Cayetano plantó a la Duquesa de Alba para irse de fiesta con Eva González

Un «oh» desilusionado se escuchó mientras brindaban para desearle larga vida a Cayetana con motivo de su 83 cumpleaños. Una efeméride celebrada sin la presencia de sus hijos, entre ellos, Eugenia, que, al parecer, estaba en Nueva York acompañando a Gonzalo Miró y no era cuestión de dejarle solo, no fuera a desmandarse. Chocó, sorprendió y casi indignó la ausencia de la prole, incluso la de Fernando, siempre al quite, que veinticuatro horas antes había disfrutado en Sevilla como invitado de la decepcionante reapertura del hasta ahora emblemático hotel Colón, aquel que antaño era cita de toreros y torería, en tiempos mejores de una Fiesta Nacional ahora tan cuestionada. Abandonamos las esencias, como los hijos de Cayetana a su madre, que, para colmo, se quedó sin el regalo sorpresa que le tenían preparado sus amigas, Carmen Tello y Marta Talegón. Pretendían hacer llegar a Cayetano a mitad de la comida, ya que la Duquesa tenía ganas de verle, algo chocante si tenemos en cuenta que quien fue su yerno es Fran Rivera. Pero el torerazo que tanto honra a la saga se excusó al final, «ya que tengo un tentadero inaplazable». Tal disculpa dio Cayetano, y parecía creíble, pero horas después se le vio salir de una discoteca próxima al rehabilitado hotel sevillano. Boda a la vistaVarios testigos vieron pasar al diestro junto a su novia, Eva González, camino de otro hotel para compartir y rematar la juerga, algo que nunca se vio durante los tres años que la guapísima estuvo unida a Iker Casillas. El caso es que dieron que hablar en el arenal de Sevilla y olé. Y hasta pronostican que habrá boda, porque ella posee el tino de Blanca Romero, que, en sus tiempos de esposa, fue contraria a la vocación de Cayetano. Nunca un fracaso matrimonial dio mejores resultados, porque resolvió las dudas profesionales del segundo de Carmina, torerazo de postín mientras su hermano Francisco sigue de torero-anuncio y hoy hace coincidir su presunta ruptura con Elizabeth Reyes con la presentación de una nueva colección de camisas, esas que anuncia cuando no toca promocionar los relojes del Sandokán cordobés y todo lo que le proporciones ganancias. Escama tal casualidad.