Estados Unidos
El Gobierno asume fallos de coordinación
MADRID- La retirada de las tropas de kosovo ha derivado, más allá del ya sabido conflicto internacional, en una batalla entre detractores y defensores de la ministra Chacón. Como lo oyen. Se ha abierto una espita para la crítica interna en la fulgurante carrera de una de las ministras mejor valoradas por la opinión pública. En el Gobierno y en el PSOE hay quien pretende endosar la responsabilidad exclusiva a la titular de Defensa, y hay quien, por contra, la exime de la «torpeza diplomática» y apunta más arriba. Claro, una decisión de semejante trascendencia, no la adopta en solitario un solo Departamento. Nada de eso. «La ministra de Defensa –admite un alto dirigente del PSOE– tiene muchos defectos, ha buscado siempre el golpe de efecto, la imagen y las portadas..., pero es no quiere decir que no sepa el terreno sobre el que pisa. Jamás hubiera anunciado la retirada de las tropas sin haber acordado previamente la forma y los tiempos con el presidente del Gobierno». Todo esto ocurre, hay que recordarlo, cuando se empezaban a superar los malos tiempos de las relaciones bilaterales entre España y Estados Unidos.Así que, lo que vino después de la reunión en la que Chacón y Zapatero acuerdan el anuncio de retirar nuestras tropas es imputable a la cabeza más alta del Gobierno. Porque cualquiera podía imaginar que la decisión iba a causar un evidente enfado a Obama, a la UE y al secretario general de la Alianza. Chacón esgrime en su descargo que habló con Jaap de Hoop 24 horas antes de anunciar la retirada y que a ella no le trasladó ningún enfado. También que intentó, sin éxito, ponerse en contacto con el Departamento de Estado norteamericano.Aquí entran sus detractores, los que tiene –porque los tiene, y muchos– dentro de su partido: «Si hubiera informado a Exteriores de la decisión se habría ahorrado el disgusto. Moratinos no hubiera tenido el más mínimo problema en descolgar el teléfono y que alguien de la Administración Obana le respondiera», apuntan fuentes socialistas. A Chacón se le afea, desde su propio partido, que actúe por libre, que no informe y que no se coordine con el resto de sus colegas ministros. Si esta vez lo hubiera hecho, se habría ahorrado el espectáculo de que los embajadores en Washington y la OTAN desconocieran la decisión. Parece que ella misma decidió cómo, cuándo y dónde se anunciaba el repliegue. Se dejó llevar por un nuevo golpe de efecto y no tuvo en cuenta la agenda internacional, admiten en el PSOE. Bernardino León, secretario general de la Presidencia, y hombre fuerte de Zapatero criticó en EE UU. que las explicaciones no fueran suficientes. Pero, en el PSOE tampoco le eximen a él de culpa, y de afán de protagonismo. En resumen, que andan todos a la caza de un chivo expiatorio. La falta coordinació y explicación es evidente, y hoy así lo asumirá la ministra en una comparecencia.
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