. Mis mitos son los grandes talentos.-Está en racha. ¿Suerte o...?-Decía que no creía en la suerte, ahora sé que existir, existe. Lo mío es un poco de suerte y un mucho de sembrar para recoger.-Pues recoge cuando la siembra anda mal. Ya sabe, la crisis aprieta.-Mi año bueno coincide con un año malo. Así es la vida. Me costaría apretarme el cinturón. Tengo pocos lujos y me gustaría mantenerlos.-Ha trabajado en muchas series de TV. ¿La fama de la tele facilita el acceso al cine y al teatro o...?-A veces hay que vencer algún prejuicio, pero cada vez menos. Hay fluidez entre la tele, el cine y el teatro.-Ya ha dirigido en teatro una obra: «La enfermedad de la juventud». ¿Le gusta más que actuar?-No, actuar es para mí lo más. Eso sí: me encanta mandar.-¿Cuál es la enfermedad de la juventud?-La juventud misma. Es una enfermedad que pasa con el tiempo.-Una enfermedad durante la cual uno se cree inmortal...-Sí. Yo no me quiero morir nunca y creo que lo voy a conseguir.-¿Algún método secreto?-Nada secreto: seré inmortal a base de jamón de Jabugo y buen tinto.-Para más seguridad, yo añadiría los langostinos de Sanlúcar.