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El español más móvil que nunca

El idioma se podrá aprender a través de un teléfono, una tableta o un iPod. Así lo dijo la directora del Cervantes, Carmen Caffarel, en la reunión anual del patronato

Rechazo del Congreso de los Diputados a las propuestas de Podemos y de los partidos nacionalistas e independentistas de crear una comisión para investigar al Rey Juan Carlos I . larazon

Al comienzo de la reunión del patronato del Instituto Cervantes, Don Juan Carlos se dirigió a Ana María Matute y con su habitual cercanía la saludó cariñosamente. Pocas veces se ve a la escritora en un acto público, pero la ocasión lo requería y el Monarca, sin protocolo alguno de por medio, la saludó con todo afecto, en presencia de otro escritor, Antonio Gamoneda. Fue la imagen de una jornada más propia, por las temperaturas elevadas, del mes de julio que de un octubre que ya ha consumido casi la mitad de sus días. La cercanía del Rey, su claridad y su apuesta por el futuro tecnológico fueron las notas dominantes que marcaron su intervención. Cuando tomó la palabra, elogió la labor del centro, «una institución clave para la proyección mundial de la lengua española», y animó a seguir trabajando para que el aprendizaje del idioma continúe siendo una «opción preferente» para multitud de personas en el planeta.

Motor de la cultura
El Rey, acompañado de Doña Sofía y de la Infanta Elena, trasladó este mensaje a los patronos del Instituto Cervantes, que este año cumple su vigésimo aniversario, y agradeció expresamente a la directora de la institución, y a quienes la precedieron en el cargo, «el dinamismo, la dedicación y el crecimiento» que ha experimentado el centro, un motor de la cultura que ha de servir para «ampliar horizontes, imaginar nuevos caminos y abrirse a la innovación permanente». A la sesión también acudieron, además del presidente del Gobierno, los ministros Trinidad Jiménez (Asuntos Exteriores), Ángel Gabilondo (Educación) y Ángeles González-Sinde (Cultura), así como la mayoría de los patronos de esta institución. A quienes se pudo ver por primera vez como nuevos miembros de la casa fue a José Manuel Blecua, director de la Real Academia Española; a la novelista colombiana Laura Restrepo; al también escritor Jordi Sierra i Fabra, y a un sonriente Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine. En este pequeño balance de dos décadas, el Rey agradeció la labor ejercida tanto por su actual directora, Carmen Caffarel, como por sus antecesores en estas dos décadas de camino, e insistió en que es labor de todos «trabajar para que el español se sitúe a la cabeza de la modernidad». Una modernidad a la que llegar a través de una institución como ésta, capaz de «ampliar horizontes, imaginar nuevos caminos y abrirse a la innovación permanente», que pasa por sumarse a la revolución tecnológica sin perder el tren de la modernidad. ¿Cómo se hará desde el Cervantes? Caffarel explicó cuáles serán las vías para sumarse a este tiempo repleto de prisas y cambios, cuyas transformaciones son imparables: «Pronto podremos dar clases de español a través de nuestros dispositivos móviles», adelantó. Las pruebas ya se están realizado y el programa avanza a ritmo de vértigo.

Televisión con tirón
A principios de 2012 se espera que esté listo. Como dijo su directora, «la modernización del instituto la estamos realizado a pasos de gigante». Y efectivamente así es. La apuesta del centro por todo lo que tenga que ver con las nuevas tecnologías es un hecho. En 1997 se puso en marcha el Centro Virtual Cervantes y hace tres años, la primera televisión virtual por internet, que se ha convertido en la pantalla más vista de las televisiones culturales (ha contado con más de 2 millones de visitas, de las que el 85 por ciento provenían de fuera de España). Desde el propio centro explican que se seguirá yendo a las clases (más de 134.000 matrículas correspodieron a los alumnos presenciales de español que estudiaron el idioma, bien en cursos generales o especiales), aunque lo que se ha incrementado es el Aula Virtual de Español, un 25 por ciento. ¿Por qué? «Mediante los dispositivos móviles se puede aprender nuestro idioma, no solamente desde casa, sino en cualquier otro lugar, como un aeropuerto o incluso una sala de espera, lo que no significa que se vaya a prescindir de la asistencia presencial, que resulta básica para nuestra institución». Y las cifras están ahí: internet ha seguido incrementando su protagonismo en la actividad del Instituto, cuyo peso reconocen desde dentro de la casa como una de las bazas clave de cara al futuro y por la que se apuesta de manera dicioda. Así, la plataforma digital del Cervantes recibió 35 millones de visitas a los 90 portales que tiene en todo el mundo.

Más matrículas
El Instituto está presente actualmente en 77 ciudades de 44 países. Volvemos a las cifras de nuevo, optimistas a pesar de los negros nubarrones: las matrículas del curso 2010-2011 se auparon por encima de los 227.000, lo que significa un 8 por ciento más que en el ejercicio anterior.

La crisis también se ha dejado sentir en el organismo, que a lo largo de lo que queda de año y el próximo no inaugurará ningún centro nuevo (el Cervantes de Cracovia está aún por abrir, pendiente de la agenda de Zarzuela), aunque, según su máxima responsable, en cuanto soplen vientos más favorables se piensa incrementar la presencia de los centros en Estados Unidos y Asia. Con respecto a los países del Mediterráneo, Carmen Caffarel insistió en el ejemplar comportamiento que han tenido los de Siria y Egipto, que solamente tuvieron que cerrar sus puertas durante una jornada, a pesar de los acontecimientos que allí se han vivido: «Se ha seguido respirando libertad y cultura en estos meses atrás que han sido tan complicados, e incluso gracias a ellos hemos propiciado el diálogo en algunas ocasiones», apostilló. La cuestión era casi obligada y la responsable del organismo sabía que no podía pasarse por alto la cuestión del posible cambio de dirección tras las próximas elecciones generales del 20-N. Fuera de protocolos, y una vez que concluyó el acto. Caffarel declaró que parte del éxito de la institución recae en que siempre se ha continuado con la labor realizada anteriormente. Para el ejercicio en curso, el Instituto Cervantes dispone de un presupuesto de 103 millones de euros, aunque ha conseguido patrocinios por valor de 5,6 millones.


Las lenguas cooficiales, menos demandadas
Fuera de foco, y una vez que concluyó el acto oficial, se preguntó a la directora del Instituto Cervantes por el gasto en la promoción de las lenguas cooficiales. La responsable señaló que el centro «ofrece las cuatro lenguas en todos los institutos», pero siempre que exista un número mínimo de alumnos que lo demanden para poder impartirlo. «No se puede comparar la demanda que tenemos de español con la que hay de las otras lenguas cooficiales del Estado», y «evidentemente el número de matriculados es muy, muy minoritario», informa Ep. «Nosotros no montamos un grupo si no contamos con el número suficiente de alumnos que demanden el estudio de una lengua», subraya Caffarel, quien espera que en el futuro se continúe con una actividad «que es muy plural».