Israel
Mucho Betis poco Getafe
«Nos hace ilusión estar en la final», decía Míchel antes del partido. «Ha sido un palo innecesario, nos han dado una lección de humildad, me iré a casa a llorar», aseguraba poco después de quedar eliminado en la Copa
El cambio radical en el discurso del técnico sirve perfectamente para ilustrar el desastre en que se convirtió para el Getafe el choque de vuelta de octavos de final. Se esperaba que el equipo de Primera defendiese sin demasiadas complicaciones el resultado de ida, pero lo que sucedió fue que el Betis dio un baño de fútbol a su enemigo, remontó con suficiencia la desventaja y sólo el buen día de Ustari impidió que el resultado fuese histórico.
El líder de Segunda fue mejor en todo que su oponente, ese equipo que disfrutaba dando disgustos a rivales más poderosos y que ayer supo lo que se siente al estar al otro lado de la gesta. El Getafe se creyó más importante por estar en una categoría superior y ahí comenzó su sonrojo: «El problema es que no hemos estado en el partido. Si no tenemos los pies en el suelo, cualquiera nos puede ganar. El principio básico del fútbol es pasarse el balón de uno a otro, y no lo hicimos. Hemos sido peores desde el primer segundo hasta el final y por eso el resultado», explicaba Míchel, sin ninguna intención de poner excusas a la actuación de sus futbolistas.
El Betis puso la intensidad, la pasión, las ganas y el buen juego, mientras el «Geta» parecía enganchado todavía en el recuerdo de su meritoria actuación frente al Real Madrid. Unos días antes, Parejo había liderado los mejores momentos ante los chicos de Mourinho; ayer, el mediapunta fue una sombra, detrás de la que se fue el resto del equipo. Ni siquiera él pudo inventar algo de fútbol en el Getafe.
Las estadísticas al descanso asustaban tanto a los getafenses como lo que se pudo ver sobre el césped. Cinco ocasiones claras tuvo el Betis, que se encontró en todas ellas con Ustari. El portero argentino fue el más brillante de los suyos, hasta que no pudo detener más las oleadas verdiblancas. Los de Mel asfixiaron a su enemigo quitándole el balón y sólo fue cuestión de tiempo que llegaran los goles. Jorge Molina, máximo goleador de Segunda con el Elche la temporada pasada, fue el primero en encontrar el camino, para que más tarde Rubén Castro acribillara al Getafe con dos disparos directos al corazón.
El gol de Casquero, sin tiempo para otra cosa, sólo fue una anécdota que aumentaba la decepción del bando azulón, que con sólo un poquito más de actitud hubiera evitado el desastre. La Copa, una competición que ha hecho disfrutar mucho al Getafe en cursos anteriores, le dio una bofetada casi tan fuerte como las dos finales perdidas. «Los culpables somos absolutamente todos. Como capitán tengo que decir que estamos jodidísimos con el resultado. Es un palo gordísimo. Poder jugar contra el Barça era premio suficiente como para haber dado el máximo», se quejó Casquero, un peso pesado de una plantilla que ha protagonizado hazañas tan grandes como la del Betis.
Los andaluces sólo ven euros en la eliminatoria ante el Barça. Su objetivo es recaudar lo máximo para aliviar su economía, y por eso pedirán jugar la ida en Sevilla. No sea que una goleada en el Camp Nou les deje sin taquillazo.
Y es que los intereses madrileños parecieron verse afectados jugar a plena luz del día, a las 12:00, una hora inédita para el Getafe desde hace siete años. Los hombres de Míchel saltaron al campo dormidos y ofreciendo muy malas sensaciones ante el Betis, que, al contrario, dio muestras de querer acometer la heroicidad de remontar un 1-2 ante un club de una categoría superior.
El sistema y los cambios de Míchel favorecieron a los andaluces. El Getafe jugó casi sin bandas, con cinco medios que atascaron la salida del balón, y con un solo delantero, Miku. En los últimos partidos, los de la buena racha, el técnico madrileño sacó dos extremos de los que se pegan a la cal y a dos arietes que se encargaban de rematar las jugadas. Con ese planteamiento, y con seis habituales suplentes sobre el campo, el Getafe naufragó hasta ahogarse.
Fue el portero Óscar Ustari, sustituto de Jordi Codina en la Copa, el encargado de ofrecer un recital con el que sostuvo a su equipo durante el primer acto. El argentino sacó hasta siete disparos rivales, alguno de ellos muy difíciles de parar. Emaná, Rubén Castro y Salva Sevilla probaron fortuna y acabaron marchándose desesperados al vestuario con el arsenal de intervenciones de Ustari.
Desde su posición, el guardameta que fue internacional por Argentina pudo ver como sus compañeros, en 45 minutos, no dispararon ni una vez a portería. Fue Pedro Mosquera, con un tiro desde fuera del área que salió rozando la escuadra de Casto, y con una volea que rozó el poste izquierdo del portero del Betis, el único que inquietó a los verdiblancos.
Precisamente fue Mosquera el primer sustituido para arreglar un desaguisado que se torció aún más cuando Jorge López por fin acertó a batir a Ustari a los diez minutos de la reanudación. Con Manu del Moral sobre el campo, el Getafe tampoco despertó de su letargo. Eso sí, por lo menos, el jerezano dio algo más de profundidad a los suyos.
Pero, aparte de un cabezazo de Miku que paró Casto, el Getafe no hizo nada más. Fue un espectador del baño que le dio el Betis, que nunca renunció a una remontada que culminó con dos goles de Rubén Castro. Ustari, en los segundos 45 minutos, no pudo ejercer de héroe y al final hubo justicia y el Betis jugará los cuartos de final ante el Barcelona.
-- Ficha técnica:
1.- Getafe: Ustari; Pablo Pintos, Marcano, Rafa ("Cata"Díaz, min. 57), Miguel Torres; Boateng, Víctor Sánchez; Parejo (Casquero, min.69), Albín, Mosquera (Manu, min. 45); Miku.
3.- Betis: Casto; Isidoro, Miki Roqué, Dorado (Arzu, 62), Nacho; Iriney, Beñat, Salva Sevilla, Emaná (Ezequiel, min. 50); Rubén Castro y Jorge Molina (Israel, min 80).
Goles: 0-1, min. 55: Jorge Molina. 0-2, min. 72: Rubén Castro. 0-3, min. 90: Rubén Castro. 1-3: Casquero, min. 91.
Árbitro: Clos Gómez (Comité Aragonés): Mostró cartulina amarilla a Rafa (min. 15), Boateng (min. 27), Marcano (min.27) y Albín (min. 86) por parte local y a Iriney (min. 27) y Dorado (min. 48) por parte visitante. Expulsó con roja a Miku después del partido.
Incidencias: Partido correspondiente a la vuelta de los octavos de final de la Copa del Rey disputado ante cerca de 7.000 espectadores.
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