MADRID- Un miembro de ETA efectuó, al menos, un disparo cuando, en compañía de otro miembro de la banda y a bordo de un vehículo robado, huían de una patrulla de la Gendarmería. Así se confirma lo adelantado por LA RAZÓN el pasado día 20, en el sentido de que la banda ha levantado la prohibición de hacer uso de las armas cuando se encuentran en territorio galo. Los hechos, según informaron a este diario fuentes antiterroristas, sucedieron a las cinco de la tarde en una localidad del Departamento de Nievre, en la Borgoña. Dos presuntos etarras, que viajaban a bordo de un Citröen Xsara robado, se encontraban en una gasolinera repostando cuando llegó la patrulla de la Gendarmería. Con anterioridad, habían tratado de eludir un control policial. Sin pensárselo dos veces, emprendieron la huida. Los agentes les seguían de cerca hasta que el coche de los pistoleros tuvo un accidente.Durante la fuga, los etarras efectuaron desde el interior del coche, al menos, un disparo, ya que en el automóvil se observa un orificio de salida. Al parecer, uno de los terroristas resultó herido a causa del accidente, ya que se observaron manchas de sangre en el lugar. Inmediatamente, la zona fue acordonada y se confíaba en poder localizar en breve a los terroristas por el rastro que dejaba el herido.En su edición del pasado 20, LA RAZÓN informaba de que los cabecillas etarras habían levantado una prohibición que existe desde que la banda utiliza el territorio francés y que hacía que los agentes galos fueran «intocables». Llegado el caso, si era imposible la fuga, había que entregarse sin disparar. La alarma ya había saltado en diciembre, cuando el dirigente del «aparato militar», Aitzol Iriondo, trató de hacer uso de su arma en el momento en era detenido. El pasado día 10 fue Ekaitz Sirvent, jefe del «aparato de falsificación», el que trató de sacar su pistola cuando era arrestado en la estación de tren de Montparnasse, en París. Ocho días después era Gorka Azpitarte Rajado el que hacía lo propio en Monturiol, cerca de Perpiñan. Acompañaba a Jurdan Martitegi, que también fue capturado junto con Alex Uriarte, que había viajado desde España para recibir instrucciones.Los etarras que se esconden en Francia pueden disparar contra los agentes españoles que trabajan en Francia si logran descubrirlos, como ocurrió con dos guardias civiles asesinados en la localidad de Capbreton. Hasta ahora, se cuidaban mucho de hacerlos contra los agentes galos.

Cambio de tercio en la bandaA raíz de las últimas detenciones de miembros de la cúpula de la banda terrorista en suelo francés, los responsables de la misma decidieron levantar la prohibición de atentar contra agentes del país vecino, a quienes hasta ahora «respetaban». LA RAZÓN adelantó la noticia en exclusiva el pasado día 20, dando los detalles de las nuevas instrucciones de los pistoleros, que si antes debían rendirse ante un policía del país vecino, ahora pueden disparar si van a ser arrestados.