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Yemen

Los dirigentes árabes acometen reformas para «salvarse»

Muchos dirigentes árabes se han apresurado a acometer reformas políticas con promesas de cambios constitucionales, como garantía de una «baraka» (suerte para salir de una dificultad) ante las rebeliones populares que jalonan la «primavera árabe».

Los últimos en responder a las peticiones de renovación en sus Cartas Magnas fueron el rey Mohamed VI de Marruecos y el presidente yemení Alí Abdula Saleh. La "baraka", término árabe que alude a una "bendición divina"para salir de las dificultades, parece extinguirse para el libio, Muamar al Gadafi, quien en palabras del ministro portugués de Asuntos Exteriores, Luis Amado, ya es un dirigente "acabado"a los ojos de la comunidad internacional.


Esa "baraka"la perdieron este año el expresidente egipcio Hosni Mubarak y el tunecino Zine el Abidine ben Alí, incapaces de superar las protestas de sus poblaciones que no se dejaron seducir por promesas tardías de cambios. En Túnez, tanto el nuevo presidente interino, Fuad Mebaza, como su octogenario primer ministro, Beyi Said Essebsi, tienen ante sí la tarea de asumir transiciones que satisfagan las aspiraciones de sus ciudadanos con comicios transparentes. Mebaza anunció la convocatoria de elecciones a una Asamblea Constituyente para el próximo 24 de julio, para redactar una nueva Carta Magna.

En Egipto, el nuevo primer ministro interino, Esam Sharaf, no ha dado ninguna fecha oficial para las elecciones, mientras que hay un debate entre los políticos sobre si es mejor que se celebren primero las presidenciales o las legislativas, para dar más tiempo a los partidos para que las preparen.


En Marruecos, el rey Mohamed VI en un discurso histórico en el que apareció flanqueado por su hijo, Mulay Hasan, y por su hermano, Mulay Rachid, anunció anoche un cambio en la Constitución, según la cual el primer ministro será el presentado por el partido político que haya obtenido los mejores resultados en las elecciones, en vez de seguir con la prerrogativa real de designarlo él mismo.La de anoche fue la primera alocución real tras las protestas de cambio que se desarrollaron de forma intermitente en el país desde el pasado 20 de febrero.


En Yemen el presidente, Alí Abdalá Saleh, anunció hoy que antes de fin de año promoverá cambios en la Constitución para reafirmar la separación de poderes. Conforme a esta promesa, el jefe del Estado será elegido por mayoría en el Parlamento, no por el voto directo, como fija el sistema actual. Tras las protestas políticas contra su régimen que comenzaron el pasado 27 de enero, Saleh ya había dado marcha atrás en una reforma de la Constitución que le hubiera permitido perpetuarse en el poder.


En Jordania, las protestas empujaron al rey Abdalá II a deponer al primer ministro Samir Rifai y sustituirlo por Maaruf Bajit, al frente del nuevo gabinete al que el monarca pidió "reformas políticas reales y rápidas". Esos cambios, según Abdalá II, pasarán por la modificación de la Ley Electoral, y por la transparencia. En Jordania hasta ahora, es el rey quien suele tener la última palabra sobre la continuidad del gobierno y quien designa al primer ministro. Aún así, el soberano hachemí se ha salvado de las críticas.


En Argelia, el presidente, Abdelaziz Buteflika, tiene previsto convocar elecciones legislativas anticipadas, posiblemente en junio o septiembre, de las que saldrá una Asamblea Constituyente y a las que seguirán unos comicios presidenciales, según el diario argelino "Le Jeune Independant".


En Gaza, el movimiento islamista palestino Hamás anunció hoy que introducirá cambios en el gobierno que encabeza Ismail Haniye. Mientras, en Cisjordania, la Autoridad Nacional Palestina (ANP), presentó su dimisión en bloque hace tres semanas y el presidente Mahmud Abás encargó al primer ministro, Salam Fayad, un nuevo Ejecutivo.


En Arabia Saudí, el primer exportador mundial de petróleo, para impermeabilizar al país de cualquier contagio exterior, el ministro de Asuntos Exteriores, Saud al Faisal, amenazó con "cortar el dedo"de quien se entrometa en los asuntos del país. Al Faisal recordó que la Asociación de Investigaciones y Fetuas ha emitido un edicto que prohíbe las manifestaciones, medida que cercena en las calles saudíes cualquier brote de "primavera"tunecina o egipcia.